Querido amigo:
Samsara es pura
impermanencia,
eso lo sabemos bien tú y yo.
Y qué es samsara y qué no lo es -que sea impermanente o no?
A qué nos referimos cuando hablamos de samsara?
Mi maestro me ha enseñado que samsara es el mundo percibido a través de la mirada de las perturbaciones mentales, esa mirada que ve faltas (errores, malas intenciones, amenazas...)
en las cosas, en las situaciones, en las personas.
Desde ese punto de vista, samsara está en todas partes,
y por supuesto también en el camino espiritual,
aunque a veces aparece disfrazado de nirvana.
En todo lo que hay impermanencia hay samsara.
Y dónde no hay impermanencia?
Eso sólo lo podremos saber por propia experiencia, cuando descubramos ese lugar
-que sólo podremos encontrar en la mente, claro, esa experiencia, esa realización.
Pasa la vida.
Anoche
puse la tele por un momento
-y quizás tú piensas que eso no es muy budista,
y si hablo de ello en este blog, este blog deja de ser budista.
Anoche puse una cosa que se llama canal sur o tele taxi o algo así,
y empezaron a salir imágenes, apariencias de la banda sonora y visual de mi infancia.
Como una proyección de experiencias, de ese sueño, esa realización.
Así que me metí en youtube (y una vez más tu mirada reprobadora, porque ese tipo de distracciones no son nada budistas)
y busqué aquel tema que me estremecía tanto.
Me costó encontrarlo, como si hubiera desaparecido del mapa, de todos los mapas.
Pero afortunadamente tengo a mi hermano, que se puede decir que es un archivo con piernas
de todas las músicas de todos los tiempos.
Yo había encontrado otras versiones preciosas, quizás mejores, pero no aquélla -que ha pasado sin
pena ni gloria, como indica la propia letra de la canción.
Mi hermano, sin dudarlo, me pasó el enlace.
http://www.youtube.com/watch?v=tUDtofU1GOY
Todo pasa.
La vida es un libro de dharma.
Creo que fue Milarepa quien dijo que la vida es un libro de dharma.
Él no leía libros, porque la vida era la mejor ilustración.
Quizás él podría encontrar el dharma
en una sevillana de Romero Sanjuán,
en un tema de Batiatto
o de Amancio Prada.
Hace tiempo que dejé de escuchar música (al menos no de la misma manera que antes), pero a veces suena un ritmo en algún lugar y mi cuerpo rompe a bailar -y eso antes no lo hacía, de hecho,
he empezado a hacerlo desde que estoy en el dharma, ¿es una contradicción?
Como el sentido del humor, que se me ha disparado desde que estoy en el dharma. ¿Otra contradicción?
Yo creo que no.
O escucho "Te molesta mi amor" de Silvio Rodríguez
y siento que es un homenaje al "Adiestramiento de la mente en ocho estrofas" (la manera budista de amar), de Langri Tangpa.
Hace tiempo que leo poca poesía (o al menos no de la misma manera que antes),
pero a veces reencuentro "Libre te quiero"
o el soliloquio de Segismundo (La vida es sueño),
y es como si Agustín García Calvo y Calderón de la Barca
fueran emanaciones de Buda;
como Freud, cuando nos explicaba su interpretación de los sueños oníricos,
como una aproximación para entender mejor la interpretación budista de los sueños de la vigilia.
O estoy muy perdida
o la vida es un libro de dharma.
Esta reflexión, esta convicción, ¿es budista o no?
Ser kadampa.
Una vez le preguntaron a Guen-la Kelsang Dekyong (la directora espiritual de la Nueva Tradición Kadampa) sobre la práctica en la vida diaria.
Ella dijo que no hay una fórmula válida para todas las personas, sino más bien una
especie de menú según las circunstancias de cada cual.
Pero sí
hay tres factores básicos en la práctica kadampa, dijo ella:
1. Quiero la iluminación en esta vida. Como si ya te hubieras cansado de sufrir y decidieras no darle más cuerda; que ya, en esta vida, hoy mismo si es posible, quieres despertar del sueño de la ignorancia.
2. Esta práctica no es como una torre de abajo arriba (ahora
practico paciencia y disciplina y con el tiempo ya llegará el mahamudra del tantra) sino una especie de engranaje
con muchas piezas y las desarrollamos todas al mismo tiempo (sutra y
tantra).
y 3: Todo lo que hagas (cada cosa que hagas, digas o pienses), que sea para el beneficio de los demás.
Y si esto es ser kadampa, tengo que confesarme kadampa al cien por cien.
Y que esto no sea un privilegio de unos cuantos porque, como dice Geshe Kelsang Gyatso en su libro "Budismo moderno" (Editorial Tharpa), estas instrucciones no son sólo para budistas o no budistas porque todo el mundo, en última instancia, desea el gozo profundo y estable de la sabiduría, y liberarse definitivamente del sueño del sufrimiento.
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