domingo, 6 de marzo de 2016

Las 4 Nobles Verdades.






Después de la lectura de las enseñanzas sobre las 4 Nobles Verdades y la meditación guiada y la meditación en silencio y la meditación caminando, llegó el momento de compartir. Lo que más le gustaba de este espacio para el compartir era la escucha atenta. Y así lo hizo.
Pero luego ella también llevó sus manos juntas a la altura del pecho y empezó a hablar:

A veces me siento... cansada, agotada, aburrida de tanto... sufrimiento.
¿No os pasa esto, que os sentís a veces cansadas, agotados, de tanto darle vueltas a lo mismo?
Para mí, uno de los supuestos beneficios del sufrimiento es cuando te agota tanto que te cansas de él, y sueltas, abandonas. Y empiezas a ver las cosas como son y a aceptarlas, más que eso, amarlas, tal como son. Y se acabó la lucha.
Qué alivio! Qué ligereza!

Después de escuchar las instrucciones sobre las 4NV, en la meditación, exploraba en mi experiencia personal.
Y sí, el sufrimiento existe (Noble Verdad nº 1).
Sobre la segunda Noble Verdad (los orígenes del sufrimiento), lo que he descubierto en mi propia experiencia, después de analizar y meditar durante largo tiempo sobre ello, lo que he encontrado en el por qué, en las causas de ese dolor, es mucha importancia personal, egoísmo, egocentrismo, el "yo primero" que lo quiere todo a su manera. Eso (la exagerada importancia personal), y la ilusión de que ese yo existe. Ahí es donde he encontrado los orígenes de mi sufrimiento.
La tercera Noble Verdad dice que es posible la cesación del sufrimiento. Cómo? El origen del sufrimiento me da la respuesta, y en mi propia experiencia me resulta fácil confirmar que la reducción del dolor es directamente proporcional a la disminución de esa importancia personal.
La cesación del sufrimiento reside en el amor que elimina el egocentrismo, por una parte, y por otra, en la comprensión/experiencia de la vacuidad y el interser, que disuelven la ilusión del yo que tanto dolor produce.
El Noble Óctuble Sendero (la 4ª NV) es la manera de vivir que me conduce hacia el amor y la comprensión (la cesación del sufrimiento, la liberación) y me aleja del egocentrismo y la distorsión, el engaño (los orígenes del sufrimiento).




Una vez escuché a una monja decir: Si amas, no sufres; si sufres, no amas.
Ya sé que muchas personas no lo ven así pero para mí fue una auténtica revelación. Desde el primer instante hice mías esas palabras porque así era, en mi experiencia. Cuando amo, no hay sufrimiento. Si sufro, en ese preciso instante (da igual lo que dure) no hay amor. Porque son incompatibles. No pueden darse al mismo tiempo. Como el agua y el aceite, no pueden mezclarse para ser la misma cosa. Porque son incompatibles.

Así que otro de los grandes beneficios del sufrimiento es que es la señal que me hace ver que no estoy amando, que he perdido el amor. Como el dolor físico te da la señal de que algo no anda bien en tu organismo.

El sufrimiento es una señal, y eso es importante.
Pero tampoco creo que haya que sublimarlo como para instalarse en él.




¿No te pasa que a veces te sientes cansada de tanto sufrir? -siguió compartiendo.
De tanto contarte la misma historia. Con diferentes palabras y diferentes situaciones pero siempre el mismo ego descontento y lloroso.
Entonces, en mi experiencia personal, la única salida es soltar, y el único bálsamo ver a los demás, y amar.
Y cuando estoy en ese punto, sincera y profundamente amando, no siento que hagan falta técnicas terapéuticas, fórmulas comunicativas de coaching positivo, ni siquiera los mantras budistas de mi maestro (cariño, estoy aquí para ti; amiga, estoy sufriendo, ayúdame...)
Con amar, en silencio, es suficiente.
No necesito explicar mis razones, justificarme, ni que me comprendas, ni que me ames. No necesito pedir perdón, ni que me lo pidas.
Amar, en silencio. Y basta.
Y que mi amor se proyecte en lo que pienso, lo que digo y lo que hago.
Sin esperar resultados.
Libre, al fin.




Hasta que de nuevo aparece el sufrimiento (la 1ªNV) como la señal que me avisa de que he perdido el amor y la comprensión (la NV3). Y que he sido abducida de nuevo por la ilusión, egoica (NV2).
Y quizás es el momento en que hay retomar el Noble Óctuple Sendero (NV4).
O bien, tomar el atajo directo del amor y la comprensión del interser.
Y como decía el santo Agustín: Ama y haz lo que quieras.
Y el Noble Óctuple Sendero (la 4ªNV) probablemente surgirá de forma natural.





2 comentarios:

  1. Muy interesante todo lo que dices, estoy empezando en este mundo del budismo y la meditación y los libros que me he bajado de tu blog me están ayudando mucho, gracias.

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  2. Me alegra mucho serte de utilidad.
    Si estas experiencias compartidas te ayudan a desarrollar paz interior, facilitan tus relaciones y simplifican tu vida, lo consideraría un regalo para mí misma.
    Un abrazo y suerte.

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