martes, 28 de julio de 2020

La causa del sufrimiento es la ilusión de carencia.








La causa del sufrimiento es la sensación de carencia,
dijo el maestro.
Se nos olvida nuestra plenitud,
perdemos la consciencia
y la vivencia
de la plenitud
y sufrimos la insatisfacción
y la frustración
de la carencia.

Piensa qué es lo más importante para ti, en esta vida.
¿El amor, la paz, el éxito, la seguridad?
Y considera cuánta abundancia tienes de ello en tu vida,
o carencia.

Es posible que sufras más cuando crees que te falta precisamente eso
que es tan importante para ti.
Y el movimiento habitual es salir a buscarlo
fuera:
una pareja o personas que nos quieran,
estabilidad, seguros de todo tipo, objetivos que cumplir...

Pero también puedes descubrirlo dentro.
La fuente de amor que lo impregna todo,
la entrega que te brinda la paz y la seguridad en cualquier situación,
el reconocimiento y la apreciación de los regalos de la vida,
la Tierra Pura que habitas,
el cuerpo de Dios que navegas.


El método es fácil:
Cuando sufras, identifica la carencia.
Búscala dentro y déjala aflorar,
la abundancia, la plenitud.

Verás que no es tan complicado.







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