sábado, 13 de abril de 2013

El testigo.












Querido amigo:

Creo que
no te sentiste tan cómodo en la sesión de ayer porque se trataba de sentarse a meditar. En silencio. Soltar.
No te resultó tan productiva
como sentarse a escuchar una clase.

Querido amigo, nos podemos pasar la vida leyendo libros, asistiendo a clases, escuchando repetir lo mismo (en distintas versiones) una y otra vez. Pero cuándo vas a empezar a hacer algo, compañero? Por ejemplo, dejar de hacer (escuchar, leer, asentir, debatir). Por ejemplo, parar y soltar.
Así, como dicen que hizo el Buda histórico y, quizás, todos los Budas:
pararse (sentarse, acostarse, como quieras)
hasta soltar.

Eso es lo más difícil, verdad, compañero?
Como una apuesta: a ver quién puede más, mi ansiedad o yo?
(Porque aún estoy yo, en este momento, decidiendo)
¿Mi ego nervioso, buscando artimañas para emerger victorioso
o yo? (Quienquiera que sea ese yo).












Así que aquí estamos, compañero,
asustad@s ante la práctica que nos hace parar. Y soltar.
Reclamando las clases, las instrucciones, los maestros, que rompan el silencio,
que nos mantengan entretenid@s. Distraíd@s.
Porque quedarse a solas con el silencio es lo más duro.

Porque a veces ese yo se ha endurecido con el tiempo
(como la grasa en las arterias, como las heces en las paredes del intestino)
y no se disuelve fácilmente sino que hay que romperlo a trozos.
Como cuando hay que echar abajo las paredes de la vieja cocina.
Y entonces llega el trabajo difícil (más difícil todavía):
no construir ninguna nueva cocina en su lugar.
Porque en esta práctica no hemos roto lo viejo para construir algo nuevo.
No hemos destruido un viejo yo
(una construcción mental hecha de conceptos mundanos)
para dar forma a un nuevo yo igualmente segregado, formado de conceptos espirituales.
Ésta es la parte más difícil, compañero:
no construir ningún nuevo yo después del acoso y derribo de lo viejo.








Así que, amigo mío, sea como sea, llega un momento en que toca parar.
Soltar los libros, las clases, las instrucciones, los rituales (postraciones, ofrendas, iniciaciones) y parar.
Y ver qué pasa cuando te encuentras a solas, frente a frente con el silencio.
Si sigue apareciendo la ansiedad, el miedo o las ganas de llorar.
El "me duele la pierna", "tengo ganas de ir al baño", "qué voy a hacer de cenar esta noche" o "espero que no me suenen las tripas esta vez".

Dejar que el testigo vea donde estamos, una y otra vez.
Para saber dónde estamos.
Qué ciudad hemos elegido de todas las que están aquí, en este mismo punto del mapa.
(Porque, al final, todo el mapa está en el mismo punto).




Pero para eso hay que parar y callar.
Y que callen las clases, las instrucciones, los rituales.
También todos los maestros. Y todos los Budas.
Que se callen de una vez. Por una vez.
Incluso el que llevas dentro,
el Buda que llevas dentro, que se calle.
Para que aparezca de una vez
el Buda
apacible
y definitivo
que llevas dentro.









16 comentarios:

  1. para encontrar la armonia hay que madurar y eso lleva un proceso, ojala todos lo puedan disfrutar

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  2. Coincido con lo que has escrito, lo siento así también aunque me cuesta..me planteo a veces incluso el tema de la lectura de algunos blogs que sigo...no estoy preparada, ni se si quiero estarlo, a dejar de alimentarme de esas reflexiones de mis otros "yo", vosotros. Me ayudan a conectar, a no sentirme sola, a recordar el sentido lúdico de la vida. Me pongo a prueba y durante un día no leo nada espiritual y en verdad descubro que todo lo cotidiano es espíritu..pero que rico es leeros! ja, ja

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  3. Hay tiempo para todo, no, Sonia?
    Para el alimento y para el ayuno -aunque sea durante la noche, ;)
    Para el estudio, para la contemplación y para la meditación.
    Para comunicarse y para el silencio.
    Para hacer el yoga del guru y para cortarle la cabeza a Buda -como dicen por ahí.
    Para apreciar y para soltar.
    Para la soledad y para el abrazo.


    un abrazo. :)

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  4. Ahi se llegará, si se sabe escuchar las enseñanzas y seguirlas... entonces un dia sabras que estas listo para el "no más aprendizaje"

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  5. Sí, Chokyi, pero mientras tanto, también hay que familiarizarse con la práctica de parar y silenciar, verdad? O no llegará nunca ese día.
    (O seguiremos sin ver que ya está aquí).
    Es difícil llegar a ser lo que nunca practicas -tanto en las tareas mundanas como en las menos mundanas.
    Hay que soltar un poquito, y otro poquito más, para algún día llegar a soltarlo todo.
    Y si ni eso es posible (soltar,) hay que actuar como si soltáramos, para que algún día sea posible soltar un poquito.

    abrazo.

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  6. Hola, Marié. Había entendido que lo que había que parar eran las perturbaciones mentales, y no las prácticas espirituales. Y que parar la mente, no es el método de parar las perturbaciones mentales -- más que temporalmente. Y que, por tanto, hacer de este tipo de prácticas nuestra práctica principal es equivocado. ¿Es así? ¿o lo he entendido mal?

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  7. :)

    Qué lindo, Jaume, tan humilde! Qué te puedo decir yo que tú no sepas!...
    Yo creo, como tú, que hay que parar las perturbaciones mentales, y creo también que hay que tener cuidado con que la práctica espiritual no la acabemos convirtiendo en una distracción más o incluso en una perturbación mental.
    Sólo hay que poner atención y no autoengañarnos, no?

    ¿Parar la mente no es el método de parar las perturbaciones mentales? Pues entonces, dónde están las perturbaciones mentales? Yo creo que si paras, paras la perturbaciones mentales y, además, en la no acción, paras de generar karma.

    Karma positivo o karma negativo, el mismo samsara, no?
    Pero hay personas que quieren salir del ciclo del samsara.
    Y en cualquier caso, no hay escapatoria, el único final de la película, el definitivo, es salir del ciclo del samsara.

    Yo creo que hay un tiempo para el pensamiento conceptual virtuoso, que nos da herramientas (el método) para oponernos al pensamiento conceptual destructivo (las PM), y un tiempo para soltarlo todo y salir del pensamiento dual conceptual.
    Por ejemplo, para dejar respirar al Buda que llevas dentro.

    Y eso no creo que signifique: ahora el método y cuando llegue al "no más aprendizaje", la sabiduría.

    La propia Dekyong lo dijo: esta práctica no es como una torre (ahora sutra y más adelante el tantra), sino como un engranaje donde lo vamos practicando todo al mismo tiempo. El sutra y el tantra.
    Y yo diría más: el método conceptual y el no-método no-conceptual. También.

    Creo que las palabras, el método mismo, son meros vehículos pero no la experiencia última.

    Como el dedo que señala la luna. Nunca podremos encontrar a la luna en el dedo.

    Como nunca podremos encontrar el Dharma definitivo (la experiencia) en el dharma-método.


    Un abrazo muy tierno, Jaume.

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  8. Hola, Marié:

    **Tú dices**: "¿Parar la mente no es el método de parar las perturbaciones mentales? Pues entonces, dónde están las perturbaciones mentales? Yo creo que si paras, paras la perturbaciones mentales y, además, en la no acción, paras de generar karma."

    **Mi respuesta**: Parando la mente, paras temporalmente las perturbaciones mentales, pero no adelantas nada. Los engaños se vuelven temporalmente no manifiestos, pero no desaparecen. Es como tener un borrico parado: cuando para de estar parado, sigue siendo un borrico, nada ha cambiado.

    Esto está explicado en detalle en 'Comprensión de la Mente', en la parte que trata de los 'Cinco factores mentales siempre acompañantes', en la sección 'Divisiones de la discriminación' -- si la quieres volver a leer. Es particularmente ilustrativa la historia de los dos meditadores del tiempo de Buddha Kashyapa, que entraron en absorción y que por el poder de su concentración permanecieron en este estado durante millones de años sin morir. De lo que sucedió cuando finalmente fueron descubiertos --en tiempos ya de Buddha Shakyamuni-- en una cueva bajo el suelo cerca de Benares, te lo dejo a tí para que tú misma lo mires.

    (Creo que este era el punto principal. Hay otras cosas interesantes que dices que me gustaría comentar, pero como no hay tiempo para todo y que yo --digas tú lo que digas en tu amabilidad-- soy un poco lento, ya irán saliendo si acaso y las podremos tratar por partes, si te parece bien).

    Un abrazo.

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  9. Bueno, Jaume, amigo mío, gracias por mantenerme sonriendo todo el tiempo -sonriendo de ternura y complicidad. Como colegas que saben que han estudiado las mismas lecciones.

    Dices que, al parar la mente, los engaños se vuelven temporalmente no manifiestos pero no desaparecen.
    O sí. O no. Cada cual sabrá, según su experiencia. No crees?

    Y aun así, estoy contigo en que parar la mente no garantiza que los engaños desaparezcan.
    Como repetir la misma instrucción (escucharla, leerla) una y otra vez tampoco lo garantiza.

    Puedo estar 50 años asistiendo a clases, festivales, iniciaciones, estudiando todos los libros de cabo a rabo y aún me puede molestar que alguien piense diferente; toda la vida meditando en la compasión y en la muerte y todavía el "yo primero" (la estimación propia) puede empujarme a coger el mejor trozo del pastel (cada cual sabe por qué trozo de pastel se pelea).

    Que cada cual elija el método que le funcione en un momento dado, no te parece?
    Mientras mantengamos la atención puesta y evaluemos con honestidad si el método está funcionando (si ha funcionado, si ya hemos cambiado en lo fundamental) o no.

    Por mi parte, yo sospecho que el método sólo sirve para conducirnos a la experiencia;
    que no es el método lo importante (una mera herramienta) sino la experiencia.
    Y que más vale no apegarse demasiado a los conceptos (ni a los métodos)
    ni crear un samsara con apellido espiritual.

    Un abrazo y suerte, compañero.

    PD: Es un auténtico regalo para mí (y para esta casa) que compartas tus experiencias, la mirada que está transformando tu vida y cómo es la libertad y la tierra pura que ya estás paladeando.
    Gracias por compartir, para el beneficio de los demás.

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  10. Perfectamente. Sólo una cosa: dices que podemos estar cincuenta años asistiendo iniciaciones, estudiando y meditando, sin que la estimación propia disminuya. Bien. Pero ¿sin asistir, va a disminuir? ¡No pienso que pienses así!

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  11. Pues Jaume, amigo mío, supongo que depende de lo que una haga.
    Si he decidido que es importante que la estimación propia (el egoísmo) disminuya, y si incluso he decidido que es importante la "extinción del yo", algo haré (contemplar, meditar) y, sobre todo, algo dejaré de hacer (para empezar, dejar de seguir nutriendo al viejo yo con el que ya no me identifico).
    Cada cual debería ser consciente de su momento y de sus limitaciones y de las herramientas (el método) que necesita utilizar en un momento dado.
    Pero no apalancarse ahí, porque todo sigue en movimiento. Y yo ya no soy la misma persona de ayer, fruto de las mismas condiciones de ayer.

    Lo que digo es que el ego se las sabe todas, y es capaz de integrarlo todo, todo lo nuevo, incluido el camino espiritual mismo que quiere desintegrarlo. Tiene una excelente capacidad de adaptación y se adecua a cualquier formato para seguir sobreviviendo. A cualquier discurso, a cualquier práctica.

    Pero yo no me pasaría los años (o las semanas o los días) repitiendo lo mismo para mantener con vida lo mismo. Si ya no lo quiero en mi vida.

    La alternativa (para ti o para cualquiera) no te la puedo decir yo, yo sólo puedo vislumbrar la mía, en este preciso instante.
    Pero si no te puedo decir la alternativa, al menos sí sé que no seguiría repitiendo como una autómata el método que no me libera.

    No instalarme en lo que no me libera es un buen punto de partida Lo demás tendré que descubrirlo en el proceso.
    Y, como dicen que dijo Rumi, As you start to walk out on the way, the way appears.


    Suerte, Jaume, compañero.

    PD: En realidad, yo creo que todo es muchísimo más fácil de lo que parece. Como dicen que dijo Gueshe-la: un día te sorprenderás.
    Cuando veamos que la tierra pura ha estado aquí todo el tiempo, y que tú y yo ya somos los budas que vamos buscando por ahí fuera.
    Nos dará ganas de llorar y de reír, de alegría, y de compasión por todas aquellas personas que aún no lo saben. Que ya han llegado.
    :)

    Porque mientras que no lo sepamos vamos a seguir actuando (y sufriendo) como el ser patético y sufriente que creemos que somos.

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  12. Si lo que queremos conseguir son realizaciones espirituales, como por ejemplo la reducción de la estimación propia (digamos B), y hemos determinado que la manera de conseguir realizaciones es seguir un camino espiritual (digamos A), y si al cabo de cincuenta años de practicar A resulta que no ha sucedido B --es decir, no ha habido una reducción de la estimación propia--, es correcto pensar que quizás, y sólo quizás, seguir un camino espiritual no sea un método apropiado para conseguir realizaciones espirituales. Suena un poco raro, pero no es lógicamente incorrecto. En cambio, sacar de aquí la conclusión de que la manera de conseguir realizaciones espirituales es no seguir el camino espiritual, sería absurdo. ¡Por esto te decía antes que no pensaba yo que pensaras así! (*A -> no B* no implica *no A -> B*)

    Permíteme un ejemplo, aunque sea un poco ordinario, para ver mejor lo que quiero decir. Si hemos determinado que la manera de cazar conejos (identificar las mentes de estimación propia, para seguir con el ejemplo) es salir a cazar, y al cabo de cincuenta años resulta que no hemos cogido ningún conejo, no es incorrecto pensar que quizás salir a cazar no sea la manera apropiada de coger conejos (aunque suena un poco raro), mientras que sí sería absurdo pensar que la manera de coger conejos es no salir a cazar. Y sería peor decirnos que en realidad los conejos ya están cogidos y en casa, y los engaños controlados.

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  13. OK, Jaume.

    Suerte y a por ello.

    abrazo.

    :)

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  14. Veo que te gusta mi ilustración te ruego que indiques de donde la has sacado. Muchas gracias
    Soy la autora de la ultima ilustracion, Shh! silencio

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    1. Me encanta. La encontré en internet. Creo que el enlace era...
      http://www.ediciona.com/portafolio/image/1/1/9/5/silencio_72_5911.jpg
      Vuelvo a hacer una búsqueda y creo que la autora se llama... Gina Isabela Bushell Davó.
      Si eres tú, te felicito.
      Y si te molesta que esté aquí, sólo tienes que decírmelo y la saco.

      abrazo y gracias de cualquier manera. :)

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