martes, 25 de enero de 2022

La impermanencia.



La jaula.
Vemos los barrotes,
cada uno de ellos una amenaza, un miedo.
Nos rodean.
Construimos la jaula con las poderosas proyecciones de nuestra mente,
sin puerta de salida.
Las creencias, la certeza,
es una energía creadora que fortifica la cárcel
que nos encierra.
El miedo manifestándose en formas diversas,
cada una un barrote.

La jaula parece tan real! 
Como el mundo que nos acoge,
que duele como si existiera.
Y se desencadena una trayectoria kármica
de causa y efecto.
Otro barrote.

Y a veces, como un sueño,
la imagen tridimensional se desvanece hasta desaparecer
y solo queda una pantalla blanca
y vacía.
Una pantalla luminosa
donde se generan las historias como nubes
en disolución.

Lo llaman impermanencia.
El sueño.
Las aventuras 
y desventuras
de la vida
dormida.




viernes, 21 de enero de 2022

El aburrimiento.

 


No necesitas coger un avión para volar a Wutai
si quieres ver a Manjusri.
Puedes encontrarle en tu propia casa.
Dices que es difícil,
la energía de la rutina mundana lo empaña todo.
Como un velo en los ojos.
Puede ser.
Por eso te gustan los retiros,
mejor si son en soledad, en silencio,
sin conexiones mundanas.
En cualquier caso,
no necesitas coger un avión para viajar a la China,
la India o el Tíbet.

A veces se le aparece un cuarto no lejos de casa.
Austero, sin apenas huellas
de vida alguna anterior.
Tan cerca (físicamente) de su mundo cotidiano tan lleno.
Como hacer ayuno con la nevera y la despensa repletas
de alimentos deliciosos.
Pero se queda donde está,
haciendo caso omiso a la llamada
de sus apegos, sus actividades cotidianas,
su vida ocupada como un bálsamo sedante
o narcótico.

Disfruta la experiencia del aburrimiento.
Ese instante en el que las distracciones han desaparecido, todas ellas,
y la inspiración aún no ha hecho acto de presencia.
Ese momento de silencio, vacío.
Lo llaman aburrimiento
y para ella es la fuente de todos los milagros,
la tierra de nadie, no cartografiada.
La pausa entre la inhalación y la exhalación.
La entrega,
el salto al vacío.

Lo llaman aburrimiento
y es el instante
que lo contiene
todo.



martes, 18 de enero de 2022

Guerra y paz.

 


"Todo tiene su tiempo
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora...
Tiempo de guerra y tiempo de paz".


Al grupo de estudio llegaban muchos textos y citas de lucha y superación.
La fuerza, la fortaleza.
El espíritu samurai, reconocía ella,
evocando su aventura de exploración del zen en las artes marciales,
algunas vidas atrás.

Sin embargo, ahora no lo hacía tan suyo.
El espíritu de lucha, la búsqueda de retos
para ponerse a prueba.
Viviendo en este mundo, el viaje ya se encarga
de crear sus propias tempestades.
No necesitaba más.
Y aun en su apuesta por la paz y la quietud,
a veces escuchaba frases como:
"No puedes evitar ser una guerrera",
o algo así.
Pero en su antigua vida de samurai había descubierto que la mayor victoria
consistía en diluir la guerra,
antes de que empezara.

Escribió:
"La lucha (el éxito o el fracaso)
sólo le interesa al ego, al yo separado.
El ego se nutre del conflicto.
El conflicto, la superación o la derrota
alimentan al ego.
Pero si meditas en la paz interior
ves que se enciende la llama del amor
y el ego se disuelve.
Entre la paz y la guerra, elijo la paz.
La paz no es la muerte sino la auténtica vida
que elijo vivir".

Pero no le dio al botón de "enviar".
Vislumbró la polémica
que no le interesaba mantener.
El arte de la esgrima verbal
que ya no la divertía.
La lucha de egos
espirituales.
Que no fuera su momento no significaba que no fuera el momento
en la vida de otras personas.

"Todo tiene su tiempo
y todo lo que se quiere debajo del cielo
tiene su hora..."
(Eclesiastés)




viernes, 14 de enero de 2022

El nirmanakaya.

 


El camino nunca es "seguro".
Cómo podría serlo?
Esa expectativa imposible,
ese objetivo quimérico.
La seguridad mundana es inviable,
un contrasentido en sí misma.

El viaje, la aventura
siempre es una cadena de sorpresas
y a veces una caja de Pandora.
Hacer la mochila y salir de casa es una apertura a lo desconocido,
una entrega.
Da igual lo que aparezca, tu única misión es vivirlo.
Y en la vivencia
(del conflicto, de la paz,
de la resolución, la contemplación, la respiración
agitada o profunda,
en el disfrute o en el dolor),
en la vivencia,
ahí estás,
consciente de quién eres.
El aliento del Yo.
El  Dharmakaya
en el Nirmanakaya.




sábado, 8 de enero de 2022

La madre, la hija.

 


Cuando eres madre, todas las niñas del mundo pasan a ser tus hijas.
Y tus hijos, todos los niños del mundo.
En cualquier caso, 
cuando empiezas a ver a tu madre,
todas las madres del mundo,
especialmente las ancianas (madres o no), todas ellas
pasan a ser tus madres.
A veces, como una segunda
o una enésima
oportunidad.
La Vida no se cansa de volver a intentarlo,
aun cuando eres una estudiante torpe.

Tenía una amiga que solía decir "Recuerda que tiene una madre"
cuando, llevada por el dolor de alguna herida,
alguien decidía tratar con desdén o humillación a alguien,
a su pareja, pongamos por caso.
Y eso qué tiene que ver?, preguntaba la interpelada.
Imagina cómo te sentirías si vieras vivir a tu hija una relación de abusos,
era su respuesta.

Trata a las personas como una madre desearía que fuera tratada su hija, su hijo.

La vida nos reparte papeles,
y los va cambiando,
para ayudarnos a comprender mejor.
Desde un enfoque y desde otro,
desde una perspectiva u otra.

Hasta que tiene lugar la realización.
Estable y ya para siempre.



domingo, 2 de enero de 2022

Solo necesitas generar mucho amor.



Entonces, le dieron una noticia absolutamente inesperada.
Lo había perdido todo.
El suelo se había resquebrajado bajo sus pies
y flotaba en tierra de nadie.
Los referentes que la sostenían se habían evaporado.
Todo su mundo estaba a punto de desaparecer.
No sentía vértigo, ni siquiera algo de ansiedad.
Pero sí algunas preguntas en su cabeza:
Cómo voy a seguir practicando cuando esté sola?

Al acabar el día, regresó al cuarto que compartía con dos compañeras
en aquel retiro de mahamudra
y tímidamente rompió el silencio.
Tengo frío, ¿puedo encender el radiador unos minutos?
Una de ellas era doctora.
Tengo algunos medicamentos aquí -dijo-,
¿quieres que te dé algo?
No hace falta -respondió ella-.
Solo necesito generar mucho amor.



Si entonces funcionó, en cualquier situación puede funcionar,
pensó ella, algunas vidas más tarde.
Cuando aparezca el miedo, la decepción,
el abandono,
cuando te sientas herida,
cuando duela, lo que sea,
solo necesitas generar mucho amor,
todo el amor del mundo,
en esta cocina mágica que llevas dentro.
Y naturalmente realizas que no hay nada que perdonar,
ni siquiera nada que comprender.
Cuando se despliega la naturaleza de las cosas.
Cada personaje,
cada objeto en el decorado,
cada luz y cada sombra
tienen su función en este drama soñado.

No tiene sentido luchar
con la naturaleza de las cosas,
ni oponer resistencia.
Inútilmente agotador
y, además,
te pierdes por un camino que no conduce a ninguna parte.

Solo necesitas generar mucho amor
y contemplar cómo las cosas recuperan su orden,
tan sanador.
Esa paz tan profunda.