martes, 12 de septiembre de 2023

Conversaciones incómodas.

 


Sólo mantenemos conversaciones incómodas con las personas que nos importan.

El otro día vi un gráfico piramidal:
Una base amplia de "conversación incómoda",
otra más pequeña encima con la misma etiqueta,
otra más estrecha encima, y otra,
hasta llegar a la cima donde cambiaba el rótulo a
"Relación sana".

Cuando hay conflicto en una relación, una forma de resolverlo es
a través de conversaciones incómodas.
Pero puede ser que a veces no te interese tanto como para pasar por esta situación.
Ahí está la prueba del algodón:
si te merece la pena pasar por un momento incómodo o no.

Es verdad que hay personas evitadoras por naturaleza,
que prefieren perder lo que sea, incluso lo más valioso,
incluso la vida misma, por no hacer un esfuerzo "molesto".
Pero aún en este caso, puede que haya un momento en el que reaccione,
que sienta el impulso de "comprender", duela lo que duela.

Éste es otro elemento a prestar atención
en nuestra vida y nuestro modo de actuar:
en qué medida nos moviliza el comprender
y en qué medida la anestesia del autoengaño.
Ése que siempre encuentra argumentos protectores del "yo"
y sus ideas y creencias.
Sin darle importancia alguna a la incoherencia
en la vida diaria, en las relaciones.

Una vez escuché de boca de una monja budista:
"Qué manía con estar bien!"
Me hizo reír.
Eso sólo lo puede decir una persona que ha aprendido a estar bien en cualquier situación,
no importa las molestias. O las incomodidades.



Dicho esto, hay que recordar que, desde el amor,  
ninguna conversación o situación podría ser incómoda.
Porque desde el amor no hay miedo, no se necesita ser valiente.
Pero cuando hay conflicto
en general suele ocurrir que también intervienen otros sentimientos
(como el miedo, el rechazo, el resentimiento,
la vieja herida personal, etc.).
Así que en las situaciones conflictivas, aun habiendo amor,
también hay otras experiencias ajenas al amor.
Y en ese caso, sí,
hay que pasar por cierta "incomodidad" del yo herido
para resolver desacuerdos y confrontaciones.


Y a veces, también, funciona el silencio, vacío de palabras.
Esto ocurre cuando en el silencio damos espacio al amor
y todos los pequeños choques se disuelven como fuegos de artificio.
Si es así, no hay nada más que hablar.

Pero si el conflicto persiste, si el yo herido permanece herido,
entonces probablemente hay que pasar por las "conversaciones incómodas".

Thich Nhat Hanh propone su propio ritual,
al que denomina "Empezar de nuevo".
Pero éste será un tema para otra ocasión.




viernes, 1 de septiembre de 2023

Feliz continuación.

 



La despierta el canto de las tórtolas.
Abre los ojos y encuentra una explosión de rosas, naranjas y violetas
en las formas de las nubes, bajas, sobre el horizonte.
La luna llena aún brilla con toda su luminosidad
sobre un cielo que ya ha comenzado a aclarar.
Un escenario mágico se despliega ante sus ojos.
El cosmos también cuenta con sus propios rituales de celebración.
No ha tenido que coger el avión o el tren,
ni siquiera la bicicleta para ir a encontrarlo.
Basta con abrir los ojos desde el futón,
levantarse y mirar por la ventana, salir al balcón,
caminar por el pasillo
y acercarse a las vidrieras de la galería.
La envuelve una explosión de luces y colores
que invaden su espacio interior en un arco de 360 grados,
el de su casa de ladrillos y madera
y el de su cuerpo de huesos y músculos.
Un templo y el otro, insuflados de los colores cósmicos,
del templo más grande.
Las gaviotas cantan al vuelo.
Como un estallido de celebración de bienvenida
al nuevo mes que entra.
Un nuevo capítulo lleno de acontecimientos
nuevos.
Feliz continuación.