Querido amigo:
Ya sé que te dije que he abandonado
el café, en líneas generales,
pero esta vez tocaba celebración y,
al final, cogí el molinillo y preparé una cafetera, tostadas de pan de chapata con aceite de lino y azúcar negra, un poco de tahín de sésamo blanco y unas lonchas de queso.
Delicioso brunch bajo las gotas de lluvia sobre el cristal de la galería.
Parece que ahora ha parado de llover y dentro de un rato cogeré la bicicleta camino
del mar, el mar que surge del aire gris y las gotas de lluvia.
En el tendedero, el viento azota con fuerza el pañuelo palestino que suele cubrirme cuando salgo del mar y las toallas de la ducha. La lluvia de la mañana las mantiene mojadas. Por un instante, sale el sol entre las nubes como un milagro de la naturaleza.
El sol, un milagro de la naturaleza, las nubes, el viento, la lluvia...
Continúa la proyección de bellos espectáculos cuando aún no se ha ido agosto, como preámbulo de los bellísimos espectáculos que brotan de las manos mágicas de septiembre, el año nuevo -septiembre siempre fue para mí la puerta abierta al año nuevo, más que el nuevo año oficial.
Retiro de silencio en mi mandala particular. El tic-tac del reloj hace aún más profundo,
si cabe,
el retiro de silencio, más intenso el silencio
si cabe,
el retiro de silencio, más intenso el silencio
del retiro.
Le regalé a mi amigo "El quinto acuerdo" de Miguel Ruiz.
En realidad, él me había pedido "Los cuatro acuerdos" o "La maestría del amor",
pero esta manía mía de mantener en circulación los libros que merecen la pena
hizo que no me quedará ningún ejemplar disponible. Así que le sorprendí con
el siguiente y menos conocido: el acuerdo nº 5.
Querida amiga:
Quiero agradecerte tu regalo -aunque
no sé, al final va a salirme un poco caro :)
y es que me ha impresionado tanto que he acabado comprando varios ejemplares,
para mi hija, mi cuñado, mi amigo ...
Acabo de empezar a leerlo y ya me ha fascinado su analogía de la vida como la proyección de una película,
en realidad de varias películas.
Un día, decides pasar la tarde en el cine; entras en una sala y la encuentras prácticamente vacía, sólo una persona ocupa las butacas del público. La película ya ha empezado, miras a la pantalla y, sorpresa, ves que se trata de tu propia vida; ahí estás tú, tu madre y tu padre, tu familia, tus amig@s, tus compañer@s de estudio o trabajo...
Y adivina quién es esa persona que mira la película: eres tú!
Te quedas durante unos minutos mirando la película, emocionad@, y finalmente decides cambiar de sala.
Entras en otra sala, también prácticamente vacía de público, sólo hay una persona mirando la película ya empezada. Curioso, porque esta película también te resulta familiar. Y entonces te das cuenta de que son los mismos personajes de la otra película, los personajes de tu vida. Pero esta película no tiene nada que ver con tu vida! Los personajes son diferentes! La historia es diferente! Todo es diferente! Y quien está viendo esa película es... tu madre!
Su película de tu vida no tiene nada que ver con la tuya. O acaso es la película de su vida.
Desconcertad@, te vas a otra sala, y ocurre algo similar: parecen los mismos personajes de tu vida pero la película es otra y los personajes son otros también! Y la única persona en el público es tu pareja! Cómo puede tu pareja estar viendo esa versión descabellada de tu vida? O acaso es su vida!
La historia se repite en otras salas del cine, que miran películas diferentes tu hija o tu hijo, tu amiga, tu compañero de trabajo, etc.
Nadie está viendo la misma película que tú!
Nadie está viviendo la misma película que tú!
Me gusta mucho lo que escribes Marié, siempre lo haces de forma muy viva y visual, yo tambien estoy convencida que en el fondo todos somos a la vez espectador y actor cada uno con un proyector diferente que es nuestra mente, cambiemos nuestra mente y cambiaremos la pelicula de nuestra vida... namaste.
ResponderEliminarcambiemos nuestra mente y cambiaremos la película de nuestra vida....
ResponderEliminarMuy bueno... y acertado.
Gracias por compartir.