viernes, 21 de febrero de 2014

Por qué corre usted de acá para allá como un espíritu asustado?





En verdad, es por la gracia de Dios
que el conocimiento de la Unidad surge dentro.
Entonces, la persona se libera por fin
de los grandes miedos de la vida y de la muerte.

Ni el nacimiento ni la muerte le conciernen a usted.
Usted nunca ha sido un cuerpo.

Usted es eso que está a la vez dentro y fuera,
usted es Shiva, usted es todo por todas partes.
Entonces, por qué está usted tan embaucado?
Por qué corre usted de acá para allá como un espíritu asustado?

(Versión española del Avadhut Gita, de Dattatreya. 
Por S. Abhayananda)


A los pocos minutos del entreno, sonrió.
Es agradable producir calor, dijo.
No siempre resultaba fácil salir de casa cuando ya había oscurecido en la calle, abandonar el calor del edredón donde leía o escribía o meditaba (si hay alguna diferencia) entre los cojines del futón.
Cambiarse de ropa, calzarse las bambas, enfundarse el anorak y los guantes y salir al frío exterior y pedalear.
Aún funcionaba en gran parte con el piloto automático (de la disciplina) cuando, en los vestuarios del gimnasio, se ponía el kimono y entraba en el dojo con los pies descalzos.
Hace frío, dijo una compañera de entreno.
Y ella la miró con esa mirada que siempre le dice: no provoques al maestro.
A los pocos minutos se dibujaría su primera sonrisa de satisfacción: qué agradable es generar calor interno!







No es que le gustara el frío, nunca lo había buscado. Pero aun así, quería retenerlo.
A veces oía expresiones del tipo "qué ganas tengo de que llegue el calor!". Y ella pensaba: qué manía con empujar el paso del tiempo.




Le gustaba eternizar el instante 
-de frío o de calor, esa experiencia de hipnosis era completamente irrelevante.
Retener el instante, inmortalizarlo. Ganar espacios de conciencia al piloto automático que aún hacía servir de vez en cuando.
De momento, contemplaba al piloto automático, cuando aparecía. 
Y contemplaba la sonrisa de satisfacción, tan placentera: qué agradable es generar calor interno!
Qué agradable es encender la hoguera interior, aunque a veces cueste hacer prender la chispa y expandir el fuego.
Qué agradable entregarse al calor del hogar, cuando el hogar está dentro.



Y entonces volvía a aparecer, invariablemente, uno de sus mantras favoritos:

"Primero, el miedo a la muerte me condujo al dharma.
Luego me adiestré en el arte de la inmortalidad.
Finalmente descubrí que la muerte no existe
y me relajé".

(Camino gozoso de buena fortuna. Gueshe Kelsang Gyatso)




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