jueves, 20 de marzo de 2014

El cuerpo cósmico.







Primavera suave, apacible, mar en calma, vida en calma. Como un respiro. Toma aliento. Respira. Deja que entre su cuerpo de aire en su cuerpo de carne y huesos.
Que entre su cuerpo de aire en su cuerpo de aire y quarks en movimiento.
Que su cuerpo de carne, espacio y quarks se disuelva
en su cuerpo de aire, espacio y quarks.
Eso que llaman "hacer el amor".
Como sumergirse en el mar y disolverse en el agua.







Thich Nhat Hanh publica "Un canto de amor a la tierra".
Para el poeta, maestro budista, la ecología va mucho más allá de cuidar el medio ambiente; el planeta es algo más que mero ambiente.
No se trata de reciclar para dejarles un mejor planeta a nuestr@s hij@s; de no contaminar el aire para respirar mejor; de no utilizar productos químicos en la agricultura para una alimentación humana más sana.
Se trata de transcender la mirada antropocéntrica que considera el planeta (el cosmos) para su uso y disfrute, y colonización, si procede.
Se trata de considerar el planeta como tu cuerpo, tu cuerpo como parte del cuerpo del planeta.
Al igual que la madre tierra da a luz árboles y montañas y cultivos y ríos y océanos y animales marinos y aves voladoras, también da frutos como el ser humano y otras especies. Si maltratas al planeta, maltratas tu cuerpo. Si abusas del planeta abusas de tu cuerpo.




"No necesitamos dirigir nuestras oraciones ni expresar nuestra gratitud a una divinidad remota o abstracta con la que es difícil o imposible permanecer en contacto. Podemos dirigir nuestras oraciones y expresar nuestra gratitud directamente a la Tierra".

No busques a los budas y bodisatvas en tu imaginación, no necesitas inventarlos, porque están justo debajo de tus pies y en el paisaje que te envuelve.




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