lunes, 13 de julio de 2015
El orgullo.
Su amiga de la sangha le dijo:
Mi gran problema es el orgullo.
El orgullo? Qué clase de orgullo?, preguntó ella.
El orgullo de saber, de ser especial, de tener realizaciones espirituales, respondió la amiga en voz baja.
Ah, ese orgullo! Eso no es un problema.
La amiga la miró como si no entendiera.
Es un orgullo fácil de desmontar, dijo ella.
Cómo?, preguntó la amiga con la mirada.
La vida tiene sus recursos. En cualquier momento te toca empezar a sufrir, la prueba de que no sabes tanto. Orgullo desmontado.
Si sufres (te preocupas, tienes miedo, te deprimes, te frustras o simplemente te aburres),
tus realizaciones no valen nada -sonrió ella.
No hay nada de qué presumir.
Orgullo desmontado.
Recuerda la vieja canción:
Si tú no tienes felicidad, de sabia no tienes ná. :)
Aun cuando te crees iluminada, la vida se encarga de darle la vuelta a la tortilla cuando menos te lo esperas, para que seas consciente de tus zonas de oscuridad.
Muchas veces la "iluminación" que interpretamos es sólo un pequeño cuarto iluminado.
Pero aún quedan muchas estancias en la oscuridad, o en la penumbra.
A veces.
Y a veces no.
Pero si tienes una cierta sabiduría, te garantizo que no aparecerá el orgullo, al menos no esa clase de orgullo.
Así que el orgullo mismo es la prueba de que no hay motivo para orgullo alguno.
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"La vida se encarga de darle la vuelta a la tortilla cuando menos te lo esperas, para que seas consciente de tus zonas de oscuridad"..¡Que cierto! Gracias por todo.
ResponderEliminar:)
EliminarAbrazo y ánimo, Diego.
La vida sabe. :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQué sorpresa tenerte por aquí, Xavi!
ResponderEliminarAbrazote fuerte y feliz verano!
Si no tienes felicidad de sabia no tienes na....muy buenooooo
ResponderEliminarSi no tienes felicidad de sabia no tienes na....muy buenooooo
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