lunes, 7 de julio de 2014
El budismo no necesita mártires.
(Textos para compartir.
De "Estás aquí",
de Thich Nhat Hanh)
Después de haber utilizado las llaves de la impermanencia y del no-ego para abrir la puerta de la realidad, ya no las necesitas.
Si has utilizado inteligentemente la llave de la impermanencia para abrir la puerta de la realidad, ya no la necesitarás más.
La llave no es un objetivo ni un ídolo al que debas adorar.
El Dharma te proporciona herramientas, pero no debes aferrarte a ellas.
Libérate del Dharma!
No debes cargar con la barca después de haberla utilizado para atravesar el río.
Es necesario utilizar la barca con mucha inteligencia para llegar hasta la otra orilla pero, una vez allí, ya no la necesitas y no debes seguir cargando con ella.
Las enseñanzas de la impermanencia y del no-ego son herramientas que debes utilizar pero no debes quedarte atrapado en ellas.
Si lo haces, la impermanencia acabará convirtiéndose en otro concepto y lo mismo ocurrirá con el no-ego.
De este tipo de conceptos dijo precisamente el Buda que debemos desembarazarnos.
El nirvana, según dijo, consiste en la extinción completa de los conceptos, incluidos los conceptos de la impermanencia y del no-ego.
Para encender un fuego utilizas una cerilla, que se consume una vez cumplida su misión.
Como esa cerilla son las enseñanzas sobre la impermanencia y el no-ego. Si practicas de un modo inteligente y tienes éxito, la cerilla acabará consumiéndose y serás completamente libre.
No tienes que defender el budismo.
No tienes que morir por el budismo,
ni movilizarte, ni hacer guerras santas.
El budismo no necesita mártires.
El Dharma no es un objeto que debas adorar sino una herramienta.
El trabajo de todo meditador consiste en cortar las raíces del mal, el odio, la confusión y la discriminación.
Para ello sirve el Dharma.
¿Colocas acaso la hoz que te han prestado para cortar la hierba en un altar
y la veneras?
También debemos ir más allá del concepto del nirvana.
La palabra nirvana es como la palabra Dios, que puede convertirse en un concepto en el que quedes atrapado.
No deberíamos entender a Dios como un concepto sino como la realidad última.
Y lo mismo habría que decir respecto al nirvana.
Deberíamos conectar con él como la realidad última en el aquí y el ahora.
Quienes consideran el nirvana como un concepto acaban convirtiéndose en prisioneros.
No lo dudes, si descubres que han acabado convirtiéndose en conceptos,
quema el nirvana, la impermanencia y el no-ego.
Y también a Dios.
Y al Buda.
Quema todos los conceptos para poder residir
en la realidad última.
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Muy buen texto Marié. Estoy totalmente de acuerdo en que el despertar radica, precisamente, en la eliminación de los conceptos, las ideas y las búsquedas. Sólo puede alcanzarse en el único instante que existe y siempre existirá: aquí y ahora. Enhorabuena por tu blog :).
ResponderEliminarUn saludo
Gracias por compartir, mago. :)
ResponderEliminarA propósito, este texto es de Thai, del libro "Estás aquí. La magia del momento presente".
Abrazo.