Amanece lloviendo
después de una noche de lluvia.
Y no la entristece el gris del aire
y el cielo cubierto.
Y la acompaña el sonido de las gotas en el cristal
y en el suelo del balcón.
Y piensa que quizás puede disfrutar de todo eso,
con la intensidad que lo disfruta,
porque está previsto que en unas horas brille el sol
y se quede a lo largo del día de hoy.
Porque
esta lluvia está solo de paso. Pasajera.
La libertad
del sol de primavera
para salir a la vida.
La libertad del sol de primavera para salir a la vida.
Presta atención a su propio pensamiento y toma nota:
1. La libertad de la lluvia. También.
2. Fortalecer la vida dentro.
Con el tiempo va cogiendo maestría en ver las limitaciones,
como barrotes invisibles,
en su propio relato.
Pero el sol no salía
y sin embargo su pecho seguía henchido de esa energía expansiva
que llaman alegría
o amor
o vida.
Salió a la calle sin paraguas.
El mar tampoco se había contraído a sí mismo,
ahí seguía,
abierto a recibir la lluvia, el viento o el sol,
el frío o el calor.
A ella tampoco le dolía el cuerpo por "el cambio de tiempo".
Así que el sol no salía y ahí seguía esa fuerza expansiva, dentro.
Con el tiempo va cogiendo maestría en ver las limitaciones,
como barrotes invisibles,
en su propio relato.
(Rabindranath Tagore)
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