martes, 19 de marzo de 2013

La tierra pura está aquí.









- Los infiernos existen.
- ¿Te vas a pasar toda la vida con la misma cantinela?
- Es para que no lo olvides, para que generes miedo y avances.
- No necesitas recordármelo más (al menos no tanto).
¿Crees que no soy consciente de la capacidad ilimitada de la mente de generar sufrimiento? No necesito poner la tele, leer las noticias o ir al cine a ver una de esas películas realistas. Ya sé de guerras, tiranías, invasiones protectoras que bombardean familias enteras, torturas a l@s pres@s que resultaron ser falsamente acusad@s y a l@s que estaban acertadamente acusad@s también. Sé que el otro bando siempre es el malo y merece todo lo peor, en nombre del bien y la justicia. Sé de violaciones masivas de mujeres en el autobús -el resto de pasajeros que no intervengan en la violación ya pueden bajarse y coger otro bus. De asesinatos de género, de dormir con el enemigo en casa. Sé de corralitos, de atracos oficiales que designan legales. De desahucios. Sé de estrés, ansiedad, depresión -por no tener trabajo o por tenerlo, por no tener pareja o por tenerla, da igual. De acoso escolar y en las redes sociales. Sé de pesadillas y suicidios desesperados.

El infierno, los infiernos existen, ya lo sé. Y están aquí.





Conozco el poder ilimitado de la mente para crear sufrimiento y situaciones de sufrimiento.

Y también sé del poder ilimitado de la mente para crear paz, amor y situaciones de gozo.












Conozco el poder de la mente para crear la Tierra Pura, el reino de Dios, el paraíso terrenal.
¿Te has fijado en que aquel paraíso del que dicen que nos expulsaron era terrenal, que estaba aquí mismo, en la Tierra?
El paraíso terrenal está aquí mismo, en la tierra que pisas.
El reino de Dios existe, y está aquí mismo, en tu ciudad.
La tierra pura es la tierra que pisas, el barrio por donde te mueves, la escuela o el trabajo al que acudes cada día.
Todo está aquí: los infiernos y los paraísos.





Tu mente (y la mía) tiene un infinito poder para crear sufrimiento
pero también para crear un profundo gozo.
El problema es que estamos mucho más familiarizad@s con los infiernos que con los paraísos.
Y como somos lo que practicamos, nos hemos convertido un poco más en seres de los infiernos
que en seres de la Tierra Pura.
Pero todo está aquí. Todo está en ti
y en mí.



Dicho esto, mi propuesta es:
dado que tienes dentro la semilla de la felicidad y la paz y la alegría, la semilla de la libertad,
la habilidad y la capacidad para ver y crear paraísos,
por qué no empezar a desarrollar ese potencial?

Cómo?
Para empezar, viéndolo, reconociéndolo, creyendo en él
(en tu potencial ilimitado para crear paraísos)
y responsabilizándote de él.
Esto quiere decir: poner manos a la obra.
Empezar a apreciar. Todo, a apreciarlo todo.
Desde el aire que respiras, tu capacidad para respirar, o para caminar, o para ver
-la capacidad que tengas, la que sea, no es necesario que las tengas todas.











El techo que te acoge, si lo tienes, la comida que te llevas a la boca -si es que cuentas con comida o con boca.
Porque nada está garantizado indefinidamente,
todo es un regalo que está (se manifiesta) y deja de estar, cuando las condiciones cambian.


Seguro que tienes algo que apreciar en tu vida.

Seguro que te cruzas con seres vulnerables (lo puedes ver en su mirada), con una mochila llena de historias duras y menos duras, amores encontrados o perdidos; personas que alguna vez fueron cuidadas y amadas, seres que aman y cuidan, no importan las dificultades, lo hacen.

Yo ayer cogí el metro después de mucho tiempo (soy más bien asidua de la bici), un trayecto largo, lleno de historias, como una película llena de películas, fragmentos de conversaciones entrelazadas, pensamientos como voces en off. Entre ellas, aquel padre joven con su hijo. Sentados uno al lado del otro, el niño se apoyaba en el padre, las bambas nuevas y limpias, la ropa deportiva impecable. El niño, confiado, se apoyaba en su padre y le hacía preguntas, y el padre respondía, y a veces sonreía. No importa la larga y dura aventura que podía llevar a sus espaldas, el viaje desde otro país, el trabajo (o falta de trabajo), le sonreía al hijo y respondía a sus preguntas. El niño, cuidado, confiado y seguro, con sus zapatillas deportivas nuevas y limpias.










A veces me conmueve hasta lo más profundo contemplar cómo los seres nos cuidamos los unos a los otros. No importa la dureza ni la dificultades.

He sabido de aquel veterano de Vietnam que vivía en un auténtico infierno.
En medio de la guerra, y enfurecido porque la guerrilla había matado a varios de sus compañeros en un asalto, decidió vengarse poniendo una trampa en las afueras de una aldea: unos bocadillos llenos de explosivos. Y se quedó para contemplar de cerca su venganza. Lo que vio fue a unos niños y niñas hambrient@s que se acercaron a comer y cómo su trampa mortal les quitaba la vida a cinco criaturas. Vio sus cuerpos en trozos volar por los aires. Y desde entonces no había desaparecido esa escena de delante de sus ojos. Y era el peor infierno.
De vuelta a casa, de la guerra a la paz, cada vez que se cruzaba en la calle con un niño o una niña volvía a ver estallar su cuerpo en pedazos.
Hasta que un día alguien le hizo ver que otros cinco niños y niñas (o cinco mil, o cinco millones, o muchos más) están saltando por los aires en este momento en cualquier lugar del mundo bajo las bombas de otras guerras. Ya no podía salvar la vida de aquellas cinco criaturas pero quizás sí de muchas otras, si se ponía manos a la obra.
Y eso fue lo que hizo.
Y así fue como se liberó del infierno.
Y pasó a vivir en una tierra pura, donde le era posible ver a multitud de ángeles, bodisatvas, budas y seres humanos de buen corazón y un inmenso, ilimitado, infinito potencial para generar alegría dentro (de sí mismos) y fuera, en cada uno de los seres a los que ayudaba.

Sospecho que no existe una depresión de la que no puedas liberarte ni un crimen que no te puedas perdonar.
Porque cada instante nace una nueva oportunidad.

La tierra pura existe y está aquí.
Por qué no empezar a habitarla
ya,
hoy mismo,
ahora,
en este preciso
instante?





5 comentarios:

  1. Muchas gracias, muy lindo y desafiante!!! :D

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  2. Gracias por tu feedback y por asumir el reto.
    Yo lo hago.
    Suerte. :)

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  3. GRACIAS MARIÉ, era lo que necesitaba ya , hoy mismo, ahora, en este preciso instante...

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  4. Gracias a ti, Ana, por hacérmelo saber.

    un fuerte abrazo.

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  5. UN SALUDO SE QUE EXISTEN PERSONAS QUE VEN DETRAS DE UN MUNDO PINTADO.ESCRIBES MARAVILLOSAMENTE UN ABRAZO.

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