sábado, 21 de diciembre de 2024

El miedo a la muerte.

 


El maestro comenzó la presentación del retiro a bocajarro.
Habló del miedo, que contrae, agita y a veces paraliza nuestra vida.
A qué le tenemos miedo?
A la muerte.
A la muerte de quién, de qué?
Del "yo", de "mi vida".
Todos los demás miedos surgen de éste, como ramas de un mismo tronco.
Miedo al futuro, a la inseguridad, a la pérdida 
(del trabajo, la pareja, la reputación, el coche... ponle nombre).
A la disminución del yo, decía el maestro. A que se haga más pequeño.
Por eso dedicamos tanta energía a proteger este yo,
con todos sus agregados (propiedades de cualquier tipo, todo lo que empieza por "mi..."),
y también a engrandecerlo (mayor riqueza económica, fama, crecimiento personal).
Pero cuando buscamos este "yo" no lo encontramos.
Yo tengo una idea de mí (mi cuerpo, mis tendencias personales, mis creencias, mis emociones).
Pero mi pareja no ve a la misma, tiene otra idea de mí.
Y lo mismo mi hijo, mi hija, mi madre, mi amiga.
Cada persona tiene una idea diferente de "mí".
Quién soy yo?
Hay quien diría: Tú te conoces mejor que nadie.
Error. 
La idea de una misma es la más subjetiva de todas las ideas, también subjetivas.
Yo me invento, me justifico y a veces me juzgo y me castigo
como no haría con otra persona, con una mirada algo más objetiva.
En resumen, decía el maestro: 
Nos pasamos la vida gastando una enorme energía en la protección y crecimiento
de una mera idea.
Protegiendo la vida y temiendo la muerte de un yo que no existe.
El miedo a la muerte (de quién?)
ya se basa en fundamentos erróneos.

Pero por otro lado, el miedo a la muerte encierra una cara oculta,
que es el deseo de vivir, la llamada de la vida.
Y ésta se manifiesta en la fuerza interior. Propia.
No la fuerza interior del yo-idea, esa construcción mental
que se perpetúa con la repetición de pautas
(como el sufrimiento se perpetúa con la repetición de pautas,
de pensamientos, emociones, etc.).

Igual que en la búsqueda del yo la pregunta clave es "Quién soy yo?",
en la identificación de la fuerza interior la pregunta es:
"Qué es lo que realmente quiero, 
lo que considero realmente importante en esta vida que transito?"
No qué es lo que espera de mí la sociedad, mi familia, mi pareja o mi hijo.
No qué es importante para una cultura del consumo, los paradigmas de salud establecidos,
valores, reconocimiento, etc.
Qué es lo que realmente quiero vivir en esta vida? En qué creo?
Y es entonces cuando el potencial interior, el instinto de vida,
cobra una fuerza insospechada para vivir lo que eres.

El miedo a la muerte y el deseo de vivir son como dos caras de la misma moneda
y no se contradicen ni entran en conflicto.
Lo importante es ser conscientes de dos cosas:

1. El miedo a la muerte de quién, qué yo protegemos.
Porque podría ser que protegiendo un yo que no existe
estuviéramos sepultando el yo que somos.

Y 2. Que este impulso de vida permita aparecer el yo que realmente importa.




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