martes, 25 de enero de 2022

La impermanencia.



La jaula.
Vemos los barrotes,
cada uno de ellos una amenaza, un miedo.
Nos rodean.
Construimos la jaula con las poderosas proyecciones de nuestra mente,
sin puerta de salida.
Las creencias, la certeza,
es una energía creadora que fortifica la cárcel
que nos encierra.
El miedo manifestándose en formas diversas,
cada una un barrote.

La jaula parece tan real! 
Como el mundo que nos acoge,
que duele como si existiera.
Y se desencadena una trayectoria kármica
de causa y efecto.
Otro barrote.

Y a veces, como un sueño,
la imagen tridimensional se desvanece hasta desaparecer
y solo queda una pantalla blanca
y vacía.
Una pantalla luminosa
donde se generan las historias como nubes
en disolución.

Lo llaman impermanencia.
El sueño.
Las aventuras 
y desventuras
de la vida
dormida.




3 comentarios:

  1. Muy bien explicado. Por cierto que Krishnamurti decía "Cuando la verdad es puesta en la jaula de las palabras, la verdad ya no es más una realidad viviente".
    Dices "Y a veces, como un sueño,
    la imagen tridimensional se desvanece hasta desaparecer"...
    Sí. En otro blog se habla de "el colapso del teatro cartesiano". Creo que hablan de lo mismo.
    A mi entender, hay algo más allá ("debajo" o "detrás") de la realidad ordinaria y convencional. Algo más real, o por lo menos más profundo. A mi entender es conciencia pura, luz, llámale Sí Mismo si quieres. Poco importan las definiciones. Esa conciencia siempre se está viendo a sí misma. El mundo es el decorado, la distracción.
    Todo lo que refieres aquí es esa construcción a base de conceptos, símbolos, definiciones, descripciones, palabras, etc. La mente despierta debe trascender todo eso, dejarlo atrás, verlo y traspasarlo. Porque al mismo tiempo es la no-mente.

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    1. Y que se entienda bien: esa conciencia es también compuesta, contingente, impermanente, vacua. Estamos ante el gran misterio. Porque a pesar de todo eso, ES.

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