viernes, 3 de octubre de 2014
Sueños.
Con unas tenazas alguien sacaba pedazos de su interior, trozos de órganos de su cuerpo. Aterrorizada, se despertó, apenas.
Un instante, milésimas de segundo de conciencia de vigilia. Volvió al sueño y la situación era la misma, pero ahora no le dolía ni tenía miedo. No sentía nada.
Bueno, sí, sentía la alegría de no sentir los efectos del karma (de la pesadilla que aparecía).
Después de eso, cada noche se dormía deseando volver a entrar en un "sueño lúcido".
Que madure todo el dolor y no sentirlo.
Que aparezcan las guerras, las enfermedades, la crueldad, los espíritus malignos, sin ningún efecto en la experiencia. Verlos disolverse. Contemplar su vacío.
Contemplar el espejismo, su naturaleza alucinatoria.
No creer en ello era la única manera de derrotarlo.
Como cuando Campanilla perdía la vida si dejabas de creer en las hadas.
Así, el mal (y todos los demonios) pierden su fuerza si ya no te lo crees.
La mirada clara es la única victoria.
Cuando era niña, durante la semana santa solía ver las películas de la tele.
Los romanos perseguían a los grupos cristianos que se reunían para su culto en las catacumbas.
Aunque les dieran la opción de negar sus creencias, centenares de mujeres y hombres y criaturas preferían morir en el circo, devoradas por los leones.
Siempre se preguntaba qué haría ella en una situación parecida.
Y entonces ocurrió. Estaba en medio del circo romano, a su corta edad, con su madre y otras personas. De una de las puertas salió un león hambriento, se paró un momento a mirar a su alrededor y se avalanzó hacia el pequeño grupo de personas, la niña en primera línea. Cuando el león estaba a un palmo, la boca abierta y dispuesta para cerrarse sobre ella, la escena desapareció, como un globo que estalla.
Se despertó con el corazón alterado. Había sido tan real.
Y sin embargo, ahí estaba ella, a salvo y descansando cómodamente en una cama (de no ser por ese sueño).
Pensó: qué desperdicio, sufrir tanto por nada.
Desde entonces, duda de la muerte.
Y si todo fuera una alucinación?
Y cuando sientes el dolor de irte, despiertas y comprendes que sólo era un sueño?
Qué desperdicio,
sufrir tanto
por nada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bueno, los apegos no están nada bien..pero reconozco que ya estaba haciendo falta estas reflexiones!!!! Gracias!
ResponderEliminarGracias por tu feedback.
ResponderEliminarA veces me temo que las experiencias más personales pueden resultar difíciles de entender -o incluso desagradables, propias de "cine gore", como dice un amigo. :(
Gracias y un abrazo.
Yo también te necesitaba Marie, aunque sea sólo un sueño
ResponderEliminarMillón de gracias, he tomado la decisión más difícil de mi vida, ahora debo ejecutarla, y si sólo es un sueño? O una pesadilla? Cómo despiertas de las pesadillas? Cuando empiezo a darme cuenta de que es una pesadilla, deseo despertarme y lo consigo, y digo sólo era una pesadilla. Quiero despertar de esta pesadilla.
Abrazo fuerte
Carolina
Hola Carolina.
ResponderEliminarDespertar no significa necesariamente que la situación desaparezca. Basta con que la dejes pasar, con la mirada consciente (lúcida, despierta).
Te deseo fortaleza, paciencia y una mirada con perspectiva.
Un abrazo muy muy fuerte.
Hay cosas que no se pueden dejar pasar aunque sean sólo un sueño tendré que dejar pasar el dolor de la separación espero consciente lúcida y despierta.
ResponderEliminarTus experiencias son maravillosas nada Gore
Abrazo muy muy fuerte
Te deseo lo mejor.
ResponderEliminarAyer puse la televisión y salió una película sobre una cadena de favores. También, por youtube me llegó un vídeo de más de lo mismo: una persona ayuda a alguien y suelta; la persona ayudada se siente bien y enseguida encuentra la oportunidad de ayudar a alguien. Y así, como una onda expansiva.
No sé por qué te lo cuento. creo que sienta bien.
Ese tipo de conexión resulta muy sanadora cuando una está sintiendo la desconexión de la pérdida, el duelo, el abandono.
Aunque parezca que no tiene nada que ver una cosa con la otra, lo cierto es que el dolor de la desconexión (la soledad) sólo se sana con la experiencia de conexión.
Abrazo y, otra vez, mis mejores deseos.
Hola Marié, hace unos días descubrí que he padecido el síndrome del yaciente, no se si lo conoces. Ha sido la experiencia mas liberadora de mi vida. he vuelto a nacer literalmente. Quería compartirlo contigo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Sonia
Gracias, Sonia.
ResponderEliminarPuedes compartir un poco más tu descubrimiento y de qué manera te ha resultado liberador.
Abrazo y feliz domingo.
Hola, no compartí nada mas porque después de a experiencia liberadora, pasó algo que no comprendo ni pretendo comprender ya, que me llevó a una recaída de un brote psicótico. Ahora estoy en tratamiento. Y a confiar..Un abrazo fuerte!
ResponderEliminar