Al principio,
el maestro Lie Zi gustaba de viajar.
Hu Qiu zi le preguntó:
A Yu Kou (el nombre de nacimiento de Lie Zi) le gusta viajar, mas qué placer puede uno obtener de los viajes?
Lie Zi le respondió:
La satisfacción de un viaje consiste en disfrutar de las novedades.
La gente cuando viaja contempla lo que ve; yo, cuando viajo, contemplo los cambios de la naturaleza. Viajar! Viajar! Poca gente sabe lo que es un auténtico viaje.
Entonces, Hu Qiu zi dijo:
Los viajes de Yu Kou son como los de los demás. Cómo puedes decir que viajas de forma diferente? Todo el mundo al ver las cosas ve siempre sus cambios. Dices que disfrutas con las novedades de las cosas y no sabes que el propio yo se renueva también constantemente. Te entregas a viajes exteriores y no sabes entregarte a la contemplación de tu interior, ese viaje. El que viaja por el mundo exterior busca su complemento en las cosas; el que contempla su interior se realiza en sí mismo. Realizarse en sí mismo es el viaje perfecto. El buscar plenitud en las cosas exteriores es un viaje fallido.
A partir de entonces, Lie Zi no volvió a salir de viaje en toda su vida; consideraba que no sabía viajar.
Hu Qiu zi dijo:
Viaje perfecto!
Perfecto viajero es el que no sabe a dónde va.
Perfecta contemplación es no saber lo que se mira.
Todas las cosas son motivo de viaje, todas las cosas son objeto de contemplación.
He aquí lo que yo llamo viajar, lo que llamo contemplar.
Por eso digo:
Viaje perfecto!
Viaje perfecto!
(De Lie Zi.
El libro de la perfecta vacuidad.)
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