"Hace frío sin ti, pero se vive".
(Roque Dalton. El Salvador)
A veces aparece un frío interior.
Al principio puede pasar inadvertido
hasta que grita en los pies (para que lo veas)
y en la garganta.
A veces es un pellizco en los intestinos, una contracción.
Y un nudo en la garganta.
La garganta otra vez, dejándote sin voz.
Pero se vive.
También lo llaman "la noche oscura",
cuando te mueves a tientas por la oscuridad.
Y aun así no pierdes la fe,
la certeza de que, da igual lo que parezca,
la luz está ahí.
Como la luna, aunque no la veas.
Creciente o decreciente, ella siempre está completa.
Así que, cuando parece que no estás,
cuando no siento la embriaguez de tu presencia,
aun así se vive.
Puede hacer frío o quizás duele.
Pero se vive.
Y solo queda la entrega como cordón umbilical.
La entrega, otra manera de vivirte presente.
Aun cuando parece que no estás.
En la noche oscura.
Así es el Samsara, el reino de mara y su juego hipnótici de espejismos continuos, con su tubogán de subidas y bajadas, emocionales, físicas, sociales,etc. Pero al menos "nosotros" sabemos donde estamos y si llega la noche oscura, más pronto que tarde encontraremos el "interruptor" de la Luz.;)
ResponderEliminar:) /\
ResponderEliminarMe has recordado que con frío también se vive. Con dolor, con ausencia, con soledad, también se vive. Yo ya lo sabía, pero necesitaba que me lo recordasen. Gracias.
ResponderEliminarEl frío, el dolor, la soledad, no son espacios vacíos a la espera de la vida. Son vida también. Llenarlos con entrega es la forma hermosa de crear el mundo. Gracias.
Son vida también.
ResponderEliminarGracias por compartir. /\