La mente es un mago y todo el mundo viviente
es un espectáculo mágico, una ilusión;
incluso el nirvana
es como una ilusión mágica, como un sueño.
En realidad,
Buda y Mara (la sabiduría compasiva y los engaños destructivos) no son más opuestos que la mano izquierda respecto a la derecha.
Y todo está aquí, en este mismo instante.
En el Sutra del Corazón de Prajnaparamita se dice que no hay nada que sea impuro ni nada que sea inmaculado. A una cara la llamamos sagrada y a la otra profana. Pero es mera designación. Y la misma hipnosis.
El maestro Linji enseñó:
"El pasado no existe, y tampoco existe el presente".
El Buda histórico nació hace dos mis seiscientos años y tal vez creamos que si hubiésemos nacido en tiempos de Buda seríamos muy afortunados. Pero él está tan presente hoy como lo estaba entonces. Buda no está condicionado por el tiempo. Nosotros tampoco necesitamos estar condicionados por el tiempo; no es preciso que transcurran veinte o treinta años (o veinte o treinta eones) para convertirnos en Budas. No se trata de acumular años de práctica. Podemos ser Budas ya mismo, en este preciso instante.
Bendecido, he soñado con gotas de rocío
que brillaban con la luz de galaxias remotas.
He dejado mis huellas en montañas celestiales
y he gritado desde las profundidades del infierno de Avici,
exhausto y loco de desesperación,
porque estaba muy hambriento, muy sediento.
Durante millones de vidas
he anhelado verte
pero no sabía dónde mirar.
Sin embargo, siempre he sentido tu presencia
con una certeza misteriosa.
Sé que durante miles de vidas
tú y yo hemos estado unidos
y que la distancia que nos separa
y que la distancia que nos separa
no es mayor que el fugaz destello de un pensamiento.
(De la canción "Looking for each other")
Todo el mundo es libre de entrar en todos los mundos sin obstrucción.
Convertirnos en budas,
entrar en los infiernos,
habitar el pasado
o el futuro.
Podemos hacerlo ahora mismo, inmediatamente.
Si queremos estar en contacto con nuestr@s niet@s, que todavía no han nacido,
podemos hacerlo aquí mismo y ahora mismo.
Dónde están nuestro padre y nuestra madre, nuestro abuelo y nuestra abuela?
Aquí mismo.
Nuestra propia muerte
y nuestro nacimiento.
El niño o la niña
y la anciana
o el anciano
-que hay en ti.
Dónde está la Tierra Pura?
Está aquí.
El mundo dual (lo bueno y lo malo; lo que es y lo que no es)
se manifiesta en función de nuestra consciencia.
Si sabemos cómo usar nuestra consciencia, podemos crear cualquier cosa.
Nuestro poder es incluso más rápido que el ordenador o el móvil.
En un abrir y cerrar de ojos podemos acceder al mundo del dharmadhatu.
El maestro Linji enseñó:
"Si seguís buscando sin cesar es sólo porque vuestra confianza es inmadura.
Os quitáis la cabeza y luego vais por ahí buscándola y no podéis detener la búsqueda".
A menudo
nos ponemos un objeto delante
para ir tras él.
Ese objeto puede ser el nirvana o Dios o la riqueza material,
el éxito o la fama.
Nos agotamos persiguiendo ese objeto de nuestra búsqueda.
Pero todo cuanto tenemos que hacer es
detenernos.
La comprensión se da ahora, en este momento; no hay que esperar a que surja otra oportunidad.
Porque todo está teniendo lugar
ahora mismo,
aquí mismo.
(De "Nada que hacer, ningún lugar adonde ir",
del maestro vietnamita Thich Nhat Hanh)
No me canso de leer este texto.
ResponderEliminarMucho más de lo mismo, en profundidad, en "Nada que hacer, ningún lugar adonde ir",
ResponderEliminardel maestro vietnamita Thich Nhat Hanh.
Cada línea es un viaje, una experiencia de meditación.
abrazo y a degustar. :)