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En las clases de
Sant Antoni
estamos entrando en
el camino del ser
del nivel superior,
de Budismo Moderno
(Gueshe Kelsang Gyatso. Ed. Tharpa).
En todas las meditaciones realizadas hasta ahora contemplábamos cómo nos hemos pasado la vida
cambiando las condiciones externas
para "mejorar", para estar bien,
como si en la próxima movida en el tablero de este ajedrez lo fuéramos a conseguir, por fin, llegar a puerto.
Pero no.
Aquí seguimos, más o menos como al principio -o peor, en muchos casos más arraigadas las tendencias de insatisfacción, frustración, decepción, expectativas no cumplidas...
Cambiar las condiciones externas no nos garantiza la paz estable.
Las meditaciones anteriores nos permitían ver que cambiar las condiciones externas no nos garantiza la paz estable.
También hemos podido ver qué es lo que ha movido todas nuestras acciones: el egocentrismo, el yo, mis intereses, la importancia personal.
Cada pensamiento, palabra o acción física que he realizado desde el principio de mi vida
estaba a mi servicio, al servicio de mis intereses personales.
Y ese camino nunca me conducirá a la paz estable.
Porque desde el "yo primero", nunca tienes bastante.
El "yo primero" sólo te garantiza la insatisfacción,
las exigencias (en muchos casos a los demás, a lo demás),
la frustración, la decepción, las expectativas no cumplidas.
El egoísmo
sólo te garantiza la infelicidad.
sólo te garantiza la infelicidad.
Hemos contemplado cuánto sufrimiento hay detrás de esta mente egocéntrica.
Lo ha habido en el pasado,
lo hay en el presente
y lo habrá en el futuro
-desde esta mente egocéntrica.
Y por eso,
este ser en el camino,
decide cambiar.
1. Empezar a conocer la mente
y adiestrarla.
Y 2. Soltar el yo que le ha encadenado
durante tanto tiempo.
Para dejar de sufrir.
para liberarse para siempre del sufrimiento.
este ser en el camino,
decide cambiar.
1. Empezar a conocer la mente
y adiestrarla.
Y 2. Soltar el yo que le ha encadenado
durante tanto tiempo.
Para dejar de sufrir.
para liberarse para siempre del sufrimiento.
El ser del nivel superior contempla
el sufrimiento de los demás.
Hasta ahora, hemos puesto nuestra atención en ese sufrimiento que
experimentamos personalmente (la ignorancia)
y que deseamos dejar de experimentar.
Y éste es un egoísmo inteligente que el budismo designa como sabiduría.
Y de repente, este ser que quiere dejar de sufrir
(que quiere abandonar todos los engaños que perturban su paz mental)
observa a los seres a su alrededor y empieza a contemplar el sufrimiento ajeno.
Porque casi todo el mundo está igual que él: sufriendo
a causa de los engaños que perturban su paz mental.
Contempla el sufrimiento de los demás,
deja que se le rompa el corazón
(que se le salten las lágrimas, como a Avalokiteshvara),
y siente cómo desearía ayudarles, si pudiera.
Pero no puede.
Ahora no.
Todavía no.
Porque él también se está ahogando en el oceano de los engaños que perturban su paz
(en el oceano del samsara).
Pero
cómo
y cuánto
desearía ayudarles...
Porque los demás son más,
y sufren más.
y sufren más.
Porque este ser, ahora, siente que tiene algunos recursos,
que sabe algo que antes no sabía
-que las circunstancias externas no son la causa de su sufrimiento
ni de su felicidad,
porque el sufrimiento y la felicidad son estados mentales que residen en la mente;
y sabe que el egoísmo no le protege y le hace fuerte
sino que le hace débil y frágil
y le condena a la insatisfacción permanente;
y sabe que el amor no le hace vulnerable y duele,
sino que le hace fuerte, abundante
y llena su vida de fiesta.
Y ya no sufre tanto
como solía.
Y ahora, el sufrimiento que contempla a su alrededor le parece desmesurado
(tantos seres
sufriendo tanto),
a menudo innecesario,
exagerado.
A veces un infierno.
El amor te hace fuerte
y te induce a cambiar.
Ahora, este ser
ha dejado de contemplar su propio sufrimiento,
empieza a ver el de los demás,
desea ayudarles
en lo que esté en su mano
y desea
hacer todo lo posible
por cambiar,
por mejorar,
por ser más útil,
más eficaz.
Dar más en el clavo
y mejor.
Es el ser del nivel superior.
Y se pone manos a la obra.
A esta mente,
que te convierte en el ser
del nivel superior,
se la conoce como
la bodichita,
la mente de la iluminación.
La mente que desea ayudar a todos los seres
y para ello decide mejorar
hasta su máximo potencial.
Y al ser que ha integrado la bodichita se le conoce como el bodisatva.
El bodisatva es el ser que
ha decidido ayudar a los demás,
que su vida sea útil
y beneficiosa,
y para eso se compromete a mejorar él mismo.
Promete que va a mejorar él mismo.
Pero cómo?
El camino del bodisatva.
No te desesperes: contamos con una guía.
Se la conoce como el camino del bodisatva.
El camino, o forma de vida del bodisatva, cuenta a su vez con varios caminos (interiores),
o prácticas,
conocidas como las seis perfecciones.
Éstas son:
de la disciplina moral,
la paciencia,
el esfuerzo,
la concentración
y la sabiduría.
la paciencia,
el esfuerzo,
la concentración
y la sabiduría.
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He leido Budismo moderno y me gusta mucho tu reflexión, me ayuda a completar la lectura. Un abrazo !!!
ResponderEliminarBuena respuesta, Marié.
ResponderEliminarGracias.
Ahora comprendo que, de alguna manera, ya transito por el camino del bodisatva.
Pues espera a ver la siguiente entrada, bodisatva PazzaP, desgranando las seis perfecciones.
ResponderEliminarGracias a ti por tu pregunta, que ha dado pie a estas reflexiones.
Un abrazo.
Un abrazo, Marisol.
ResponderEliminarBudismo Moderno es una auténtica joya de utilidad práctica.
Me gustan mucho tus comentarios, la lectura de algunos capitulos del libro es bastante dificil, por lo menos a mi me cuesta y estas reflexiones me ayudan bastante. gracias
ResponderEliminarÉsa es la intención. Ayudar
ResponderEliminara comprender y a integrar.
Gracias por tu feedback.