lunes, 24 de noviembre de 2025

Alucinaciones de la mente.

 


"Crean su propia realidad y luego se torturan con su creencia en esa realidad.
La ansiedad y el miedo que sufren les puede causar muchos problemas.
En lugar de creer ciegamente en sus propias percepciones,
deberían comprobar inmediatamente si son verdad o no.
Por ejemplo, hay personas que oyen gente criticándoles en la habitación contigua aun cuando la habitación está vacía.
Si comprobaran si hay alguien en la habitación y vieran que no hay nadie,
eso les permitiría reconocer que su percepción no es la correcta
y les facilitaría el proceso de poner en duda sus propias percepciones en otras situaciones.
En el futuro se cuestionarían lo acertado o no de la realidad que experimentan
y podrían llegar a reconocer que lo que piensan que está ocurriendo puede ser solamente su propia alucinación.
Pero comprenderán la situación verdadera solo si no creen por completo en su propia percepción.
La creencia total en su propia percepción bloqueará cualquier oportunidad de saber lo que está ocurriendo realmente.
Puede ser peligroso dar por bueno todo aquello que la mente sugiere.
Y mucho más peligroso aún identificarnos con ello."

Lama Zopa Rimpoché está hablando de la esquizofrenia,
de la falsa realidad que pueden experimentar las personas esquizofrénicas.
¿Te suena?
A mí, mucho, aun sin que me hayan diagnosticado oficialmente esta enfermedad.
"Crean su propia realidad y luego se torturan con su creencia en esa realidad."

"Nuestra mente es como un bebé y somos la madre que la protege del peligro.
Tenemos que considerar nuestra mente como un bebé y comprobar constantemente lo que está haciendo."

"Curación definitiva. El poder de la compasión"
Lama Zopa Rimpoché.



martes, 18 de noviembre de 2025

Meditación de bienvenida al día.

 


Abre los ojos después de un tiempo sin tiempo en duermevela.
La meditación en duermevela, cuando la mente sutil parece que se manifiesta,
es la mejor bienvenida que conoce al nuevo día.
Y también de bienvenida a la noche.
La meditación en duermevela, evocando la "ley mística", del sutra del loto.
La manifestación mística en esta vida, aquí, ahora.
El loto que brota del agua encharcada.
En medio de las dificultades, la manifestación mística, la liberación.
El loto que posee dentro de sí al mismo tiempo la flor y el fruto,
la causa y el efecto, el karma y la liberación del karma.
La bodichita se manifiesta en cómo tratas y cuidas a la persona que tienes al lado,
aquí y ahora, sin esperar a un momento futuro de "iluminación".
El nirvana es la vida y la muerte, el acontecer cotidiano;
no hay que buscarlo en otro sitio. Ni en otra vida.
Recuerda, mente. Y cuerpo, recuerda.

Inspira luz sanadora, y su cuerpo (el físico y todos los demás)
se va llenando de luz sanadora.
Exhala humo negro de karma pesado como aguas estancadas.
Exhala el dolor, el conocido y el desconocido. Se vacía.
Inspira luz sanadora hasta convertirse en un cuerpo de luz
sanadora
que se proyecta en todas las direcciones.



sábado, 8 de noviembre de 2025

La alegría también en el dolor.

 


Lo que más duele no es el propio dolor físico, o mental,
o la adversidad que haya que afrontar,
sino la carga adicional que le aportamos.
Incluso con un fuerte dolor físico, o de duelo, de pérdida, o de carencia,
aún puedes extasiarte al contemplar la luminosidad de la luna creciente
o el despliegue de colores del crepúsculo,
el canto de la gaviota en contemplación o el aire y el sol suave en la ropa tendida.
Esto es mucho más difícil cuando convertimos la experiencia en un problema,
si le añadimos un paquete de resistencias de nuestra propia cosecha.
Por ejemplo, las comparaciones:
Este dolor me tiene recluida en casa cuando otras personas están disfrutando en la fiesta del barrio, o de viaje, el estreno de teatro que querías ver y te vas a perder, etc, etc.
Las comparaciones con otras personas o contigo misma en otros momentos de tu vida.
"Este cuerpo no es el que era", "No soy la misma".
También, pensamientos del tipo "esto no me gusta", "otras personas tienen más suerte que yo, una mejor vida", "no lo soporto", "siempre me pasa" (algo malo), o bien "nunca me pasa a mí" (algo bueno).
Conviertes en un profundo sufrimiento una experiencia que podría no ser más que eso:
una mera experiencia, sin calificativos, no dual.

Y, en cualquier caso, pase lo que pase, por qué no aprovechar el instante para tocar a Dios,
y ser Dios, experimentando los diversos matices de esta vida humana.

Las personas comunes son la Ley Mística, dice Daisaku Ikeda.
La "Ley Mística" es otra forma de llamar a la iluminación en sí misma.
Esta ley fundamental está en el propio ser, y si eres consciente de ello
sabes que puedes transcender el sufrimiento en un nivel profundo y manifestar la felicidad genuina.
Es un estado interior que no se perturba ante ninguna dificultad
y te permite vivir de forma que se desarrolle al máximo el potencial humano.
La forma de vivir es la expresión natural de la fe budista.
La bodichita se manifiesta en una actitud de cuidar y valorar a la persona que tienes al lado,
reverenciar a cada persona como el Buda que es.
No hay que ir a otro mundo para ser budas. 
Por el contrario, se trata de establecer un estado de felicidad absoluta e indestructible aquí, en este mundo.
Manifestar la budeidad intrínseca con la forma que cada cual posee, en esta existencia.
Una felicidad absoluta que nada puede destruir.
El solo hecho de estar viva produce felicidad.

Recibió un mensaje de su amiga:
"Mientras tanto, la vida continúa.
X y su equipo siguen cosechando éxitos y aplausos en las presentaciones de su película;
C viaja por Italia con su pareja y luego comparte un día familiar en Sitges con comidas y celebraciones multitudinarias.
La vida continúa.
La salud se manifiesta en otros cuerpos. Y la alegría.
En realidad, la alegría no me ha abandonado a mí,
incluso en esta situación de limitación, dolor y reclusión.
Otra faceta de la vida.
Aún viva. Aún me queda la vida".




lunes, 3 de noviembre de 2025

Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana. (2)

 


La felicidad relativa es un sentimiento asociado a la satisfacción de los deseos y de las necesidades personales. Pero los deseos no tienen límite; aunque momentáneamente una persona se sienta satisfecha, tarde o temprano esos deseos se extenderán a algo más.
En cambio, la felicidad absoluta es un estado en el cual el solo hecho de vivir es causa de gozo y de dicha, independientemente de las circunstancias.
Este tipo de felicidad es generada por el propio sujeto desde su interior; se la llama «absoluta» porque no está condicionada a los factores externos.
Lograr la budeidad significa 
revelar, manifestar y establecer de manera definitiva este estado de felicidad absoluta. 

Ya que vivimos en inmersión en la realidad compleja de este mundo, es inevitable tener dificultades y problemas. Pero, así como una persona fuerte y sana puede escalar una montaña con facilidad, aunque lleve una carga pesada, los individuos que han establecido un estado de felicidad absoluta pueden aprovechar todos los desafíos como impulso para fortalecer su vitalidad y superar las dificultades serenamente.
Para una montañista entrenada, cuanto más escarpado y difícil es el ascenso, más satisfacción le produce superar los obstáculos y llegar a la cumbre. Siguiendo esta analogía, para aquellas personas que, a través de la práctica, han adquirido vitalidad y sabiduría para superar dificultades, el mundo real es un escenario donde crear valor, rebosante de plenitud y de satisfacciones, a pesar de sus muchos aprietos.


Y aún tengo la vida (Miguel Hernández)


(De los principios de la Soka Gakkkai, de Daisaku Ikeda).




viernes, 31 de octubre de 2025

Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana.

 


La mayoría de los sutras y escrituras que se han transmitido en el budismo inciden en que la causa del sufrimiento se encuentran en los propios deseos mundanos o pulsiones originadas en la ilusión.
Así pues, la única forma de eliminar el sufrimiento es extinguir tales impulsos o deseos.
El propósito de estas enseñanzas era la liberación (un despertar espiritual para trascender el sufrimiento) a través de cumplir numerosos preceptos (reglas de disciplina) y de mantener una sucesión de prácticas y aprendizajes intensivos.
Sin embargo, en la búsqueda de un estado completamente exento de sufrimientos, las personas terminaban deseando la aniquilación de su yo físico y psíquico, para escapar así del ciclo de nacimiento y muerte, y no tener que volver a renacer en este mundo.
Esta filosofía, en última instancia, equivale a una negación completa de la vida.
Dichos sutras enseñan que las personas corrientes solo pueden llegar a ser budas si aprenden, practican y adquieren los aspectos iluminados del Buda histórico, a lo largo de muchísimas existencias sucesivas.
Sin embargo, el Sutra del Loto revela que todos los seres poseen en forma intrínseca la naturaleza de Buda, es decir, la sabiduría y el amor compasivo que caracterizan este estado, y que es posible manifestar la budeidad desde adentro.
Hasta las personas comunes, cuya vida transcurre dominada por los deseos mundanos, agobiada por el peso del karma y debilitada por el sufrimiento, pueden manifestar la sabiduría de la iluminación del Buda, liberarse del pesar y adquirir una emancipación plena, si toman conciencia de que el estado de Buda existe dentro de su propia vida y se iluminan con respecto a esta realidad.


Una existencia atormentada por los deseos y los sufrimientos mundanos puede ser una vida de libertad ilimitada, resplandeciente de sabiduría iluminada, tal como es.
Esto es lo que afirma el principio budista de que «los deseos mundanos son la iluminación».
Pero tenemos que activar en nuestro propio ser la sabiduría para vivir plenamente, valor y confianza para enfrentar y superar las adversidades, y amor compasivo para procurar el bienestar de los demás seres.

«Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana» significa que, aunque estemos sufriendo por la dolorosa realidad del nacimiento y la muerte, podemos manifestar en nosotros mismos el estado de vida sereno que caracteriza la iluminación del Buda (nirvana).

Los principios que afirman que «los deseos mundanos son la iluminación» y «los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana» nos enseñan que cuando la fe en la Ley Mística es nuestra base, podemos vivir de manera constructiva y dinámica, transformando cualquier problema o aflicción en una causa de felicidad y de crecimiento.

(De los principios de la Soka Gakkai, de Daisaku Ikeda).




jueves, 23 de octubre de 2025

Sobre el pensamiento que crea la experiencia.

 


"Primero tenemos que eliminar el pensamiento que ve la situación como un problema
y establece el pensamiento de no aceptarlo.
Segundo, tenemos que generar el pensamiento que ve el problema como algo positivo
y establece el pensamiento de aceptación.
Cuando somos capaces de mirar a los problemas como una fuente de felicidad,
el sentimiento de aceptación surgirá de manera espontánea".

(Curación definitiva. Lama Zoma Rimpoché)


Cuando era pequeña ocurrió un acontecimiento que trastocó toda su vida conocida
y la catapultó hacia otro lugar.
Entonces surgieron algunos mantras que hizo suyos:
"Cuando nada tienes, nada puedes perder"
(creo que lo sacó de alguna canción de Bob Dylan).
Y otro: 
"En esta vida lo importante no es la felicidad
sino la sabiduría".
Debió generar mucha fortaleza en su adolescencia y juventud, al no contar con la expectativa de la felicidad.
El objetivo era simplemente afrontar los acontecimientos que aparecían
y comprender su significado, si era posible.
Afrontarlos y tirar p'alante. Ni siquiera es una elección.
Con el paso del tiempo, en medio de un baile en el Casal de La Floresta,
escuchó aquel estribillo de Gato Pérez:
"Si tú no tienes felicidad, de sabio no tienes ná".
Y fue como una realización inesperada
que otra vez lo cambió todo, de golpe.
No existe sabiduría sin felicidad.
La prueba del algodón de la sabiduría es la felicidad, en cualquier circunstancia,
da igual si no tienes nada, o si lo tienes,
o si lo pierdes todo, o parte.
La prueba del algodón de la sabiduría es la ecuanimidad (sin apegos, rechazos o indiferencia),
la mirada que transciende las ilusiones y espejismos.
No conoce otra manera de tocar la libertad.




martes, 21 de octubre de 2025

El amor es la atracción espontánea a la Unidad que somos.

 


Morihei Ueshiba sentía que había algo que no acababa de identificar en su práctica del aikido
(a pesar de su técnica, dicen que imbatible).
Hasta que un día cuando golpeaba el aire en solitario con su bokken
sintió algo extraño que él mismo describió como "temblar el universo",
"un espíritu alado que envolvía su cuerpo,
estando plenamente consciente del espíritu de Dios".
En aquel momento, el maestro Ueshiba comprendió que la fuerza de las artes del budo
es el amor a Dios
y el espíritu de una protección de amor
que llega a todos los seres humanos.

(Los grandes maestros del Budo. José María Fraguas).


Era el mes de septiembre y ya se había convertido en un hábito irse unas semanas de retiro, preferiblemente en soledad.
Alguna vez había pedido una caseta en la zona de aislamiento en la montaña del monasterio budista tibetano de Dag Shang Kagyu, en Panillo, Huesca.
Otras veces una celda en un convento católico, de monjas de clausura, en Sigena,
o en el Santuario del Pueyo.
En esa ocasión el monje budista tántrico Lama Djampa Gyatso (Idili Lizcano)
le había ofrecido un refugio de madera en la Garrotxa.
A su amigo le parecía que iba a estar demasiado tiempo aislada y que podría ser duro.
Recuerda que estoy contigo, se despidió, con un fuerte abrazo.
Y si necesitas que pase a recogerte en cualquier momento me lo dices y allí estaré.
Ella se sorprendió.
Pero qué dices? ¿Sola? ¿Duro?
Pero si voy a mi luna de miel con Dios.

Desirà l' amic soliditat
i anar a estar tot sol
per çó que hagués companyia de son amat,
ab lo qual està tot sol
entre la gent.

(Ramon Llull)


El amor sagrado tiene una gran fuerza, dice Consuelo Martín,
una fuerza desconocida en la vida habitual.
Generalmente, el amor movido por las emociones es egocentrado, busca conseguir algo.
Quizás la valoración, sentirte especial o simplemente evadirte de otras cuestiones.
A ese juego falso le llamamos amor y con ese sustituto nos conformamos mientras desconocemos el verdadero.
Desde luego, los seres humanos preferimos ese sentir interesado y egoico al odio.
Y así vamos atravesando la vida con sucedáneos, sin tocar el Amor.
El amor, para ser verdadero, ha de ser la atracción espontánea
a la Unidad
que somos.




domingo, 19 de octubre de 2025

Personas mayores que viven solas.

 



Tenía ochenta y muchos años y la veía venir a su baño diario en el mar.
Sonreía mucho.
Aquel día coincidimos en el vestuario, como tantas otras veces.
Qué, ya vas a la playa?, le pregunté.
Sí, dijo, pero solo a caminar, hoy no me baño.
Vengo del dentista, que me tenía que hacer una extracción y me ha sacado nueve piezas de golpe -dijo, con su sonrisa inmutable-. Me ha dicho que no me bañe en el mar hoy, por el riesgo de infección, si me entra agua.
Luego me contó que un par de noches atrás se había desmayado en casa,
perdió el conocimiento pero luego regresó, bromeaba.
Lo que más me duele es pensar en la cantidad de personas mayores que viven solas, comentó.
Yo también vivo sola pero yo soy fuerte.
A punto de cumplir los 90 y mírame, yo soy fuerte.
Lo que más me entristece es pensar en la cantidad de personas mayores que viven solas
y si les pasa algo, un desmayo, lo que sea, nadie se entera.
Luego se despidió y se fue a la playa a caminar por la orilla
con los pies descalzos, que le sienta tan bien.
Era un día de cielo cubierto, bien entrado el otoño.

A veces te encuentras con personas que son un derroche de sabiduría, compasión y amor,
lo cual seguramente es lo mismo.
Quizás no se adscriben a ningún camino espiritual, las mueve el simple sentido común.
El budismo es mera sensatez, decía Nichiren Daishonin.
Nadie lo ha inventado, es como la vida es.
Pero hay personas que no han escuchado o leído enseñanzas budistas
y respecto a las religiones que conocen, tienen sus reservas, dadas algunas trayectorias históricas.
De dónde sacan esa fortaleza y el coraje para vivir sin miedo?
Del amor, solo del amor.
No hay otra fuente de energía para mantener la vida
que funcione como funciona el amor.
El amor que te fulmina como un rayo (todos los miedos egocéntricos)
y te hace grande.





viernes, 17 de octubre de 2025

Sobre la salud y la enfermedad.

 


Vivir como en un viaje.
Y vivir
el viaje.
Un viaje de autodescubrimiento, un "pilgrimage", una peregrinación.
Pero un viaje al fin. La misma provisionalidad.
Usas las cosas, aquí y ahora; luego no estarán.
Usas el cuerpo, de la misma manera, este vehículo.
Lo cuidas, dentro de tus posibilidades;
a veces parece que lo haces bien y otras no tanto.
Caminas por la casa, tan provisional.
Como este cuerpo, otra casa.
También se quedará aquí, pero mientras te toque ser la cuidadora, ya sabes tu función.

Lama Zopa Rimpoché dice:
"No tener una enfermedad grave ahora es lo mismo que tenerla.
La muerte puede aparecer en cualquier momento".
Y de hecho, aparecerá.
Para el acontecer del universo, da igual que ocurra unos años antes o después.

"Nuestro apego (al cuerpo y a todo lo demás) está basado en un concepto de alucinación".

"Estar sana o no estarlo es prácticamente lo mismo,
si usamos todo lo que experimentamos para beneficiar a otros seres vivos".
Si toca la salud, qué hermosa experiencia de plenitud física, si eres consciente,
y si no toca, qué hermosa oportunidad, también.

"Tenemos la oportunidad de usar nuestra enfermedad para ir de felicidad en felicidad,
hasta la felicidad absoluta de la iluminación total".

(Curación definitiva. Lama Zopa Rimpoché).





domingo, 5 de octubre de 2025

La epifanía.

 



El autor y protagonista de la novela salió a la calle cuando sintió ese gran temblor y explosión,
para ver los efectos de lo que debía ser otra bomba, que ya era parte de la vida cotidiana en esta guerra.
Pero esta vez el escenario era devastador, aún más de lo habitual, diferente.
Se puso a caminar y era como una visita a los infiernos,
casas y calles destruidas, cuerpos sin vida, supervivientes con caras quemadas, hinchadas, deformadas.
Era poco más de las 8 de la mañana del día 6 de agosto de 1945, en Hiroshima.
El protagonista camina contemplando con atención este paisaje infernal,
aparentemente sin salida, sin refugio seguro a donde llegar.
Y de repente tiene lugar lo que él llama una "epifanía", la liberación,
como si tocara con las yemas de los dedos la alegría definitiva.
Así lo recuerda el autor, que vivió en primera persona los efectos devastadores de la primera bomba atómica en este planeta.
Ella pensó:
Si puedes vivir una experiencia mística tan transcendente en una situación como ésta,
la puedes sentir en cualquier lugar, en cualquier momento, no importa la intensidad del dolor.
Desde entonces siente que esa puerta está accesible en cualquier instante del día,
no importa la situación.




lunes, 29 de septiembre de 2025

Consumo consciente.

 


El último de los cinco entrenamientos de Thich Nhat Hanh consiste en el consumo consciente.
De qué me alimento (comida, conversaciones, información, cultura, pensamientos...),
qué nutrientes elijo en mi vida.
¿Me hacen más fuerte, sabia y feliz
o me debilitan?
Qué semillas nutre en mí cada objeto de consumo,
las de la alegría y el amor
o las del miedo?

Quizás te lo planteas de otra manera:
Dónde busco la fortaleza, dónde encuentro mi refugio en medio de las adversidades,
o bien, qué situaciones disfruto en mi día a día,
qué le da sentido a mi vida?

Cualquiera que sea la pregunta, es una buena pregunta
y merece la pena prestar atención a las respuestas.


PD: No se trata de vivir fuera del mundo
sino de ser consciente de cómo nutres
y gestionas
los aconteceres de este mundo
y de esta vida.




martes, 9 de septiembre de 2025

Sobre el retiro y el regreso a la vida diaria.

 



Previamente a la sesión de meditación, la maestra explicaba el motivo de las periódicas propuestas de retiro, que podías llevar a cabo también por tu cuenta, organizándolas en base a tus circunstancias personales.
Decía:

¿Comprendes la necesidad del retiro en soledad?
Necesitas la soledad, la meditación y la lectura o cualquier otro nutriente inspirador
para generar la bodichita, o la renuncia, la compasión, la liberación,
lo que sientes en un momento dado como tu tabla de salvación, el refugio.
Nutrirlo en soledad.
Integrarlo, estabilizarlo, darle fuerza
hasta que circule por la sangre en tus venas o el oxígeno en tu cuerpo.
Por eso el retiro.
A solas o bien con el apoyo de la sangha, las condiciones que comparten tu visión
y la favorecen.

Y tan importante como el retiro es, luego, la interacción,
el terreno de práctica (esa otra práctica), la prueba del algodón.

Pero has de estar presente en cualquier situación:
en el retiro (sin distracciones, conscientemente presente)
y en la interacción,
testigo sin juicio del dolor que mueve tus actos,
y también cuando no es así,
cuando duele menos
o menos tiempo.
Y cuando ya no duele.




jueves, 4 de septiembre de 2025

Sobre la fortaleza y el amor.

 


Reivindicas la fortaleza cuando aún no estás en la alegría y el amor.
Desde el amor no necesitas ser valiente, todo fluye de manera natural.
No existe amenaza de la que protegerse.
Desde el amor la ecuanimidad lo abraza todo
y la no-dualidad no es un terreno que explorar, es
como son las cosas.
Desde el amor (universal) no hay miedo, ni sufrimiento.
Escríbelo en un papel con letras muy claras y ponlo en la puerta de la nevera, decía Guenla Kunsang:
"Si amas, no sufres. Si sufres, no amas".

Quizás lo cuestiones, esto que digo.
No lo digo yo sola, lo dice Kunsang, el Dharma y muchas otras tradiciones,
espirituales, filosóficas, incluso psicológicas si me apuras.
Quizás lo cuestiones porque no se adecúa a la experiencia de amor que conoces,
imbuida de celos, control, miedos, preocupaciones, 
sufrimiento en definitiva.
Quizás pienses que esto que digo puede ser válido para el denominado "amor espiritual",
pero no para el amor mundano.
Que le falta el apellido (espiritual, universal).
Pero el amor es amor, sin marca de familia.
O es amor o no lo es, y entonces es otra cosa:
miedo a la soledad, necesidad de control, exigencias narcisistas,
rechazo a que sufran los "tuyos", egocentrismo... Ponle nombre.

El amor, en cualquier situación y circunstancia (mundano, espiritual) es amor.
Y te iguala (no eres más, ni tienes más derechos que la otra persona).
Te cambia (sus intereses son importantes, su felicidad y su libertad, no sólo las tuyas).
Y eventualmente te fulmina como un rayo,
y el yo ilusorio desaparece.
Te hace libre.

Llegada a este punto cerramos el círculo y estamos en el lugar donde empezábamos.
Quizás ahora necesitas la fortaleza para afrontar la vida; está bien, hazte fuerte.
Cómo?
El amor te ayudará a desarrollar fortaleza,
la compasión
te ayudará
(la compasión que te iguala;
no es una cuestión individual, todos los seres mortales compartimos la misma realidad sufriente).
Y, para tu sorpresa, una vez que has llegado al amor, 
la fortaleza es como una barca que te ha llevado a la otra orilla.
Y una vez que estás en la otra orilla ya no necesitas cargar con la barca, que ya ha cumplido su función.

Desde el amor no necesitas ser valiente para afrontar las situaciones duras que no deseas
porque la ecuanimidad te permite fluir de una manera natural en la no-dualidad.

Ya sé que suena tópico pero parece ser así:
que el amor es el camino.
Y quizás no hay otro.



Dedicatoria:
Que el resto de la vida que me queda por vivir
el amor sea la bandera
y el timón.
No el miedo.
Ni el ego.


domingo, 24 de agosto de 2025

La renuncia.



Eligió como objeto de meditación la renuncia.
Se sentó bajo el cielo cubierto,
receptiva al aire suave en la piel y el canto de las golondrinas o su silencio al vuelo.
Consciente de la quietud, física y mental.
Nada que hacer, ningún lugar a donde ir.

Se planteó la motivación para esta práctica:
la estabilización de la renuncia, la libertad.

En la fase analítica investigó el significado del objeto de meditación.
No renuncias a las cosas o situaciones que se manifiestan
sino a necesitarlas
para ser feliz.
Y, de esta manera, conectar con la libertad que transciende cualquier escenografía.
Renuncias a las cadenas de apegos/necesidades (que generan sufrimiento si no las tengo)
y aversiones/rechazos (que me hacen sufrir si están presentes).
Y por qué no lo hago naturalmente?, se preguntó.
Por qué esta preocupación por la pérdida, como si la vida no continuara en ausencia de cualquier escenario, antes presente, aun virtualmente presente, como una mera idea de posesión.
Por qué la preocupación por las situaciones que no deseo, este dolor?
Por qué le doy tanta importancia a objetos y situaciones innecesarias,
hasta el punto de arrebatarme la paz, la alegría y la salud?
Si le doy tanta importancia a las pequeñas cosas que ocupan mi vida,
más que a la vida misma,
es porque no he reconocido la gran importancia de la vida en sí,
la vida que continúa y transciende a cualquier situación.
Como cuando vives en el amor, que las pequeñas miserias no te afectan ni marcan tus respuestas.
O cuando tienes un objetivo en el que crees, que las pequeñas o grandes dificultades del camino son meros pasatiempos.
Cuando valoras la Vida en su magnitud,
los pequeños apegos, pérdidas, contrariedades,
no tienen la fuerza para desenfocar tu atención, o distraerte.
La renuncia implica despojar de su poder a las manifestaciones traviesas de los maras, a sus pruebas y provocaciones.
Porque la Vida en grande, ese milagro, es lo que acapara toda la atención
y concentración.

La renuncia conecta directamente con el significado de la preciosa existencia humana,
esta oportunidad para despertar,
para la liberación, para sanar definitivamente esta mente enferma (la purificación).

Suelta la meditación analítica y se concentra en la experiencia de libertad,
de amor valiente a la Vida, la alegría de simplemente existir.
La liberación de cadenas y barrotes, que se disuelven como en un sueño que cambia de fase.
Y mora durante un instante eterno en la libertad sin miedos
de la renuncia.

Antes de regresar a la vida mundana
toma la resolución de mantener estabilizada esta experiencia de libertad
a lo largo del día.
Y no olvidarla.



martes, 12 de agosto de 2025

La preciosa existencia humana (3)

 


Las 9 de la mañana y regresa a la sombra del terrado mientras se seca el suelo de casa.
Ha pasado el mocho como si limpiara su mente, del polvo, las semillas contaminantes e impurezas.
Ha cambiado el agua del cubo como cuando medita en la respiración,
desprendiéndose de la suciedad que se disolverá en las cloacas
como el humo negro de la exhalación se aleja y se disuelve en el espacio.
Saldrá pronto de casa y cabalgará la bicicleta camino del mar, cargando esta tristeza.
Ha vuelto a ver esa escena de "La lengua de las mariposas".
Últimamente gran parte de las escenas que le llegan son como nutrientes colmados de aflicción, hirientes.
Este sueño de la crueldad humana, la destrucción, la violencia.
Cuando me toque irme de aquí no me iré triste, repite como un mantra.
Cuál era la meditación oponente?
En la preciosa existencia humana, se responde una vez más.
El amor, el disfrute, la compasión, la empatía, la solidaridad, los cuidados.
La reverencia por la vida.
Como una lucha entre el terror y la bondad.
Te toca quedarte aquí y luchar un poco más, en esta contienda (el odio o la vida).
Pero no te olvidas ni por un momento en qué bando estás.
Que no seas de quienes siembran terror, ira, violencia, resentimientos, culpas, etc,
ni en el mundo grande ni en tu pequeño mundo personal.
Mantente vigilante, si puede ser.

"Compongo estos textos para adiestrar mi propia mente".
Shantideva:
Comprometerse en acciones del bodisatva.
Compendio de adiestramientos.





martes, 5 de agosto de 2025

La preciosa existencia humana (2)

 


Puedes hacer tu propia lista de disfrutes:

- El placer de encontrar a la luna en cuarto creciente
desde la hamaca en el terrado, al frente, en el cielo abierto,
o bien en el marco de la ventana, al abrir la puerta de casa.

- El placer del despliegue de la puesta de sol sobre el horizonte de montaña,
una sucesión de nubes como líneas paralelas, rosas, grises, naranjas, azules y violetas.

- El placer del aire de la montaña en la piel, el canto y el vuelo de las golondrinas.

- El placer de hacer y degustar la crema de remolacha recién aprendida, con jengibre y limón.
El hummus de aguacate.

- El no-miedo, el arrojo, la confianza.

- El placer del día vacío, el retiro, el refugio,
la lectura, la escritura, la contemplación.

- El placer de salir de casa sabiendo que volverás y aquí seguirá,
disponible, abundante, como un cofre de experiencias profundas.

- El descanso, rendirse, la entrega.
El viaje a la mente sutil.

- La cortina de fuego en que se ha convertido el cielo sobre la montaña del Tibidabo.

- El brillo de la luna, más poderosa conforme cae la noche
y el espacio celeste pierde su luz.

Cada día hace una lista de los regalos de la jornada.
Y a lo largo de la jornada también va tomando nota sobre la marcha.
Los celebra.
El aroma del café que encuentra al despertarse flotando en la casa,
de alguna vecina que se anticipó.
La tortilla de guisantes con ajos tiernos y romero de Collserola,
los ingredientes ecológicos, los cuidados, la ofrenda.
Las notas del saxo tenor que vuelan desde alguna ventana del vecindario.
El silencio.
El amor.
La sabiduría de desaparecer.
Esta preciosa existencia humana.


Leyó:

Para desarrollar el espíritu de la iluminación, básicamente son importantes dos cosas:
1. Meditar en sus beneficios, temporales y definitivos.
2. Intensificar el deleite que proporcionan esos beneficios
y, ya mismo, la propia meditación,
desde lo más profundo del corazón.
Deleitarse desde lo más profundo del corazón.
Las causas que empezarás a crear son inagotables (en tu actitud, acciones, experiencias).
Tu manera de vivir cambia.
Tú cambias.

(De El Gran Tratado de los Estadios en el Camino de la Iluminación,
Lama Tsongkapa).




domingo, 3 de agosto de 2025

La preciosa existencia humana.

 



¿No te has cansado de oírte decir tantas veces "Tanto esfuerzo para tan poco"?
Con la práctica del dharma la frase puede darse la vuelta:
"Tan poco esfuerzo para tanto".
(Ecos del pasado)

Hay momentos en que lo sientes así:
Nada que hacer, ningún lugar a donde ir (esfuerzo cero),
y la alegría de vivir es tan profunda...
Tan poco esfuerzo para disfrutar tanto
de esta preciosa existencia humana.
Qué ha pasado para que de repente no hagan acto de presencia aquellas viejas afirmaciones, tan familiares:
"Esta vida tampoco es como para tirar cohetes",
o bien, "No me voy a ir triste de aquí, llegado el momento".

Recuperaba aquel viejo objeto de meditación
del baúl de los recuerdos de su trayectoria.
Entonces, tomaba aquella meditación del lamrim, en la preciosa existencia humana
y sentía brotar la alegría como una fuente serena y abundante,
la fortaleza, la confianza.
Ningún mara la subyugaría, ningún infierno.
Esta preciosa existencia humana como el mejor dojo para el aprendizaje, la práctica, la estabilización.
Contemplar cómo se desarrollan los reflejos, la anticipación, la mirada periférica, la visión.
El no-dolor. El no-miedo.
El gran gozo de la disolución, como agua vertida en agua.

Entonces, cuando viajaba, se llevaba el cinturón negro, para no olvidar
(la responsabilidad, el compromiso, la consideración y el sentido del honor)
y el cinturón blanco, también para no olvidar
(la mente de principiante, el largo camino por delante
lleno de aventuras y realizaciones por descubrir).

Ayer es hoy mismo.
Todo está aquí.



jueves, 10 de julio de 2025

Verano 2025.

 


El cielo se ha cubierto, y es un respiro para las criaturas aquí abajo.
No sabe de dónde procede esta debilidad, quizás de la pereza,
o la pereza de la debilidad.
Pero el hecho es que siente que ya está bien donde está.
En lo alto de la atalaya, este mirador,
el aire gris a las 9 de la mañana,
a ratos como un abanico invisible, refrescante.
El concierto de golondrinas y vencejos.
El libro, un cofre de cuentos milenarios japoneses,
donde el mundo sin forma se hace uno con el mundo de la forma,
transcendiendo las apariencias.
La libreta donde verterse, esta eterna indagación.
Nada que hacer, excepto la contemplación;
ningún lugar a donde ir.
Pero sólo es así en el instante eterno,
después de un instante eterno aparece otro:
el camino hacia la bicicleta, pedalear el trayecto al gimnasio,
los estiramientos, los ejercicios tonificantes,
los encuentros, el interser.
El baño en el mar,
desplazarse en la piscina, una y otra vez, bajo el planear de las gaviotas,
aligerado el cuerpo de su peso, el descanso, los cuidados.
Cuidar el cuerpo como cuidas la casa, el hogar sagrado, mimarlo, amarlo,
la manifestación en sí misma, el nirmanakaya.

Nada que hacer, tan lleno.
Ningún lugar a donde ir, tantos
aquí mismo.
Silencio, un instante para el silencio
y la quietud.
Celebrar el silencio y la quietud,
volcarse, desaparecer.

Entre celebraciones, tantas celebraciones sociales (cumpleaños, aniversarios)
en el culto al yo pequeño, a la pequeña historia,
nutriendo la red de afectos que nos sostiene,
entre celebraciones y brindis por el interser
persigue espacios para la celebración del no-ser,
la disolución, el descanso
definitivo.
Aquí mismo.



lunes, 23 de junio de 2025

He llegado, estoy en casa.

 


Dar cada paso no para llegar a algún lugar
sino como si ese mismo instante fuera el objetivo, el propósito.
Thay dice: Lavar los platos no para que estén limpios, sino sólo lavarlos.
Y también dice:
He llegado, estoy en casa.

Hacer cada cosa a lo largo del día no como un trámite o una gestión
sino como un ritual en sí mismo. La celebración.
Aquí y ahora, al salir de la cama, al lavarte los dientes o preparar el desayuno,
entonces también la temperatura del día en la piel, el canto de los pájaros
como la banda sonora, este cuerpo presente,
y la mente, la contemplación.

En su viaje en el barco, el autor menciona el aburrimiento:
Estaban las formas de las olas y de las nubes, los colores del cielo, la brisa,
pero no había poetas para contemplarlo.




miércoles, 11 de junio de 2025

La impermanencia, la vulnerabilidad.

 


La vulnerabilidad.
Si ya nos estamos yendo.
Esta nube en el cielo no es la misma que la de hace unos instantes.
No permanece siendo la misma ni un sólo segundo.
La impermanencia es parte de su naturaleza, de su esencia.
Es lo que es
la nube, mera impermanencia.
Pero también es más cosas.
Y ahí está, cambiando, siendo otra en cada fotograma,
hasta su disolución en el espacio vacío y claro.
Así este cuerpo y esta mente, una nube en proceso de disolución.

Toma el antiinflamatorio como toma la papaya o el zumo de limón en el agua tibia,
como si fuera el néctar sagrado, que lo es.
Aquella gota que atraía del pequeño bote con la yema del dedo corazón y disolvía en su paladar,
en los rituales del alto yoga tantra,
y luego en su santuario personal.
Entonces compartía la ceremonia con su hija pequeña, ligeramente modificado,
el néctar sagrado convertido en un nutriente de "salud, sabiduría y amor".
Ahora convierte la cápsula, como los trozos de piña en su plato,
en el néctar sagrado: salud, sabiduría y amor.
Inshal.lá.
Que se haga tu voluntad.
Qué otra cosa podría ocurrir?
Ninguna que tenga que ver con tu voluntad personal.
Así que regresa a su viejo mantra, otro: "Quítate de en medio".
Pequeño yo, no tienes nada mejor que hacer que la entrega. La rendición.

Cuando era pequeña vio una viñeta que la conmocionó profundamente.
Minimalista, apenas unos trazos de lápiz.
En un inmenso océano vacío, la página en blanco,
las protagonistas son dos olas, una pequeña y otra gigante.
En el bocadillo, la ola grande le dice a la pequeña: 
"No te da vergüenza ser tan poca cosa,
mientras yo soy grande, fuerte y poderosa".
En el trazo, tanto la ola pequeña como la grande ya están iniciando su retorno al mar.

Luego leyó el soliloquio de Segismundo en La vida es sueño, de Calderón.
Y más tarde, cuando empezó a escuchar las enseñanzas budistas, le pareció entender mejor.

Mientras tanto, la vulnerabilidad, la impermanencia,
porque las condiciones no dejan de cambiar,
y el conjunto de condiciones de un momento dado
propicia la manifestación en ese momento,
y conforme las condiciones cambian la manifestación cambia.
Y sobre las condiciones, algunas parece que están en tus manos,
otras, explícitamente no.

Mientras tanto, la ola (grande o pequeña)
continúa imparable su trayecto de retorno
al océano.



domingo, 8 de junio de 2025

No estás triste, estás distraída.

 


Como las fotos en el móvil, que retornan aleatoriamente, sin buscarlas
(de salidas y puestas de sol, mares y montañas, la gaviota junto a la bandeja del desayuno),
parece que aleatoriamente regresan los textos recogidos en los viejos diarios de papel.

Éste es uno de ellos, en el que se recordaba a sí misma:
"No estás triste, estás distraída".

Y venía a decir algo así:

Esta tristeza que se manifiesta como falta de energía.
O esta falta de energía que se manifiesta como tristeza.
Frustración. Insatisfacción.
Al final es lo mismo.
Tienes una buena salud, relativa pero funcional,
que te permite caminar durante horas por la montaña,
darte un baño en el mar en cualquier época del año;
ojos para ver amaneceres y atardeceres,
y el paisaje celeste como una metáfora de la vida,
impermanente, siempre en transición.
Oídos para escuchar el canto de los pájaros,
la presencia de los pájaros, parte del vecindario del barrio,
en las calles, en el terrado, en el balcón.
Aún puedes comer y degustar el campo en tu plato, el cosmos,
desaparecer en la ofrenda que se te regala.
Tienes un techo que te protege del sol hiriente del verano
y el frío del invierno.
Tienes comida en la despensa, y en la nevera.
Una vida de múltiples relatos, que se ha ido haciendo en la trayectoria
y nuevas vidas como afluentes, primero,
como ríos en sí mismos,
que siguen construyendo vidas, con su propio guion, su propio karma.
Tienes una red de afectos que nutren tus días.
Qué es lo que falta?

Y aparece una vez más la misma respuesta de siempre.
O dos, que son la misma.

1. Inactiva la "cocina mágica" en el centro del pecho, o del hara,
que no realiza su función de cocinar amor ininterrumpidamente, día y noche.
Has dejado de cocinar amor.

Y 2. Aquel toque de atención: "No cambias".
La identificación excesiva con este pobre personaje separado, tan frágil,
tan necesitado de tanto.

La "cocina mágica" que produce amor destruye con su fuego
las pequeñas preocupaciones del yo separado,
porque el amor se proyecta en todas direcciones y te hace grande, extensiva, envolvente.

Es lo mismo.

El amor que te hace ver la vacuidad del pequeño yo. Esa libertad.

Te has estancado en el paso previo y la "cocina mágica" no acaba de arrancar.
Y aquí estás, muriéndote de hambre ante una mesa repleta de abundancia,
como un espíritu ávido más.

Hasta que el fuego vuelva a prenderse y el fantasma se disuelva
y la venda caiga de los ojos
y vuelvas a ver con la mirada que ve,
la mirada de sabiduría.

No es que estés triste, es que has olvidado, por un momento.
Sólo estás distraída.

El Jose: Me falta algo.




viernes, 16 de mayo de 2025

Aquí, ahora.

 


Poco a poco, paso a paso.
Realiza las rutinas diarias como si cada eslabón de la cadena fuera nuevo,
cada fotograma fresco y nuevo, recién nacido.
El maestro zen Thich Nhat Hanh dice:
"No lavas los platos para que estén limpios, los lavas para lavarlos".
Simplemente lo haces, sientes el agua en las manos, la abundancia
de tener el acceso al agua.
Y conforme limpias el plato se limpia tu mente.
El plato, la mente, no hay diferencia.

Abre la puerta del balcón después de la noche, no para airear el cuarto,
simplemente la abre, y entra el día.
Hace la cama no para que esté más bonita.
Pasa la mano por la sábana bajera y acaricia el cuerpo que abraza sus sueños en la noche,
acaricia el cuerpo que la acaricia
y vuelan los restos de fantasmas nocturnos, ya olvidados.

Cuando estás presente, lo que haces, o no haces, ya es en sí el objetivo,
no es ningún peaje que haya que pagar o realizar con miras al futuro.
Es puro presente, pura presencia.




viernes, 9 de mayo de 2025

El problema es que no cambias.

 


Últimamente recuerda a menudo a su viejo maestro, cuando solía decir:
"El problema es que no cambias".
Alguien podría pensar: "Con todos los cambios drásticos que se han producido en mi vida,
cómo puede decir eso?"
Pero a ella le parecía que el maestro quería decir otra cosa:
el problema es que no cambias, que no das el salto,
que no sueltas a tu pequeño yo separado, preocupada por sus intereses.
Estás cambiando el personaje, quizás incluso lo estás mejorando un poco, pero eso no es suficiente.
El problema es que no dejas de identificarte con tu pequeño yo separado.
Y no cambias. No cambias de "yo".
Y cómo sabes que has cambiado, o estás en ello?
Lo notas por la alegría, el no-miedo. La experiencia de libertad.
El amor.
Éstas son algunas de las señales.
Lo llaman "liberación".

Ella nota que últimamente se impacienta a menudo con las tendencias egoístas que percibe en ella misma, o a su alrededor.
Los miedos, la tacañería, la avidez
(la práctica de "tomar y dar" al revés,
la tendencia a dar poco y considerar que todo te pertenece).
Las preocupaciones fantasmas, las especulaciones y divagaciones mentales y verbales,
el culto a la amenaza
y el culto al sufrimiento, a padecer.
La mente descontrolada creando infiernos, aun cuando no se manifiesten;
la dificultad para la apreciación y la gratitud hacia los regalos de la vida
que sí se manifiestan.
Quizás surge, en parte, de cierto sentimiento de culpa por nuestra indiferencia ante los infiernos ajenos,
que hace que vivamos con un miedo pusilánime y mortal a que un día nos toque.
Como si fuéramos de otra pasta diferente de las poblaciones arrasadas, pongamos por caso.
Como si estuviéramos a salvo. Y no es así.
Y ella se impacienta y a veces se altera,
ante la adicción al sufrimiento en un entorno de abundancia,
porque los miedos ajenos, las lamentaciones,
la llamada de atención constante de la niña caprichosa
(mira qué mal lo paso, protégeme, cuídame, quiéreme)
también es como un espejo.
Todo lo que percibes/creas a tu alrededor es como un espejo
que te da información de lo que está pasando dentro.
Y entonces surge esa voz: "Estás estancada".

Su viejo maestro: "El problema es que no cambias".
Ella: "Estás estancada".

Entonces llega su compañero, a quien hoy le toca facilitar en la sesión de meditación,
y habla de la diligencia.
Qué es eso de la diligencia? Qué quieres decir?, le pregunta un recién llegado.
Es ponerse manos a la obra, lo contrario de la procrastinación.
Como cuando dices: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.
Eso es la diligencia.

Y ahí quedan flotando esas voces:
"El problema es que no cambias".
"Estás estancada"".
"La diligencia".

Y es como una mecha que prende el fuego.
Otra vez al principio del camino.





martes, 6 de mayo de 2025

Esculpir la mente.

 


Esculpir el cerebro, dice Nazareth.
Ella suele poner su atención en esculpir la mente.
La mente humana. Esa energía que se proyecta.

Este pequeño yo desaparecerá antes o después, pero qué estela dejará?
Qué adn transmitirá a las futuras generaciones?
A ella le interesa esculpir la mente/alma/conciencia.
No sólo para ella misma, un yo separado,
sino como eslabón de la cadena.
Como una neurona más. Qué información pasa en la sinapsis?

El ser humano no era lo que es hoy, hace seis mil años, pongamos por caso.
Y en diferentes culturas, hoy mismo, el ser humano también es otro distinto
de lo que consideramos "natural" en el ser humano occidental.
Su yo se designa diferente, se construye diferente.
Qué yo humano quiere transmitir en el adn mental de las futuras generaciones?

Si fuera posible, un ser despierto (sin miedos, colectivo),
pero para eso tendría que despertar ella misma.
Es el sentido de su vida; de cualquier vida, quizás.
¿Quiere vivir su experiencia humana como un ser ciego, enjaulado,
temeroso ante las múltiples amenazas?
¿O ya se cansó?
El cambio empieza cuando ya te has cansado de lo viejo.

El ser humano puede esculpir su mente si se lo propone,
dicen que dijo Ramón y Cajal, con otras palabras.
"Si se lo propone", es la clave. Dice Nazareth.
En ello estamos.



domingo, 4 de mayo de 2025

El reino de la forma.



Se han cerrado las puertas del cielo.
Un techo de nubes bajas nos ha dejado aquí abajo, como cuando se separan a dos amantes.
Sin ti, a veces siente que le falta el aire para respirar.
Pero no es así.
Aquí, como un naufragio, también están las gaviotas planeando en el espacio gris,
y las golondrinas en los árboles de la montaña.
Y el canto de la tórtola, tan pertinaz.
En esta parte se ha quedado el aire haciendo bailar la ropa en las cuerdas del tendedero
y las voces de las criaturas jugando en el parque de la montaña urbana.
Podemos atravesar este naufragio, esta sequía, esta hambruna temporal.
El espacio celeste, ahora invisible, mañana será accesible otra vez.
Y sabe que el sol resplandece al otro lado del telón
y la luna llena brillará esta noche, aunque ella no la vea.
Esta parte del mundo no es tan hostil.
La cortina gris azulada la protege de los rayos hirientes del sol
y hoy puede demorarse en esta atalaya, el aire ligeramente fresco en la piel.
Aún la vida en este mundo.
En otro, ya verá, llegado el momento.
Aún en samsara, en este reino de la forma.