lunes, 19 de diciembre de 2016

Los infiernos.




La lluvia sobre el techo de la galería.
El lento tictac del reloj, blanco, como una luna sobre la pared blanca.
Dejar de masticar el desayuno en la boca es como salir de una sala de fiestas y entrar en el silencio.
Tal es el silencio que el mero hecho de masticar neutraliza todos los demás sonidos.
Las gotas de lluvia a veces parecen coger un color blanco, como si estuvieran a punto de convertirse en granizo.
Los ríos secos de Almería corren llenos de energía, devastadora, formando cataratas en algunas montañas de la Alpujarra.
El cielo llora por Alepo, y por nuestra indiferencia.
Y por nuestra facilidad de olvido.
Nunca más el nazismo; nunca más Srebrenica; nunca más Irak. ¿Nunca más Alepo?
Las imágenes del pasado nos aterran, cuando son pasado, y juramos que "nunca más".
Cuando son presente, nos acostumbran, nos familiarizan con ellas, la impotencia nos anestesia.
¿Nunca más?
Hoy está teniendo lugar, ahora mismo.
Bajo la lluvia y el frío y las bombas, los escombros, el polvo y la sangre.
Qué será lo próximo.
Ni siquiera es la pregunta más importante.
Ya no hay preguntas.
Nos estamos desangrando.




Esta pesadilla cruel, y triste, también es parte del cuadro completo.
Los infiernos existen.
Y es difícil mantener la mirada lúcida cuando aparecen, como una dolorosa hipnosis colectiva.

El cielo llora las lágrimas que los niños y niñas de Alepo ya no vierten.




jueves, 15 de diciembre de 2016

Ofrendas.






Silencio.
El teléfono mudo, el whatsapp, el email, el facebook.
Sin noticias.
Como un mar en calma, sin olas.
El templo iluminado sobre la montaña. Quietud y silencio.
Inspira y espira.
Abraza el aire, que se disuelve en su organismo de aire,
y luego lo deja ir.
Este nudo de energía
(este cuerpo, este yo),
como una nube en proceso de disolución.
Abraza el aire limpio, los sonidos de la tarde,
los absorbe, se metabolizan en una simbiosis sin sujeto
ni objeto,
y suelta lastre.
Nace y muere en cada respiración.
Alguien dijo que sólo hay una inspiración (al nacer) y una exhalación (cuando se acaba).
En medio, el proceso de una sola respiración.
Se está bien sin olas,
en silencio
y quietud.
(Mientras dure).





Cierra algunas puertas. O al menos, las deja entornadas.
Advirtió que se le iba demasiada energía, como un cuenco resquebrajado y lleno de agujeros.
Demasiadas ventanas al mundo. O a los infiernos.
La impotencia, el sufrimiento. El egoísmo.
Necesito nutrirme mejor, pensó.

Día gris y silencioso. La agenda vacía.
El motor de la calefacción de alguna casa cercana le da calor.
El tictac la reconforta.
Las voces de las gaviotas en el terrado.
El silencio. Los sonidos del silencio.
La quietud, la soledad.
Perfecto día de plenitud.
Perfecto y pleno, el instante eterno.

Contempla las nubes flotantes de situaciones potenciales, de personas amadas.
Necesita nutrirse bien para sanar esta tristeza.
Silencio. Tictac.
Toctoctoctoctoc... Ya ha llegado la lluvia, suave,
repiqueteando su melodía en el techo de la galería y en el suelo de los balcones.
Las gotas de lluvia le sonríen.
O quizás es ella la que sonríe a la lluvia.
A salvo, protegida, al calor del motor de la calefacción de su vecina.

Le gusta nutrirse bien, si es posible.
Hacer ofrendas hermosas y frescas y naturales
a su cuerpo y a su mente.
Nutrir la vida.
Y quitarse de en medio.





miércoles, 7 de diciembre de 2016

Sobre el amor y la ligereza, según Tulku Lama Lobsang.






Las 5 y el sol se pone por detrás de los tejados y las montañas.
Y graznan las gaviotas.
Y sopla el viento suave.
Los sonidos del silencio de la tarde.



El maestro daba una charla sobre el amor.
"El amor es la mejor medicina", la había titulado el orador, un lama reconocido a temprana edad y formado en medicina tibetana.

Primero habló del amor conceptual y del amor espiritual (por llamarlos de alguna manera).
Se centró especialmente en el primero.
Por qué nos interesa el amor? Por qué deseamos amar?
Porque el amor nos hace felices.

Por supuesto, no nos referimos a los celos, el control, la inseguridad, el miedo...
Aunque mucha gente relacione todas estas emociones con el amor, en realidad todo eso surge de otras fuentes egocéntricas, no del amor.

Así que deseamos amar porque amar nos hace felices.

Y cómo se manifiesta el amor? En qué consiste el hecho de amar?
En dar.
Dar.
Y qué es lo que quiere dar el amor?
Quiere dar a quien ama lo mismo que quiere para sí. Es decir, felicidad.
El amor quiere dar felicidad: cuidados, atenciones, amabilidad, sonrisas, caricias...

La práctica del amor consiste en dar.
Nutrir el amor.


Respecto al amor espiritual, aparece solo.
Basta con quitarme de en medio.
Me relajo y ahí está la felicidad, y el amor.

Ese tipo de amor no conceptual no necesita hacer nada.
Si da, no es porque lo necesite para la práctica del amor, es simplemente su naturaleza.
El amor no conceptual está siempre ahí, y aparece si le dejas.
Si te relajas.
Y te quitas de en medio.
Ahí está el amor.

Y cada cual sabe qué clase de amor puede experimentar.





Habló de la felicidad y del sufrimiento.
Cómo es posible que tan a menudo nos parezca que la felicidad está tan lejos -cuando acabe la carrera, cuando tenga trabajo, cuando consiga una pareja, cuando sea madre o padre; cuando lleguen las vacaciones, cuando vuelva al trabajo...
Y que las causas de sufrimiento están tan cerca.
El sufrimiento cerca (señaló con las manos la proximidad), la felicidad allá a lo lejos.
Por qué?, se preguntaba, y nos preguntaba, con esa sonrisa tan inspiradora y tranquilizadora, como un bálsamo sanador.
En realidad, es un error de percepción, dijo.
La felicidad puede estar muy cerca, aquí mismo, aquí y ahora mismo.
Sólo tengo que apreciar este instante, y disfrutarlo.
Y amarlo tal como es.





También habló de la vida. Del sentido de la vida.
En realidad era el mismo tema.
A veces nos parece que la vida es muy larga, casi infinita,
pero si nos quedan 50 años por delante, eso viene a ser unos 18.250 días.
De éstos, unos 6.000 días los pasaremos durmiendo y otra parte importante trabajando.
No te queda tanto de eso que llamamos "tiempo libre" para vivir.
Lo mejor es que incluyamos la experiencia de amor en cualquier instante, en todo lo que hacemos
(la escuela, el trabajo, el sueño, los paseos, las aficiones, las conversaciones, las relaciones...).
El amor y la ligereza.

Disfruta feliz y amorosamente de la vida, no te compliques tontamente.
Después de todo, sólo nos quedan unos pocos miles de días por delante.
Y cualquier pequeño problema que al ego le parece tan importante ya está pasando.






Entrevista a Tulku Lama Lobsang en crecejoven.com.