Imagina por un momento
que además de pagar con dinero el pan calentito de la mañana, le pagas con gratitud a la panadera que te tiende la barra por detrás del mostrador.
No tienes que decir nada, sólo sentir la gratitud y dejar que se exprese en tu mirada y en tu sonrisa,
o cualquiera que sea la expresión de tu rostro, da igual.
Imagina que le pagas también con gratitud.
Imagina que te relacionas desde la gratitud con tu compañer@ de trabajo (por estar ahí y colaborar contigo y permitir que tú puedas realizar tus responsabilidades);
con tu jefa o tu jefe; con tus profesor@s en la escuela o en la universidad.
Imagina que te relacionas desde la gratitud con tu pareja, por contar con ella día tras día;
con tu ex, por haber contado durante tanto tiempo tal vez ahora incluso) y con quien seguramente has aprendido tanto (si has querido o sabido aprovechar la oportunidad);
con tus hij@s, por ponértelo fácil para practicar el cambiarte por los demás,
por ayudarte a reducir la estimación propia,
por ser el reto más grande para combatir los apegos.
Imagina que te relacionas desde la gratitud con la profesora de tus hij@s;
con el pesado o la pesada de turno que te permite practicar paciencia e identificar tus engaños;
con tu amig@, cuando no te da la razón.
Rabjor dice:
haz un esferzo por recordar qué trajiste al mundo.
¿Traías ropa, comida para alimentar a los demás, una casa en la que acogerles,
habilidades personales, sabiduría...?
No traías nada, absolutamente
nada.
Todo te fue regalado.
De todo lo que tienes,
prácticamente nada lo has construido
con tus propias manos.
Todo te ha sido dado
por la bondad de los demás.
De todo lo que tienes,
prácticamente nada lo has construido
con tus propias manos.
Todo te ha sido dado
por la bondad de los demás.
Imagina tu mundo
y los seres de tu mundo
desde la mirada de la gratitud.
Imagina que has comprendido, experimentado, la bondad de los demás
y sientes gratitud hacia quienes hicieron la acera por la que caminas, la casa que habitas, la mesa en la que comes, la cama donde duermes,
la ropa que te viste,
los alimentos que te alimentan...
Imagina que sientes gratitud y,
sencilla y naturalmente,
se proyecta
en todas direcciones.
Cómo serían (cómo percibirías a) los seres con los que te relacionas?
Cómo sería el mundo en el que vivirías?
Cómo
tu experiencia personal?
Imagina por un momento que sientes gratitud hacia todos los seres
por hacer posible que, con ellos y a través de ellos,
tengas la oportunidad de practicar
y hacer
el camino hacia la liberación.
Porque sólo gracias a ellos
podrás conseguir
algún día
llegar al final del camino.
En el retiro de lamrim volvemos una y otra vez sobre las meditaciones de estimar a los demás,
para empezar, a través del reconocimiento de todo lo que hemos recibido de ellos.
Apreciar la bondad de todos los seres te ayuda a empezar a estimar a los demás,
la plataforma desde donde puedes empezar a hacer cambios significativos en tu vida.
.
Te doy mi gratitud.
ResponderEliminarMuchissimas gracias, de todo corazón por hacer este blog tant importante para el dia a dia, para esos momentos que necesito leer o recordar unas palabras del dharma y se que estais aqui.
Gracias!!!
Como dirían en el centro, me regocijo, yuki.
ResponderEliminarTú y las personas que encontráis alguna utilidad en esto sois quienes le dais sentido.
El día que esto no tenga nada que ofrecer sencillamente desaparecerá.
Pero mientras tanto, aquí estamos, creciendo junt@s.
Un abrazo.