lunes, 30 de diciembre de 2019

Feliz año nuevo.







El calor del sol la ayuda,
la acoge, la reconforta,
en la recta final de este capítulo.
El calor del sol, la brisa suave
del abanico de las montañas,
el canto de las golondrinas,
la red social que la ayudará a limar sus asperezas
y dar vida al amor que constituirá los ladrillos de su nuevo mundo.
Nadie dice que será fácil.

El canto de la tórtola la acompaña, tenaz.
Amanece un nuevo día, el primero del resto de su vida.
Ligera de equipaje, con las manos vacías,
se pone a construir el nuevo mundo donde quiere habitar el resto de sus días,
de este sueño lúcido.
Ya no quiere ser más una víctima pasiva.
Y se pone manos a la obra.






Como ante Sidharta, sentado bajo el árbol Bodhi, aparecen los maras:
el taladro de las obras de la casa vecina;
"Yo es que soy más pesimista";
"Este sistema es el único que ha demostrado que funciona".
Los maras de su propia mente reteniéndola en el dolor "inevitable",
en el infierno inevitable.
No te vayas del mundo conocido.

Pero ella nunca se creyó los diagnósticos de enfermedades crónicas
con las que la han ido condenando a lo largo de su vida.
A cada diagnóstico-condena respondía con un salto de autocuración.
Ahora lo mismo.






Una bandada de gaviotas cruza su cielo
y el coro le pone banda sonora al instante,
sentada sin prisa en una piedra del camino.
Sobre una de las chimeneas del terrado, una gaviota irrumpe con un solo
en medio del coro que planea bajo el cielo cubierto.

En dirección contraria, una bandada de nubes
se desplaza mientras el sol juega al escondite.
Juega al escondite,
a veces cuesta identificar su luz
pero ahí está.
Siempre está ahí.

Las gaviotas cantan.








4 comentarios:

  1. Veo gran maestra, que has dado el salto de esquivar los paradigmas médicos-científicos, económicos, religiosos y políticos. Me ha asaltado el mara de la envidia, pero bueno, qué se le va a hacer. Productivo 2020 os deseo y que sigas marcando el camino. Abrazo desde el norte de suramérica.

    ResponderEliminar
  2. Nadie ha dicho que sea fácil, Diego.
    Un poco más fácil cuanto menos te lo crees.
    En ello estamos.
    Un abrazo desde Barcelona.
    Y otra vez, gracias por las risas. :)

    ResponderEliminar
  3. Feliz 2020 querida estudiante budista, que se aleje lo perjudicial y te rodee lo beneficioso. Abrazo grande.

    ResponderEliminar
  4. 😍 Igualmente, Juan. Que puedas construir un mundo bonito y amable en el que vivir.
    Un abrazo fuerte y muchas ganas de verte!

    ResponderEliminar