martes, 12 de marzo de 2013

El triunfo sobre la ley de la impermanencia.












He llegado. Estoy en casa.
Aquí y ahora.
Soy estable.
Soy libre.
Y moro en 
lo último.
(TNH)


En la pregunta está la respuesta.
En la propia contemplación, en el reconocimiento de las propias limitaciones, aceptándolas sin juzgar,
surge la solución.
En este caso, escribo el post anterior (como una pregunta) y como una respuesta vuelve a aparecer ante mí el maestro budista vietnamita Tich Nhat Hanh,
dando voz a los mantras en los que me refugio espontáneamente.

He llegado, estoy en casa, todo está aquí.
Aquí y ahora.
Soy estable.

Observa el océano.
En la superficie, adviertes olas que aparecen y desaparecen, suben y bajan, nacen y mueren.
Las olas.
Pero las olas son agua, su naturaleza es el agua.
Y el agua, el océano, no nace ni muere.
De la misma manera, cada persona, cada ser, cada objeto, cada situación, es una manifestación del océano de la vida. Si me identifico con la ola, mi experiencia subirá y bajará, seré grande o pequeña, pobre o rica, triste, apacible, alegre, hostil... ponle nombre. Naceré y moriré y me estrellaré contra los arrecifes, rompeolas, los cascos de los barcos o la arena de la playa. Me estrellaré. Y moriré.
Así es como funciona la ley de la impermanencia.





Excepto si dejo de ser ola para identificarme con el océano.
En ese caso, la ley de la impermanencia es pura apariencia. Y soy estable.
Y soy libre. Sin miedo.
Y moro en lo último. Porque ya he llegado.

En realidad siempre ha sido así, siempre he sido agua (siempre había llegado).

La clave está en eso en lo que designo "yo".

"La ola puede vivir su vida como ola, pero también puede hacerlo mejor.
Puede vivir cada instante de su vida en contacto con su naturaleza, más allá del nacimiento y de la muerte, como agua que es.
Cuando la ola se da cuenta de que es agua, su miedo desaparece. Entonces disfruta tanto del movimiento de ascenso como del de descenso. Levantarse es gozoso y también lo es caer. No existe nacimiento ni tampoco existe muerte. Ésta es la más elevada de todas las enseñanzas".

("Estás aquí. La magia del momento presente". 
Thich Naht Hanh)






















2 comentarios:

  1. Gracias!
    Son unas reflexiones preciosas y bien ciertas.
    Precisamente estoy leyendo ese libro de Thich Naht Hanh.
    Me encanta lo que publicas en tu blog.
    Que todos los seres sean felices y tú entre ellos!!

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  2. :)

    Que todos lo seamos, Jose Manuel, sí.

    un abrazo.

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