Los cambios también tienen la capacidad de empoderarte.
Te abres a lo desconocido.
Así que le da las gracias por salir de su vida.
Por ofrecerle este viaje nuevo.
Se entrega.
Y no tiene ningún mérito, qué otra cosa podría hacer?
La impermanencia acaba llegando a todas partes.
Otra cosa que se acaba de romper.
Por otra parte, siente como si le estuvieran creciendo alas nuevas, aún diminutas.
Como si estuviera iniciando un viaje nuevo.
Vuelve a llorar a ratos
(y ha podido identificar el origen de esas lágrimas).
Y también siente explosiones de alegría.
Y siente que ella también está viviendo su propio pilgrimage.
En este mundo de la forma.
Se entrega.
La Vida sabe infinitamente más que ella,
este yo pequeñito
que ni siquiera existe.
La luz que es
sabe infinitamente más que cualquier personaje del drama
hacia dónde fluir,
en este océano de movimiento constante.
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