Hoy toca tristeza.
Apareció la primera luna creciente de un nuevo ciclo.
Ahí, presente, en el marco del balcón.
Como cuando la acompañaba en el dolor de la noche,
esa presencia que lo inundaba todo,
dándole sentido a todo.
Al dolor, a la muerte.
Ahí está de nuevo.
"La luna, la luna, que me lleve la luna".
Ha ido despojándose de presencias que la distraigan, ruidos.
Necesitaba la soledad para estar a solas con la amiga.
Sin ruidos ni distracciones.
Y ahí está.
"Si yo no soy de este mundo, que a mí me lleve la luna".
Tan lejos, tan cerca.
Se dejó ver,
un corto espacio del trayecto,
y se fue.
En medio, un regalo de profunda contemplación.
Y aquí se queda ella, a solas con la amiga
(en otra forma o sin forma).
Silencio.
Dentro de unas horas
el canto y el vuelo de los pájaros anunciarán la llegada del sol
y le darán la bienvenida al nuevo día.
Ahora, es el tiempo de la noche
y los pájaros callan
y se refugian en sus nidos.
Y ella tan triste.
Sin motivo aparente.
Simplemente, la tristeza.
En la reunión de la escalera hablaron de los pájaros,
que ensucian los balcones y el terrado,
de colocar pinchos y otras medidas disuasorias,
de desmontar nidos
y hasta de contactar con un servicio antiplagas.
Se le encogía el corazón pero no abrió la boca.
Se le rompía el corazón.
Pero una vez más calló su voz,
como una extraterrestre sin sitio en este mundo.
"Si no soy de este mundo,
que a mí me lleve la luna".
Una estrella para tu luna🙏
ResponderEliminarhttps://youtu.be/p3uu_Ru5U1c
Carolina
Precioso.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Plum Village es una fuente de creatividad y de inspiración.
Qué ternura, cada una de sus caras, cantando o tocando un instrumento!
Bonita forma de abrir los ojos y empezar el día.
(Después de una noche en vela, siguiendo el rastro de la luna. 🌙)
🙏