miércoles, 16 de abril de 2014
Las monjas del Raval.
Su amigo le hablaba de la entrevista en
la contra de La Vanguardia, a tres monjas católicas que habían cogido un piso para compartir en el barrio del Raval de Barcelona. Juntaban sus pensiones y entre las tres sumaban 600 euros, suficientes para vivir y pagar los gastos de un piso pequeño y muy modesto, de baja renta. Y aún les sobraba algo para invertir en su trabajo.
Su trabajo, a qué se dedicaban las horas del día y de la noche?
Principalmente a ayudar a l@s más necesitad@s del barrio: personas enfermas y ancianas, o en extrema soledad, niñ@s sin recursos, prostitutas, drogadictos, delincuentes... Ellas no juzgaban, decían. Se limitaban a acompañar y ayudar en la medida de sus posibilidades a las personas que sufrían. A veces bastaba un rato de tu tiempo, la mera compañía, una sonrisa, un abrazo, una caricia, recados, gestiones, conectar con los servicios sociales, conseguir un techo, becas, asistencia médica o pensiones para quienes lo necesitaban.
Preferían esto que la vida del convento o el confort de los monasterios.
El amigo tenía que irse, tenía prisa porque había que ayudar en el nuevo local del centro de meditación al que asistía. Llevaban meses de trabajos voluntarios a destajo, busca, localizaciones, reconstrucción, donaciones de dinero. El local estaba quedando precioso, con vidrieras que dan al patio interior y a la calle, nuevas estatuas de Buda bañadas en polvo de oro, ofrendas preciosas, de la categoría que precisan los seres sagrados. Y todo ello, gracias al trabajo desinteresado, las cuotas y donaciones de l@s estudiantes.
Y el otro local, donde se invirtió tanto trabajo, reformas, altares, dinero?...
Bueno, para el beneficio de los seres sintientes, hay que buscar un local más grande y acogedor, en un barrio mejor y más céntrico.
Y aquellas instrucciones del dharma en las que tanto meditamos sobre
"permanecer satisfech@"?
Pero ésta es una insatisfacción "virtuosa", porque queremos ofrecer lo mejor a los Budas, para que nuestros huéspedes, Budas y seres sintientes, se sientan bien recibidos, en un entorno acogedor. Para poder llegar a más gente.
Ella asintió y no dijo nada.
Y pensó en las monjas del Raval.
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Aprendo.
ResponderEliminargracias :)
:)
ResponderEliminarEspero que todo vaya bien por tu vida, Sonia.
abrazo fuerte.
No le presto la mas minima atencion.
ResponderEliminarUna mentirosa, donde la diabla, estara monjeando y la monja, diablando.
Drogadicta.
Que saben, que hacen estas imagenes, pero si se mueren y adornan con ritos estrafalarios un cadaver, de que. Una trampa mortal.
"se mira y no se toca" A titulo de que...No, doctor.
"Que saben, que hacen estas imagenes, que miran, imagine"
Heronan Tapia.
Yo ya estoy pensando en mi familia, que mentira.
ResponderEliminarMarie de verdad, radiante.
"Que saben, que hacen estas imagenes, que miran, imagine"
Heronan Tapia.
Cuídate mucho, HT.
ResponderEliminarLa vida es dura -o blanda, según se mire.
abrazo fuerte.