jueves, 17 de diciembre de 2009
El yoga de la purificación de los seres migratorios.
Qué ocurre cuando te fijas en los defectos de alguien?
Acaba cayéndote fatal, verdad? -pregunta Chokga.
Pruébalo.
O mejor no,
no te molestes, ya lo hemos probado bastante durante toda nuestra vida.
Ahora, probemos a fijarnos en sus buenas cualidades.
Qué pasa?
Te produce un tipo de afecto que te ensancha el corazón.
Le aporta alegría a tu vida.
Tú decides.
Empequeñecer a las personas que te rodean, las situaciones, las circunstancias.
O agrandarlas.
Tú decides el mundo en el que quieres vivir.
Es como la versión sutra del yoga de la purificación de los seres migratorios.
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Es muy cierto, la manera en que elejimos ver nuestra experiencia hace al resultado. Me alegro haber encontrado tu pagina
ResponderEliminarY yo la tuya.
ResponderEliminarCreo que puedes aportarnos muchas cosas, compartir.
Bienvenida.
A mi me ha pasado alguna vez que,si saber porqué, al conocer a alguien, me cae mal directamente y empiezo a pensar: "pero si no es mala persona. Si ayuda a todos siempre y nunca me ha hecho nada..." o cosas así.
ResponderEliminarY no, no es por envidia ni ninguna de esas cosa... ya lo pensé.
De todas formas la palabra "odio" es una palabra demasiado rotunda... puede caerme mejor o peor alguien, incluso en un arrebato de ira, desearle lo peor, pero nunca es odio. El odio es demasiado grande para mi.
Sí, la palabra "odio" suena fuerte en castellano. Creo que en budismo utilizan la traducción directa del sánscrito que tiene más que ver con su uso en inglés, "I hate that", no me gusta nada eso.
ResponderEliminarEn cualquier caso, hablamos de aversión, disgusto, en su amplia gama de intensidad.
El hecho es que cualquier tipo de aversión, en la intensidad que sea, tiene que ver con poner la atención en lo que te disgusta. Y cambiar el foco hacia lo que te gusta acaba transformando tu sentimiento de disgusto en simpatía e incluso afecto.
Qué hacemos cuando nos enamoramos de una persona? Que ponemos nuestra atención en todo lo que nos gusta (guiad@s muchas veces por nuestra necesidad de amor o de enamoramiento, en el momento, de cubrir ese espacio de experiencia).
¿Qué ocurre cuando, más tarde (y cubierto ya ese espacio y esa necesidad), empezamos a visibilizar todo lo que no nos gusta? Que ese amor/enamoramiento se transforma en otra cosa: disgusto, frustración, incluso odio a veces, sólo porque la otra persona no es como queremos que sea o no hace lo que queremos que haga o no nos ama como queremos que nos ame.
Yo creo que es un buen ejercicio hacer lo que tú haces: cuando algo no te gusta o alguien te cae mal, cambiar el foco, ver las cosas que te gustan, pensar en las personas que le aman y mirarle por sus ojos.
Como minimo, la intensidad de nuestra aversión se reduce.
Y nos sentimos mucho mejor.
Y, a propósito, preciosa clase y meditación sobre la ecuanimidad ayer, con Lochani.
ResponderEliminarCreo que se merece una entrada.