Las 9 de la mañana y regresa a la sombra del terrado mientras se seca el suelo de casa.
Ha pasado el mocho como si limpiara su mente, del polvo, las semillas contaminantes e impurezas.
Ha cambiado el agua del cubo como cuando medita en la respiración,
desprendiéndose de la suciedad que se disolverá en las cloacas
como el humo negro de la exhalación se aleja y se disuelve en el espacio.
Saldrá pronto de casa y cabalgará la bicicleta camino del mar, cargando esta tristeza.
Ha vuelto a ver esa escena de "La lengua de las mariposas".
Últimamente gran parte de las escenas que le llegan son como nutrientes colmados de aflicción, hirientes.
Este sueño de la crueldad humana, la destrucción, la violencia.
Cuando me toque irme de aquí no me iré triste, repite como un mantra.
Cuál era la meditación oponente?
En la preciosa existencia humana, se responde una vez más.
El amor, el disfrute, la compasión, la empatía, la solidaridad, los cuidados.
La reverencia por la vida.
Como una lucha entre el terror y la bondad.
Te toca quedarte aquí y luchar un poco más, en esta contienda (el odio o la vida).
Pero no te olvidas ni por un momento en qué bando estás.
Que no seas de quienes siembran terror, ira, violencia, resentimientos, culpas, etc,
ni en el mundo grande ni en tu pequeño mundo personal.
Mantente vigilante, si puede ser.
"Compongo estos textos para adiestrar mi propia mente".
Shantideva:
Comprometerse en acciones del bodisatva.
Compendio de adiestramientos.
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