domingo, 8 de noviembre de 2020

La impermanencia también es una ilusión.

 


Querido amigo:

Parece que tengo tendencia a quedarme con los ecos del final,
en cada uno de nuestros encuentros.
En este caso, que tengo una fuerte inclinación a la estabilidad (aún suponiendo que eso no existe).
A quedarme donde estoy y explorar un poco más.
Al asombro de descubrir cada día lo que ya es estable ("estable") en mi vida.
Para compensar, 
aparecen en mi escenario cercano un buen número de personas vata,
el reto de la impermanencia y el cambio.
La prueba del algodón del desapego.

Pero en lo personal, no suelo sentir que ya conozco lo cercano y necesito cambiar,
de ahí esa tendencia a la lealtad (como tu la llamas).
Parece que aún no he llegado a conocer el aburrimiento de lo conocido. 

No sé si me expreso con claridad.







Es como si tuviera una intuición de la permanencia,
una llamada muy fuerte a (o desde)
la estabilidad. 
Es algo diferente a la "ilusión" de la permanencia,
es más bien como la certeza de la permanencia. 
Como si hubiera cosas (las únicas que me importan, realmente)
que nunca podrán cambiar, que son eternas. 

En una entrevista a Olga Manzano,
me dijo algo que resonaba con esta tendencia mía
que no sé acabar de explicar. 
En sus palabras, decía que a esta experiencia humana llegamos
con un montón de nudos por resolver, y éstos van cambiando.
Pero los "lazos de amor" son indisolubles, decía.
No se pueden romper, por muchas aventuras vitales (muchas vidas) que transites. 
Eso que decía se parecía mucho a esa llamada que siento de "eso" estable. 
El amor (el de verdad, esa experiencia) no cambia,
no puede ceder al desamor o a "las leyes de la impermanencia". 

Cómo se vive esto desde lo cotidiano? 
Por ejemplo, que si te enamoras de lo que pasa por tu vida, ya es eterno.
No hay impermanencia que valga.
No puede cambiar.
Ya está aquí para siempre.

 Así que este tema de la impermanencia es otro de los dogmas budistas que me ha costado aceptar.
Y confrontar. 
La ley de la impermanencia sólo es válida para aplicarla a lo ilusorio.
Como la primera Noble Verdad (la vida es sufrimiento)
sólo es válida en nuestra experiencia de seres dormidos. 
Cuando despertamos (aunque sea solo una milésima de segundo)
sabemos que no es real.
Ya no vale.

La impermanencia también es una ilusión. 😍







5 comentarios:

  1. Siempre me arrugaba el corazón atribuirle impermanencia a todos esos lazos de lealtad, amor y agradecimiento que siempre uno va a anudando por ahí..Qué feliz reflexión la que me he encontrado. Salut

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  2. Marié esto me lo tenías que haber explicado hace 40 años, me hubiera quedado feliz de la vida en los 22 y no me asfixiaría en la huerta como me he asfixiado hoy...ufff de los 60 para arriva las rebajas de El Corte Ingles son un chiste comparado con lo "nuestro". ¿Estás segura que la impermanencia es un dogma budista? Mira que como sea culpa de Buda este deterioro.....

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  3. Este deterioro de qué, Juan? 🤔
    Te refieres al cuerpo ilusorio? 🤔😅

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  4. No digo que la impermanencia no funcione, sólo digo que es una ilusión. 😲

    De todas formas, aunque en la experiencia directa personal pueda parecer una revelación (la impermanencia es una ilusión), no descubrimos la sopa de ajo. Hay muchas maestras y maestros, Buda incluido, que ya lo anunciaron de una manera u otra, incluso en forma de titulares como "La muerte es una ilusión", de TNH.

    Ay, Juan, muchas ganas de verte!
    Salúdame a Pitxín!

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