Lo dijo Guenla Kunsang.
Escríbelo en letras bien visibles y pégalo
en la puerta de la nevera,
que es donde más acudimos a lo largo del día:
Si amas, no sufres.
Si sufres, no amas.
No te engañes.
Y en realidad no hay nada más que decir. Es tan obvio.
La magia de la primavera.
Y sin embargo, qué difícil en primavera, verdad?
Qué difícil siempre.
Pero en primavera es como pasar la prueba del algodón.
En primavera, es como si espolvorearan magia en el aire,
y las hormonas se revolucionan, los deseos, las expectativas. Samsara se acentúa.
Y si tu mente ya es inestable de por sí,
en primavera rozas la bipolaridad.
en primavera rozas la bipolaridad.
Sobre el Amor y el amor y el no-amor...
Amas, y amas tanto que crees que estás a punto de tocar nirvana.
Lo amas todo y a todos, tanto
que sueltas tanto
(para amarles de verdad, sin contrapartida)
que sientes haber llegado al sueño de Keajra
por un instante
eterno.
Y no quieres volver.
Se está tan bien con esas gafas que te han prestado de amor y sabiduría,
con esas alas
(aunque sean de pega, pero parecen tan reales
cuando traes el resultado
al camino)
que sólo deseas descansar eternamente ahí,
donde el tiempo no existe.
Breve sueño.
Entonces aparece "él"
o "ella".
Casi siempre acaba apareciendo
un él o ella,
ese karma tan difícil de soltar.
Y piensas:
qué generosa mi yídam,
emanando para que yo practique
la manera budista de amar
(Indispensable Ocho pasos hacia la felicidad).
Y practicas
el amor de corazón,
el amor como una ofrenda.
Y amas,
luego no sufres.
Hasta que empiezas a sufrir
porque quieres un poco más.
Con un poco más llegarías más lejos
-y hasta puede que tu mente parlanchina, ese ego sofista que se resiste a morir
te convenza de que sólo te mueve tu aspiración espiritual.
Con un poco más de él o de ella
llegarías más lejos.
Qué pena que no sea así.
Cómo es posible que tu yídam no te ayude
a llegar a casa?
Cómo puede abandonarte así,
cuando tú sólo quieres
llegar a casa?
¿Te suena?
La alegoría de la primavera.
Llegó la primavera
mágica
(o el romántico otoño,
o el invierno frío e íntimo
o el verano explosivo,
da igual)
y ya no tienes bastante.
¿Quieres más?
mágica
(o el romántico otoño,
o el invierno frío e íntimo
o el verano explosivo,
da igual)
y ya no tienes bastante.
¿Quieres más?
Eso es
que lo que quieres
es como agua salada
-dice Kunsang.
¿Sufres?
Eso es
que has dejado de amar.
que lo que quieres
es como agua salada
-dice Kunsang.
¿Sufres?
Eso es
que has dejado de amar.
Y vuelves a estar atrapada en la red de samsara,
sufriendo el dolor
dspués de lamer tanto y tanto
la miel
en el filo de la navaja.
Otra lección de humildad.
Hasta que entiendes de nuevo
que sólo era un sueño.
Otro sueño
más.
Otra lección
pendiente.
Otro tropiezo, otra piedra que resultó no ser;
otro espejismo
en el largo
camino.
Gracias, Marié. Pero estoy en el samsara. Atrapada en él. Y no sé si quiero escapar. Me da miedo dejar de sentirme viva. Me da miedo que todo me dé igual.
ResponderEliminarDicen que ésa es la sensación que tenemos cuando estamos dormidas, Emi, que una quiere seguir ahí, en el sueño (en la pesadilla incluso) porque al menos hay "alguien" (?) que se siente "viva". (Ni remota idea de que está dormida)
ResponderEliminarHasta que despierta y comprende que no hay nada de eso en la habitación.
¿Te da miedo que todo te dé igual?
Ay, Dios/a!!
Dicen que cuando una sale de aquí se da cuenta de que se ha pasado la vida (eones, dicen) esclavizada a su adicción a las migajas.
Te lo dice una hedonista confesa, Emi.
Si hay alguien que tiene apego al disfrute, somos del mismo club.
Por eso cada vez me valen menos las migajas.
Y no, no da todo igual.
De hecho, cada vez da menos igual.
Un beso, hermana.
El ego no puede vivir su propia muerte, y sin embargo debemos liberarnos de la percepción engañosa de que somos cuerpo, sensación, percepción, pensamiento, conciencia.
ResponderEliminarSegún Shakyamuni es justamente este engaño el que nos conduce al sufrimiento.
El amor no hace sufrir, lo que hace sufrir es el miedo a perder y lo peor es que buda insiste en la noción de impermanencia, a lo que nosotros hacemos oidos sordos, lo que hace sufrir es no poder vivir la propia muerte, el abandono del ego.
Toni
Muy buena reflexión, Toni.
ResponderEliminarMuy buena.
Gracias.
Creo que la frase quiere decir que cuando sufrimos 'por amor' podemos tomar este sufrimiento como una indicación de que nuestro amor no es amor puro, desinteresado, sino que está mezclado con un poco de apego, como es normal. Y podemos ver que es el apego lo que nos hace sufrir, y no el amor. Esto nos da la oportunidad de ejercitarnos en disminuir el apego, y con él los problemas, y en mejorar nuestro amor y avanzar en el Dharma. Que cuando leemos el cartelito-trampa que nos hemos puesto en la puerta del frigorífico, hemos de acordarnos de pensar así.
ResponderEliminarClara y concisa tu explicación, Jaume.
ResponderEliminarGracias.
Gracias, Marié.
ResponderEliminarMuy buenas,
ResponderEliminarEl domingo quería ir a puertas abiertas KMC, pero el sabado me llamaron para ir al entierro de mi tia Caridad. Ella era cristiana y el cura en la misa dijo que era una persona buena como su nombre decia. Nos reunimos con la familia y me di cuenta que a medida que crezco otros se van y otros nacen, es curioso porque con esta familia siempre nos reunimos por bautizos, comuniones, bodas, entierros y todo a cambiado.
Ya nos contaras como os fue, seguro que con este tiempo muy bien. Besos y un abrazo a todos!!
Siento lo de tu tía, Yuki.
ResponderEliminarY me alegra verte por aquí.
Por el KMC, todo bien.
Y con Kunsang, imagina.
Pero no sé si la conoces.
Es una inspiración.
Una gran inspiración.
Un abrazo.
Gracias a todos... Me ha gustado mucho leeros... Comparto vuestros comentarios, Marié, Toni y Jaume...
ResponderEliminarRecuerdo una historia que decía algo así que el mayor engaño ó treta que ha hecho el ego (en otras versiones se habla del Satán ó demonio) es hacer creer que no existe, y así poder actuar a sus anchas... Ó como un ladrón, que puede robarnos nuestra felicidad y lo que es verdaderamente auténtico...
Emi, compañeros, y me lo digo a mí misma, ojalá no "nos durmamos en los laureles" y no nos tengamos que lamentar cuando vengan las situaciones difíciles; sino aprovechemos ahora para darnos cuenta de que todo puede dar un giro repentino, como en Japón, que seguro que el día anterior ni se imaginaban lo que iba a ocurrir, nadie nos lo imaginábamos...
Ojalá no tengamos que sufrir situaciones chungas para darnos cuenta entonces de que padecemos de la enfermedad de las perturbaciones mentales, que necesitamos la medicina suprema para curar nuestra mente y que ahora es el mejor momento...
No creo que se trate de vivir de manera asceta ni de privarse de los pequeños placercillos, sino de dejar de verlos ya como metas u objetivos deseables, ó como causas de felicidad, cuando eso es otro engaño...
Se trata, creo, de disfrutar pero sin apego, de aprovechar todo lo que tengamos delante para transformar la mente ("manten siempre una mente feliz") y poder ser felices de manera auténtica... Son las pequeñas experiencias de paz las que dan prueba de dónde está la felicidad y dónde no...
Me ha encantado especialmente lo de "¿Sufres? Eso es que has dejado de amar."
Muchas gracias!!! Un besote a todos
Gracias por tu reflexión, hadania. En esta línea, os remito a los mensajes de Guenla Kunsang, subdirectora espiritual internacional de la NTK (y mi primera maestra en el dharma, cuando ella era maestra residente en Barcelona) a su paso por el KMC Mahakaruna, antes de asistir a dirigir el retiro de Málaga (del viernes 15 al martes, 19.4).
ResponderEliminarhttp://kmcbarcelona.blogspot.com/