Déjame que te cuente que este amor no es dulce,
(o puede parecerlo).
Ni amable.
No busca tu consentimiento.
No desea conquistarte.
Pero no es menos amor.
Déjame que te diga que es aún más profundo que ayer,
y más sincero.
Porque ya no tiene miedo a tu respuesta.
Ni quiere gustarte o que admires su luz.
Y es que en estos momentos no hay un yo detrás
de este amor,
o involucrado.
Pero no es menos amor.
Esta forma de "ser" desaparecerá en cuestión de días, probablemente.
Y volverá el viejo yo, temeroso,
implorando tu aprobación,
mendigando tu estima.
Y será espiritualmente correcto.
Pero ahora, aún no está aquí.
Así que la fuente brota como brota.
Vamos a contemplarla, sin más.
Ya te pediré perdón más tarde, si fuera necesario.
Si miras mis ojos, si me ves,
entonces no hará falta.
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