domingo, 27 de diciembre de 2009

Adiestramiento de la mente en ocho estrofas.







Con el nuevo año, en Barcelona vamos a empezar un nuevo curso del Programa Fundamental
que tendrá lugar los martes y jueves, basado en el libro "Ocho pasos hacia la felicidad"
(El modo budista de amar).
El libro es un comentario al
"Adiestramiento de la mente en ocho estrofas", de Langri Tangpa, que dice así:


Con la intención de alcanzar
la meta última y suprema,
que es incluso superior a la gema que colma todos los deseos,
he de estimar siempre a todos los seres.

Cuando me relacione con los demás
he de considerarme la persona menos importante
y con una intención perfecta
estimarles como objetos supremos.

He de examinar mi continuo mental en todas mis acciones
y en cuanto surja una perturbación mental
que me conduzca a mí o a los demás a actuar de una manera inapropiada,
he de evitarla y oponerme a ella con firmeza.

Cuando me encuentre con seres desafortunados
oprimidos por el mal y los grandes sufrimientos,
he de estimarles como si fueran
un valioso tesoro difícil de encontrar.

Incluso si alguien a quien he beneficiado
y en quien tenía grandes esperanzas
me perjudicara sin razón alguna,
he de considerarlo como mi guía espiritual.

Cuando alguien, por celos,
me cause daño o insulte,
he de aceptar la derrota
y ofrecerle la victoria.

En resumen, que directa o indirectamente
ofrezca mi ayuda y felicidad a los maternales seres
y tome en secreto
todas sus desdichas y sufrimientos.

Además, que gracias a estas prácticas del método,
junto con una mente que reconoce que todos los fenómenos son ilusorios,
y limpia de las manchas de las concepciones de los ocho extremos,
me libere de la prisión de las apariencias
y concepciones erróneas.




viernes, 18 de diciembre de 2009

La ecuanimidad.







La ecuanimidad es necesaria para tener una mente apacible todo el tiempo; de otra manera, mi mente se ve arrastrada por apegos, aversiones, indiferencia, etc.

Por qué tendría que abandonar estos pensamientos desequilibrados?
En primer lugar, porque son exagerados y no se adecuan a la realidad,
y, además, porque
nos hacen daño.

Tanto el apego (poner el foco de atención en las supuestas "maravillas" de alguien o algo) como la aversión (centrarse en lo que te disgusta) no son más que una proyección equívoca de la mente que está basada en la exageración.

¿Crees que el amor, el odio, la felicidad, la paz, la tristeza o el rechazo son sentimientos?
De acuerdo. Pero busca: detrás de cada uno de ellos encontrarás un pensamiento. Un punto de vista. Una designación personal.

Si hay que designar -dice Lochani-, designemos de una manera beneficiosa, que no desequilibre tu estado mental.
Cómo? Con ecuanimidad.
La ecuanimidad consiste en un sentimiento de afecto, amistad y cercanía hacia todos los seres.


Los sentimientos desequilibrados de apego, aversión e indiferencia nacen de pensamientos exagerados que no se adecuan a la realidad.

Todo eso está muy bien y supongamos que decido actuar de una forma equitativa y ecuánime, con amabilidad y respeto hacia todos los seres. Pero, ¿cómo ignorar esa conexión que siento hacia unas personas y no hacia otras, incluso en un mero encuentro fugaz?
Lochani dice: esa conexión (esa atracción) o esa aversión nacen de impresiones kármicas, por experiencias anteriores (puede que incluso de otras vidas), pero tanto tu experiencia actual como las del pasado están basadas igualmente en pensamientos exagerados y equivocados.
Libérate de las cadenas del karma.

Y esto me hace pensar...
Es curioso cómo tendemos a vestir con un halo de romanticismo las conexiones profundas que, sin saber por qué, sentimos con ciertas personas. Lazos profundos que nacen de zonas insondables, tal vez de otras vidas, ese misterio.
Pero, sea como sea, de otras vidas o no, esos odios y apegos surgen, igualmente, de pensamientos exagerados y equivocados.
Identifícalos, contémplalos, investiga en ellos, si quieres. Pero, en última instancia, no les des más credibilidad que a los engaños presentes.

Y libérate de las cadenas del karma.

jueves, 17 de diciembre de 2009

El yoga de la purificación de los seres migratorios.



Qué ocurre cuando te fijas en los defectos de alguien?
Acaba cayéndote fatal, verdad? -pregunta Chokga.
Pruébalo.
O mejor no,
no te molestes, ya lo hemos probado bastante durante toda nuestra vida.

Ahora, probemos a fijarnos en sus buenas cualidades.
Qué pasa?
Te produce un tipo de afecto que te ensancha el corazón.
Le aporta alegría a tu vida.

Tú decides.

Empequeñecer a las personas que te rodean, las situaciones, las circunstancias.
O agrandarlas.
Tú decides el mundo en el que quieres vivir.


Es como la versión sutra del yoga de la purificación de los seres migratorios.

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martes, 15 de diciembre de 2009

Vivir con Tara.





Celebración del dharma en Málaga, aprovechando el puente del 4 al 8 de diciembre.
Cualquier excusa es buena para retirarse a meditar y estudiar unos días en el Hotel Kadampa, en Andalucía.
Cualquier excusa es buena para estudiar y meditar con Chokga.
Da igual el sitio y con quién, cuando se trata de la iniciación de Tara.
Y en este caso se daban los tres elementos.

Un paso más de crecimiento, unos centímetros cúbicos más grande. Otra experiencia inolvidable que proteger. Otro capítulo con sentido en esta existencia humana.
De vuelta a Barcelona, cómo no compartir la experiencia con el pequeño grupo que asiste a mis clases semanales?

Conocimos un poquito más a Tara, la madre iluminada, la historia común ("De ahora en adelante hasta que alcance la iluminación siempre tomaré un cuerpo femenino, y cuando me convierta en Buda también apareceré en una forma femenina")
y la no común (de las lágrimas del compasivo Avalokiteshvara que caen sobre una flor de loto, aparece Tara, "No desfallezcas, yo te ayudaré").
Tara, la rápida, la madre, la sabiduría de todos los budas.

http://reflexionesdeunaestudiantebudista.blogspot.com/2009/10/abrir-el-foco-y-dejar-que-los-cambios.html


Traer el resultado al camino.

Nos acercamos a ella, en su vocación de servicio, su bodichita, la Liberadora Suprema.
Porque estimo a los demás y quiero ayudarles y liberarles del sufrimiento, por eso quiero convertirme en Tara.
Traer el resultado al camino, en eso consiste la iniciación.

Desde el punto de vista mahayana, el principal objetivo consiste en liberarse de la estimación propia y desear ayudar a todos los seres. Desde el punto de vista tántrico, lo que importa en última instancia es la liberación de las apariencias ordinarias y el yo ordinario. Purificar nuestras apariencias ordinarias/convencionales del cuerpo, palabra y mente.

Y puede que te preguntes: ¿Por qué tengo que dejar de considerarme un ser ordinario?
Porque mientras que sigas designando "yo" en este cuerpo y mente contaminados, vas a sufrir.

Tras comprender esto, empiezo a designar "yo" sobre unas bases no contaminadas: Tara.
Y, así, podemos decir con la sadhana: "Poseo la claridad de mi yídam".

A partir de aquí, nos comprometemos a mantener a diario una práctica formal (la meditación propiamente dicha) y una práctica informal, en la vida cotidiana.


La práctica cotidiana.

Cómo?
Siente que tu guía espiritual (Tara) está en tu corazón.

Ante cualquier sensación agradable (el perfume de una flor, la contemplación de un bello paisaje, tu música preferida, comer o beber...), se la ofreces a tu guía espiritual en tu corazón.
Ante cualquier placer que aparece en tu camino, buscas a Tara: Eh, Tara, mira qué tenemos aquí, no te lo pierdas... Y realizas la ofrenda a Tara, en tu interior.
Así que ya sabes: vete rápido en busca de un objeto de placer y practica...

¿Y qué hacer cuando surge una experiencia desagradable?
Practicas la paciencia y se la ofreces a tu guía. Recuerdas: así es samsara, los problemas externos siempre están... y vuelves a tu yídam en tu corazón.
Y le ofreces tu paciencia.

¿Ante las apariencias neutras?
Recuerda la vacuidad: todo lo que aparece son meras apariencias, como en un sueño.
Y se lo ofreces a tu yídam, en tu corazón.

Vivir cada día como Tara, junto a Tara, en tu corazón. En esto consiste tu práctica informal.
¿Se te ocurre mejor compañía?

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viernes, 11 de diciembre de 2009

El dolor, la impermanencia, la mortalidad.










  • A veces te sientes como una gacela herida
    (la vida te ha herido donde más te duele, en lo que más quieres).
    Y está bien así.

    Te mueves con tu dolor, ralentizado el movimiento,

    receptiva y sensible al dolor ajeno,
    humilde en tu vulnerabilidad, consciente de la fragilidad
    que compartes.

    Son las lecciones de la vida que nos recuerdan
    nuestra mortalidad.

  • (De "Notas para una adolescente")

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    martes, 8 de diciembre de 2009

    Buda y los maras.


    A veces aparecen experiencias en tu vida que no te resultan agradables.
    Tal vez se muere alguien querido; tu pareja se va; tu mejor amigo sufre una profunda depresión y sufre; tu hermana no le encuentra el sentido a la vida y duele; tu hijo adolescente hace añicos todos los proyectos previamente compartidos y aparece con un espejo en las manos que refleja tus caras más monstruosas...
    Puede incluso que aparezcan todas de golpe y algunas más: una molesta enfermedad que designan crónica, la vejez, una crisis que produce alucinaciones y un cuerpo que no funciona... Todo
    de golpe.
    Puedes hundirte en la desesperación, "no puedo más".
    O puedes contemplarlo todo como Buda debajo del árbol, observando las apariciones de los maras, que llegan como poderosas pesadillas que hacen ruido para arrastrarnos -pero no lo consiguen-, se debilitan
    y se van...

    .

    martes, 1 de diciembre de 2009

    Las instrucciones de Buda son un consejo personal.


    A veces, en el transcurso de una clase o de una meditación (sobre la renuncia, la estimación propia subyacente en el sufrimiento, etc.), es inevitable que alguien, o una misma, piense en los sufrimientos ajenos, los profundos sufrimientos ajenos, como los fuertes dolores crónicos, las criaturas abusadas, las experiencias en los campos de concentración, etc. Mi sufrimiento en el primer mundo puede no ser nada o casi nada, tendemos a pensar, pero ¿y todas esas personas que están viviendo terribles situaciones de abuso y explotación? ¿Dónde se encuentra el egoísmo en ese sufrimiento?
    Suena tan cruel e injusto.
    A veces, algunas instrucciones budistas suenan muy duras, crueles e injustas, al principio.

    Y, entonces, Lochani y Rabjor responden: las instrucciones de Buda son un consejo personal.
    Esto quiere decir que, cuando tú las escuches, las instrucciones van dirigidas a ti y a nadie más que a ti, para que tú las apliques a tu propia experiencia.
    Investiga, cuando sea el caso, sondea en tu sufrimiento personal, observa lo que encuentras y analízalo.
    Buda dice: no tienes que creerte lo que digo, pruébalo, experiméntalo.
    Y, si te sirve, aplícalo y crece.

    Pero a menudo tenemos la actitud escapista (creemos compasiva) de pensar en los demás: esto lo debería escuchar mi novio, mi hija -cualquiera menos yo. ¿Y qué hay de las personas que son violadas y abusadas? ¿También son egoístas?

    Las enseñanzas de Buda son para que tú las apliques a tu experiencia personal. Y cuando se las plantee una persona que vive experiencias de abuso, entonces se tratará de la aplicación personal para ella, y de poco vale si ella responde: vale, yo puedo aplicar esto y me funciona, ¿pero qué hay de todas esas personas que han sufrido horrores en los campos de concentración? ¿También son egoístas?

    El egoísmo también mata y la compasión libera
    incluso en las cárceles.

    Yo he tenido la oportunidad de hablar con algunas de estas personas que han vivido una dura experiencia en campos de concentración, abusos y violaciones, para un extenso reportaje sobre las mujeres en los campos de concentración nazis. Y por ellas supe de la lucha que llevaban a cabo desde las prisiones, los sabotajes en su trabajo asignado de fabricar armamento. Mujeres que han visto morir a decenas de otras mujeres, criaturas y hombres a su lado. Pero era el sentido de misión, y de hacer algo bueno para los demás desde su situación, aun una situación límite y extremadamente peligrosa, lo que les proporcionaba la fortaleza y el ánimo para levantarse cada día. Y un enorme espacio de libertad dentro de ellas aun en la peor de las situaciones. Sólo el sentido de misión y compromiso con los demás vencía al miedo y a la muerte.
    Una persona separada, fragmentada, encerrada en sí misma, difícilmente encuentra la fuerza para sobrevivir en las peores condiciones.
    Lo creen así, también, Neus Català, Boris Cyrulnik, Viktor Frankl y una larga lista de personas que han pasado por las peores experiencias.


    Cuando escuches una instrucción budista, no te vale de nada pensar si puede ser útil para otra persona en peor situación que tú porque eso sólo podrá decidirlo ella.
    Aplícalo a tu vida e investiga.
    Sólo desde tu propia experiencia podrás saber qué funciona y qué no y con qué cuentas para ayudarte a ti misma y a los demás.

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