viernes, 9 de febrero de 2024

Cambiar para que todo cambie.

 



El tictac del reloj que no se detiene,
la banda sonora en la sobremesa del desayuno como una canción de cuna.
Quiere salir con tiempo para disfrutar un rato de la brisa del sol en la orilla.
La brisa del sol. Sonríe ante el lapsus lingüístico.
El sol suave en la piel, esa caricia,
la caricia de la brisa del mar abanicando el aire, su cuerpo de aire.
Pero se está tan bien aquí, en este momento mágico,
en el aire el calor aromatizado del café recién hecho
y en el paladar el sabor de la fruta fresca.
La visita de la primavera esta vez es maravillosamente larga.
Regresará el invierno pero hoy aún es primavera cálida.

Hoy aún es primavera cálida -se lo repite,
esta vez con otro significado.
Este cuerpo de primavera aún funciona.
Aún le sirve para transitar esta experiencia humana.
Cómo la usa es otra cosa (esta experiencia humana, este cuerpo).
En el último debate en el grupo de estudio volvió a salir el tema
de la responsabilidad del "cambio".
Cambiar la mente que crea el mundo y el "yo".
Ya mismo, ahora, 
para que quizás se manifieste en el mundo en los siglos venideros, tal vez milenios,
da igual el tiempo que tenga que transcurrir en este espejismo.
Cuando la primera noble verdad compartida sea "la vida es nirvana".
Empezar a vivir ya en el nirvana, en la alegría compasiva,
en la fortaleza del "yo grande".
Aun siendo presa de los miedos que puedan surgir todavía, en este ensayo,
dejar que emerja la fortaleza de la confianza, de la Misión
(si aún no es la certeza de ser quien cree Ser).
La misión, la función, el sentido de esta experiencia humana:
cambiar para que todo cambie.
Vivir en otra dirección, como lo haría el Ser amoroso y compasivo.
Ser la Hija de Dios, reconocer la Hija de la Diosa que es
y vivir en ella.
En el Alto Yoga Tantra se describe como dar espacio dentro de ti a tu yídam
hasta que lo ocupe todo.
Quitarse de en medio y dejar de estorbar.
Soltar el espacio que el yo hipnotizado ha ido haciendo suyo.
Y ver qué pasa.
Cómo se manifiesta esto en la vida cotidiana?
Tiene que vivirlo otra vez.
Prestar atención y, tal vez, contarlo.
Visibilizarlo.
Contárselo
y diluirse en el asombro.





2 comentarios:

  1. Hola Marie, quería preguntarte si tu crees que es posible hacer este proceso que describes sin haber hecho muchas veces la práctica tantrica en meditación. Muchas gracias. Un abrazo grande. Carolina

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  2. Yo creo que no perdemos nada con ensayar.
    Actuar como la persona/ser que queremos ser, en cualquier circunstancia, incluida cualquier emoción o "perturbación mental" que pueda aparecer (en el miedo, la frustración, el enfado, la envidia, lo que sea).
    No hace falta haber hecho ninguna práctica tántrica. Lo hemos hecho muchas veces inconscientemente, en otros ámbitos (cuando queríamos llegar a ser periodista, actriz o lo que sea y empezamos a comportarnos un poco como si ya lo fuéramos).
    Vamos a probar, y a ver qué pasa.
    Un abrazo, Carolina.

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