martes, 16 de junio de 2015

Mira cómo aparece el sueño...





Por la mañana, al amanecer, aún dormía y soñaba.
A veces, se daba cuenta.
Podía ver cómo su mente iniciaba el despegue de un sueño;
cómo se activaban las emociones y daban a luz un guión de situaciones que se desarrollaban en una dirección.
Se activaba una emoción y daba a luz el comienzo de una historia.
Y al observar lo que estaba creando, se disolvía.
Y no se llegaba a completar.

Luego otra vez, y otra.

Observaba nacer los sueños de una emoción,
cómo empezaban a surgir (los sueños) producto de su mente.
Y al darse cuenta se deshacían.
Tras haber sido comprendidos (su origen, su proceso), no tenían fuerza para seguir creciendo.
Al no creérselos (objetivos, externos, independientes)
sino como una mera manifestación de su mente.





Se preguntó si podría hacer lo mismo con las situaciones de la vigilia.
Observarlas al nacer, darse cuenta.
Y a ver qué pasa.



4 comentarios:

  1. Eso es. :)

    Pero además de la atención, has de creerte realmente que son falsas...

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. :)

    Un abrazote fuerte. Falso pero de verdad.
    (Eso que llaman "la unión de las dos verdades". Creo :)

    ResponderEliminar
  3. ¿y qué pasó?...
    Un privilegio leerte

    ResponderEliminar
  4. Pues lo mismo que en el sueño de la noche, Diego.
    Observas la emoción y los pensamientos que están creando una historia (un sueño en la vigilia) y ves a dónde te conduce esa historia que ya se está construyendo. La anticipas.
    A veces automáticamente se disuelve en el momento de nacer, antes de que se desarrolle.
    Y aparecen las carcajadas. También del personaje que, quizás, estabas demonizando.
    Esa obra ya no se representará.

    Y a veces te das cuenta tarde y la historia (el sueño de vigilia) ya está aquí.
    Como una nube densa, cargada de la energía que has puesto en ella.
    Y quizás una parte de ti (uno de tus egos) ya está secuestrado, abducido por la hipnosis de ·"realidad".
    Le observas sentir lo que tenga que sentir (miedo, paranoia, alegría, lo que sea).
    Hasta que pase.

    No hay ninguna nube que se quede inmóvil y sin cambiar de forma todo el tiempo.

    Abrazo fuerte, Diego.

    ResponderEliminar