miércoles, 4 de febrero de 2015

Las semillas del miedo.





El viento azotaba con fuerza las ramas de los árboles y los toldos cerrados en la terraza de la cafetería.
El techo del cielo era gris y amenazador pero al fondo, en el horizonte, se extendía una ancha franja de luz.
(Como siempre, lo que se encontraba ante sí era como una metáfora de su propio interior.)
Se preguntó por qué le llaman "amenazador", al cielo que presagia un estallido de lluvia, purificadora. Por qué no ver un estallido de bendiciones?
Recogió sus cosas y dejó su mesa en el interior de la cafetería, camino del club deportivo.
De camino, vería cómo está el mar, si invita al baño o no, según la magnitud de las olas.
Sin miedo, pensó.
Sin miedo. Que éste sea el título de esta libreta, la bandera de este fragmento del camino.
Sin miedo al frío, a la muerte de los míos, a las pérdidas, a dónde irán mis cosas cuando yo muera.
A dónde iré yo misma, cuando parezca que muero,
A dónde iré, mientras parezca que vivo.




Cada una de sus libretas recogía una etapa de su vida. Pequeñeces de la vida diaria, lo que no se cuenta cuando te preguntan cómo te va la vida, lo que no se recuerda pasado el tiempo. Y esta libreta empezaba a hablar demasiado de sus miedos.
Los miraba a la cara y los desmontaba uno a uno, es verdad, pero volvían a reaparecer, con una forma u otra.
Cuando se lo contaba a una amiga de la sangha, lo entendió a la primera.
"Las semillas del miedo", dijo la amiga.
Eso es.

Ella ya no se preocupaba por las causas aparentes de sus miedos, no se dejaba engañar por eso.
Sólo ponía su atención en el miedo mismo. Las semillas del miedo, aún en su interior.
Y ahí estaba ella (como le había dicho un amigo: al enemigo, de frente), plantando cara.
Entregada.
Contemplando
su propio guión.
Su propio karma.



Dejó la mesa en el refugio de la cafetería y salió a la Plaza del Mar, al viento, al mar.
Sin miedo.
Pensó que ése sería el título de esta libreta.




10 comentarios:

  1. Vivir
    Un abrazo
    Carolina

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  2. La cuestión es que vivimos igual.
    Vivir con miedo o sin miedo, pero ahí estamos, viviendo.
    Supongo que hay que aprender a vivir con lo que toque, en cualquier situación.

    Un abrazo muy fuerte, Carolina.
    Feliz de saber que estás ahí. :)

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  3. En mi experiencia el miedo patológico ha arruinado mi vida, con aspecto de estar viva respirando, pero totalmente desconectada de todo. Lo que llaman un muerto viviente.
    He ido superando el miedo atravesando las situaciones que lo provocan, en especial mi separación ,pensé que moriría en el intento
    Para mi el miedo es un monstruo que hay que mirar a los ojos, si no, te acaba matando.
    Yo feliz de leerte!
    Abrazo muy fuerte:)


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  4. Bueno, yo a eso no lo llamo "un muerto viviente" sino "una persona sufriendo".
    Pasar por situaciones duras puede fortalecer, y, sobre todo, dar mucha confianza en una misma.
    Ya no se asusta una por cualquier cosa.

    Las personas más inspiradoras q he encontrado, personalmente (fuertes, positivas, generosas, amables y sabias), cuando indagas ves q tienen detrás un pasado durísimo.

    (El vestuario del gimnasio es una caja de sorpresas en ese sentido. ;)

    Un abrazo muy fuerte Carolina.
    Y p' amante, como tú sabes.

    Todo mi amor. :)

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  5. Hola Marié,
    Finalmente la vida me ha puesto delante una persona que me está ayudando a través de terapia. En mi caso lo que despierta una y otra vez son memorias de abandono y en consecuencia un gran miedo a la vida y una adicción al sufrimiento. Estamos desmontándolo todo poco a poco a través de permitirme sentir las emociones y aprender a sostenerlas sin escapar de ellas. Me había acostumbrado a intelectualizarlas y ahora la vida y mi propia desesperación interior ya no me lo permiten. Poco a poco, esto va a ser largo pero está siendo efectivo. Por lo menos mucho mas que la medicación y supongo que es porque va al origen. También trabajamos con los sueños y es fascinante la información que va llegando del subconsciente. Mi cielo todavía se ve muy amenazador pero esa lluvia purificadora que comentas la intuyo y sé que llegará. Gracias por seguir compartiendo y permitirme creer que vivir en soledad y feliz es posible. Esa es mi meta. Un fuerte abrazo.

    Sonia

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    1. Ah, y eso de la soledad es una ilusión.
      Ya sabes, como si una célula del hígado o del corazón o del pulgar de la mano derecha se sintiera sola y desconectada del cuerpo.
      Pura ilusión.

      beso.

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  6. Hola Sonia.
    Aprecio mucho tu confianza y tu forma de "exponerte".
    Yo a eso tampoco lo llamo miedo.
    Se precisa mucha sinceridad y valentía para exponerse así. Y un ego enanito. :)

    En fin seguimos en contacto.

    Un abrazo muy muy fuerte.

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  7. siempre que tengo miedo recuerdo una vez que te conté una situación nueva para mi que me daba temor y, tu me dijiste es el miedo que esta brotando no importa la causa el miedo aparece y le pone ese nombre, y es cierto cuando el miedo brota se aferra a cualquier cosa y a veces combatirlo es una tarea muy dura, otras veces solo basta con mirarlo pasar como una nube que se disuelve depende de nosotros mismos,... lo creamos, lo disolvemos, pasa que la mayoría de las veces olvidamos que tenemos ese poder, al menos a mi me pasa

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  8. Veo tu mensaje tarde, Peca.
    Un abrazo.
    A menudo me acuerdo de ti.
    Me alegra que tú también recuerdes cosas del tiempo que compartíamos.

    :)

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