miércoles, 30 de octubre de 2013

Ya estás en casa.






¿Se necesita
un gurú?

La vida es el único gurú.
Todo lo que te ha acontecido hasta ahora es tu enseñanza y ha sido (y es) absolutamente apropiado para tu despertar. En este momento, es estar sentad@ en esta habitación y leer estas palabras, y posiblemente permitirlas ir profundamente dentro.
Es la semilla que se siembra y cae en terreno fértil o infértil. Estás dispuesto a escuchar cuando estás dispuesto a escuchar. Tú no necesitas nada excepto eso que ya tienes.
Así pues, no te inquietes más por lo que necesitas o no necesitas. Todo está provisto.

Todo el mundo tiene exactamente las experiencias que necesita de una u otra polaridad (negativas o positivas), independientemente de sus esfuerzos para influenciar un equilibrio o una predominancia a su gusto.




Simplemente, abandona tu apego y fascinación por la historia (que te sucede o que te cuentas) y deja que la vida acontezca.
Limítate  a contemplar, a observar.
La observación es la mirada constante de la conciencia, que ve y se deleita en su creación.
Permite que la observación acontezca y deja que vea lo que está aconteciendo. Sin cuestionamiento, sin juicios, sin deseos de cambiar nada o de hacerlo mejor.






Empieza a dejar que emerja el observador. Observa cómo la mente está tratando siempre de manejar el espectáculo, de estructurar la escena. Obsérvalo sin juicio.

Abandona la búsqueda y el empeño en que acontezca algo y enamórate, enamórate íntimamente del don de la presencia en lo que es.





Aquí, justamente aquí, está la sede de todo lo que has anhelado siempre. Es simple, ordinario, cotidiano y magnífico.
Date cuenta: tú ya estás en casa.


(Tony Parsons. "Lo que es")


2 comentarios:

  1. Claudio Maria Dominguez, nuestro gran maestro espiritual (sudamerica), nuestro profeta, lider, guru.

    SI NO SOY YO, ¿QUIÉN?

    “Hacerse cargo”. Hace un tiempo elegí para mi programa en televisión esta frase de uso popular: Seguramente la escuchaste muchas veces, o incluso se la dijiste a alguien, pero no sé si reflexionaste sobre su significado profundo.

    “Hacerse cargo” quiere decir sé responsable de tu vida.
    Volvamos unos pasos hacia atrás. ¿Cómo te está yendo hasta ahora? ¿Tenés una vida dichosa, o estás sufridiendo? (error de Claudio, nuestro querido maestro, le enviare el mensaje, quiza inconsciente... sufridiendo... sufriendo) ¿Te considerás una persona libre? ¿Podés amar y amar y amar sin esperar nada a cambio? Ser libre quiere decir no estar atado a relaciones enfermas que te mantengan prisionero, ni apegado en forma patética.

    Si hasta ahora no te ha ido muy bien en la vida, ¿qué podés cambiar? Si ya estás en el camino de la felicidad, ¿qué podés potenciar? En resumen, y para todos, cada día, ¿cómo hacer para tener una vida que realmente merezca llamarse vida? Tener clara la diferencia entre cumplir funciones biológicas o “ganarse la vida” con estar realmente vivo: eso es, sintéticamente, lo que entiendo por “hacerse cargo”.

    Y si no, ¿qué? Mientras sigas buscando la magia en los pajaritos de colores y esperando que alguien te rescate, te vas a perder el derecho natural a ser el dueño de tu vida. Y ese es un principio de divinidad interna que se entiende reflexionando.

    Naciste con ese inmenso tesoro, que es a la vez responsabilidad y poder. Y sin embargo, hay gente que espera que un grupo de extraterrestres los busque y los lleve a otra galaxia. Otra está pendiente de que el amor de su vida golpee a su puerta para invitarla a salir: “Llamame”, “Llevame a algún lado”. Hay gente que todos los fines de semana sueña con ser “salvada”, de algún modo. Y llega el domingo a la noche y dice: “Estoy tan sola y tan deprimida, porque no vino o porque no me llamó. ¿Qué hago ahora?”.

    Leé con atención: “No vino”. “No me llamó”. “¿Qué hago de mi vida?” “Mañana es lunes y no hice nada el fin de semana”. ¿Reconocés esas frases en tu vida? Y no estamos hablando solo de decirlas respecto de una pareja. “Mi hijo no me agradece”. “Nadie me da bolilla”. “Se olvidaron de mí”. Y ese otro del que dependés puede adoptar muchas formas: un hijo, una vecina, un jefe, un amigo, la empleada doméstica, etc.

    ¿Esto quiere decir que no tenés una vida en la medida en que el otro no aparezca y actúe? Exactamente esa es la figura de la víctima permanente: reducir el sentido de la existencia a la presencia física o simbólica de los demás.

    Así, nos convertimos todos en desvalidas princesitas encerradas en torres de marfil, esperando durante días (odécadas, o años, o toda la vida) a que llegue ese príncipe a liberarnos con la llave correcta.
    A la larga, somos mendigos emocionales, pidiendo que nos den lo que no podemos conseguir por nosotros mismos.

    Fuera de vos, no hay refugio. No importa a cuántos santos les prendas velas: no busques, no hay otra respuesta.

    Es solo cuestión de decisión. De convencerte de que sos perfectamente capaz de tomar las riendas de tu vida y llenarla de sentido.

    Fuente: http://espiritualidaddiaria.infobae.com/%C2%BFque-significa-hacerse-cargo/

    Heronan Tapia (asi ya encontre nombre definitivo)

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  2. Gracias por compartir HT.

    un abrazo.

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