sábado, 8 de noviembre de 2025

La alegría también en el dolor.

 


Lo que más duele no es el propio dolor físico, o mental,
o la adversidad que haya que afrontar,
sino la carga adicional que le aportamos.
Incluso con un fuerte dolor físico, o de duelo, de pérdida, o de carencia,
aún puedes extasiarte al contemplar la luminosidad de la luna creciente
o el despliegue de colores del crepúsculo,
el canto de la gaviota en contemplación o el aire y el sol suave en la ropa tendida.
Esto es mucho más difícil cuando convertimos la experiencia en un problema,
si le añadimos un paquete de resistencias de nuestra propia cosecha.
Por ejemplo, las comparaciones:
Este dolor me tiene recluida en casa cuando otras personas están disfrutando en la fiesta del barrio, o de viaje, el estreno de teatro que querías ver y te vas a perder, etc, etc.
Las comparaciones con otras personas o contigo misma en otros momentos de tu vida.
"Este cuerpo no es el que era", "No soy la misma".
También, pensamientos del tipo "esto no me gusta", "otras personas tienen más suerte que yo, una mejor vida", "no lo soporto", "siempre me pasa" (algo malo), o bien "nunca me pasa a mí" (algo bueno).
Conviertes en un profundo sufrimiento una experiencia que podría no ser más que eso:
una mera experiencia, sin calificativos, no dual.

Y, en cualquier caso, pase lo que pase, por qué no aprovechar el instante para tocar a Dios,
y ser Dios, experimentando los diversos matices de esta vida humana.

Las personas comunes son la Ley Mística, dice Daisaku Ikeda.
La "Ley Mística" es otra forma de llamar a la iluminación en sí misma.
Esta ley fundamental está en el propio ser, y si eres consciente de ello
sabes que puedes transcender el sufrimiento en un nivel profundo y manifestar la felicidad genuina.
Es un estado interior que no se perturba ante ninguna dificultad
y te permite vivir de forma que se desarrolle al máximo el potencial humano.
La forma de vivir es la expresión natural de la fe budista.
La bodichita se manifiesta en una actitud de cuidar y valorar a la persona que tienes al lado,
reverenciar a cada persona como el Buda que es.
No hay que ir a otro mundo para ser budas. 
Por el contrario, se trata de establecer un estado de felicidad absoluta e indestructible aquí, en este mundo.
Manifestar la budeidad intrínseca con la forma que cada cual posee, en esta existencia.
Una felicidad absoluta que nada puede destruir.
El solo hecho de estar viva produce felicidad.

Recibió un mensaje de su amiga:
"Mientras tanto, la vida continúa.
X y su equipo siguen cosechando éxitos y aplausos en las presentaciones de su película;
C viaja por Italia con su pareja y luego comparte un día familiar en Sitges con comidas y celebraciones multitudinarias.
La vida continúa.
La salud se manifiesta en otros cuerpos. Y la alegría.
En realidad, la alegría no me ha abandonado a mí,
incluso en esta situación de limitación, dolor y reclusión.
Otra faceta de la vida.
Aún viva. Aún me queda la vida".




lunes, 3 de noviembre de 2025

Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana. (2)

 


La felicidad relativa es un sentimiento asociado a la satisfacción de los deseos y de las necesidades personales. Pero los deseos no tienen límite; aunque momentáneamente una persona se sienta satisfecha, tarde o temprano esos deseos se extenderán a algo más.
En cambio, la felicidad absoluta es un estado en el cual el solo hecho de vivir es causa de gozo y de dicha, independientemente de las circunstancias.
Este tipo de felicidad es generada por el propio sujeto desde su interior; se la llama «absoluta» porque no está condicionada a los factores externos.
Lograr la budeidad significa 
revelar, manifestar y establecer de manera definitiva este estado de felicidad absoluta. 

Ya que vivimos en inmersión en la realidad compleja de este mundo, es inevitable tener dificultades y problemas. Pero, así como una persona fuerte y sana puede escalar una montaña con facilidad, aunque lleve una carga pesada, los individuos que han establecido un estado de felicidad absoluta pueden aprovechar todos los desafíos como impulso para fortalecer su vitalidad y superar las dificultades serenamente.
Para una montañista entrenada, cuanto más escarpado y difícil es el ascenso, más satisfacción le produce superar los obstáculos y llegar a la cumbre. Siguiendo esta analogía, para aquellas personas que, a través de la práctica, han adquirido vitalidad y sabiduría para superar dificultades, el mundo real es un escenario donde crear valor, rebosante de plenitud y de satisfacciones, a pesar de sus muchos aprietos.


Y aún tengo la vida (Miguel Hernández)


(De los principios de la Soka Gakkkai, de Daisaku Ikeda).




viernes, 31 de octubre de 2025

Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana.

 


La mayoría de los sutras y escrituras que se han transmitido en el budismo inciden en que la causa del sufrimiento se encuentran en los propios deseos mundanos o pulsiones originadas en la ilusión.
Así pues, la única forma de eliminar el sufrimiento es extinguir tales impulsos o deseos.
El propósito de estas enseñanzas era la liberación (un despertar espiritual para trascender el sufrimiento) a través de cumplir numerosos preceptos (reglas de disciplina) y de mantener una sucesión de prácticas y aprendizajes intensivos.
Sin embargo, en la búsqueda de un estado completamente exento de sufrimientos, las personas terminaban deseando la aniquilación de su yo físico y psíquico, para escapar así del ciclo de nacimiento y muerte, y no tener que volver a renacer en este mundo.
Esta filosofía, en última instancia, equivale a una negación completa de la vida.
Dichos sutras enseñan que las personas corrientes solo pueden llegar a ser budas si aprenden, practican y adquieren los aspectos iluminados del Buda histórico, a lo largo de muchísimas existencias sucesivas.
Sin embargo, el Sutra del Loto revela que todos los seres poseen en forma intrínseca la naturaleza de Buda, es decir, la sabiduría y el amor compasivo que caracterizan este estado, y que es posible manifestar la budeidad desde adentro.
Hasta las personas comunes, cuya vida transcurre dominada por los deseos mundanos, agobiada por el peso del karma y debilitada por el sufrimiento, pueden manifestar la sabiduría de la iluminación del Buda, liberarse del pesar y adquirir una emancipación plena, si toman conciencia de que el estado de Buda existe dentro de su propia vida y se iluminan con respecto a esta realidad.


Una existencia atormentada por los deseos y los sufrimientos mundanos puede ser una vida de libertad ilimitada, resplandeciente de sabiduría iluminada, tal como es.
Esto es lo que afirma el principio budista de que «los deseos mundanos son la iluminación».
Pero tenemos que activar en nuestro propio ser la sabiduría para vivir plenamente, valor y confianza para enfrentar y superar las adversidades, y amor compasivo para procurar el bienestar de los demás seres.

«Los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana» significa que, aunque estemos sufriendo por la dolorosa realidad del nacimiento y la muerte, podemos manifestar en nosotros mismos el estado de vida sereno que caracteriza la iluminación del Buda (nirvana).

Los principios que afirman que «los deseos mundanos son la iluminación» y «los sufrimientos del nacimiento y la muerte son el nirvana» nos enseñan que cuando la fe en la Ley Mística es nuestra base, podemos vivir de manera constructiva y dinámica, transformando cualquier problema o aflicción en una causa de felicidad y de crecimiento.

(De los principios de la Soka Gakkai, de Daisaku Ikeda).




jueves, 23 de octubre de 2025

Sobre el pensamiento que crea la experiencia.

 


"Primero tenemos que eliminar el pensamiento que ve la situación como un problema
y establece el pensamiento de no aceptarlo.
Segundo, tenemos que generar el pensamiento que ve el problema como algo positivo
y establece el pensamiento de aceptación.
Cuando somos capaces de mirar a los problemas como una fuente de felicidad,
el sentimiento de aceptación surgirá de manera espontánea".

(Curación definitiva. Lama Zoma Rimpoché)


Cuando era pequeña ocurrió un acontecimiento que trastocó toda su vida conocida
y la catapultó hacia otro lugar.
Entonces surgieron algunos mantras que hizo suyos:
"Cuando nada tienes, nada puedes perder"
(creo que lo sacó de alguna canción de Bob Dylan).
Y otro: 
"En esta vida lo importante no es la felicidad
sino la sabiduría".
Debió generar mucha fortaleza en su adolescencia y juventud, al no contar con la expectativa de la felicidad.
El objetivo era simplemente afrontar los acontecimientos que aparecían
y comprender su significado, si era posible.
Afrontarlos y tirar p'alante. Ni siquiera es una elección.
Con el paso del tiempo, en medio de un baile en el Casal de La Floresta,
escuchó aquel estribillo de Gato Pérez:
"Si tú no tienes felicidad, de sabio no tienes ná".
Y fue como una realización inesperada
que otra vez lo cambió todo, de golpe.
No existe sabiduría sin felicidad.
La prueba del algodón de la sabiduría es la felicidad, en cualquier circunstancia,
da igual si no tienes nada, o si lo tienes,
o si lo pierdes todo, o parte.
La prueba del algodón de la sabiduría es la ecuanimidad (sin apegos, rechazos o indiferencia),
la mirada que transciende las ilusiones y espejismos.
No conoce otra manera de tocar la libertad.




martes, 21 de octubre de 2025

El amor es la atracción espontánea a la Unidad que somos.

 


Morihei Ueshiba sentía que había algo que no acababa de identificar en su práctica del aikido
(a pesar de su técnica, dicen que imbatible).
Hasta que un día cuando golpeaba el aire en solitario con su bokken
sintió algo extraño que él mismo describió como "temblar el universo",
"un espíritu alado que envolvía su cuerpo,
estando plenamente consciente del espíritu de Dios".
En aquel momento, el maestro Ueshiba comprendió que la fuerza de las artes del budo
es el amor a Dios
y el espíritu de una protección de amor
que llega a todos los seres humanos.

(Los grandes maestros del Budo. José María Fraguas).


Era el mes de septiembre y ya se había convertido en un hábito irse unas semanas de retiro, preferiblemente en soledad.
Alguna vez había pedido una caseta en la zona de aislamiento en la montaña del monasterio budista tibetano de Dag Shang Kagyu, en Panillo, Huesca.
Otras veces una celda en un convento católico, de monjas de clausura, en Sigena,
o en el Santuario del Pueyo.
En esa ocasión el monje budista tántrico Lama Djampa Gyatso (Idili Lizcano)
le había ofrecido un refugio de madera en la Garrotxa.
A su amigo le parecía que iba a estar demasiado tiempo aislada y que podría ser duro.
Recuerda que estoy contigo, se despidió, con un fuerte abrazo.
Y si necesitas que pase a recogerte en cualquier momento me lo dices y allí estaré.
Ella se sorprendió.
Pero qué dices? ¿Sola? ¿Duro?
Pero si voy a mi luna de miel con Dios.

Desirà l' amic soliditat
i anar a estar tot sol
per çó que hagués companyia de son amat,
ab lo qual està tot sol
entre la gent.

(Ramon Llull)


El amor sagrado tiene una gran fuerza, dice Consuelo Martín,
una fuerza desconocida en la vida habitual.
Generalmente, el amor movido por las emociones es egocentrado, busca conseguir algo.
Quizás la valoración, sentirte especial o simplemente evadirte de otras cuestiones.
A ese juego falso le llamamos amor y con ese sustituto nos conformamos mientras desconocemos el verdadero.
Desde luego, los seres humanos preferimos ese sentir interesado y egoico al odio.
Y así vamos atravesando la vida con sucedáneos, sin tocar el Amor.
El amor, para ser verdadero, ha de ser la atracción espontánea
a la Unidad
que somos.




domingo, 19 de octubre de 2025

Personas mayores que viven solas.

 



Tenía ochenta y muchos años y la veía venir a su baño diario en el mar.
Sonreía mucho.
Aquel día coincidimos en el vestuario, como tantas otras veces.
Qué, ya vas a la playa?, le pregunté.
Sí, dijo, pero solo a caminar, hoy no me baño.
Vengo del dentista, que me tenía que hacer una extracción y me ha sacado nueve piezas de golpe -dijo, con su sonrisa inmutable-. Me ha dicho que no me bañe en el mar hoy, por el riesgo de infección, si me entra agua.
Luego me contó que un par de noches atrás se había desmayado en casa,
perdió el conocimiento pero luego regresó, bromeaba.
Lo que más me duele es pensar en la cantidad de personas mayores que viven solas, comentó.
Yo también vivo sola pero yo soy fuerte.
A punto de cumplir los 90 y mírame, yo soy fuerte.
Lo que más me entristece es pensar en la cantidad de personas mayores que viven solas
y si les pasa algo, un desmayo, lo que sea, nadie se entera.
Luego se despidió y se fue a la playa a caminar por la orilla
con los pies descalzos, que le sienta tan bien.
Era un día de cielo cubierto, bien entrado el otoño.

A veces te encuentras con personas que son un derroche de sabiduría, compasión y amor,
lo cual seguramente es lo mismo.
Quizás no se adscriben a ningún camino espiritual, las mueve el simple sentido común.
El budismo es mera sensatez, decía Nichiren Daishonin.
Nadie lo ha inventado, es como la vida es.
Pero hay personas que no han escuchado o leído enseñanzas budistas
y respecto a las religiones que conocen, tienen sus reservas, dadas algunas trayectorias históricas.
De dónde sacan esa fortaleza y el coraje para vivir sin miedo?
Del amor, solo del amor.
No hay otra fuente de energía para mantener la vida
que funcione como funciona el amor.
El amor que te fulmina como un rayo (todos los miedos egocéntricos)
y te hace grande.





viernes, 17 de octubre de 2025

Sobre la salud y la enfermedad.

 


Vivir como en un viaje.
Y vivir
el viaje.
Un viaje de autodescubrimiento, un "pilgrimage", una peregrinación.
Pero un viaje al fin. La misma provisionalidad.
Usas las cosas, aquí y ahora; luego no estarán.
Usas el cuerpo, de la misma manera, este vehículo.
Lo cuidas, dentro de tus posibilidades;
a veces parece que lo haces bien y otras no tanto.
Caminas por la casa, tan provisional.
Como este cuerpo, otra casa.
También se quedará aquí, pero mientras te toque ser la cuidadora, ya sabes tu función.

Lama Zopa Rimpoché dice:
"No tener una enfermedad grave ahora es lo mismo que tenerla.
La muerte puede aparecer en cualquier momento".
Y de hecho, aparecerá.
Para el acontecer del universo, da igual que ocurra unos años antes o después.

"Nuestro apego (al cuerpo y a todo lo demás) está basado en un concepto de alucinación".

"Estar sana o no estarlo es prácticamente lo mismo,
si usamos todo lo que experimentamos para beneficiar a otros seres vivos".
Si toca la salud, qué hermosa experiencia de plenitud física, si eres consciente,
y si no toca, qué hermosa oportunidad, también.

"Tenemos la oportunidad de usar nuestra enfermedad para ir de felicidad en felicidad,
hasta la felicidad absoluta de la iluminación total".

(Curación definitiva. Lama Zopa Rimpoché).