Cuando el avión despegó, el suelo temblaba
y el aire temblaba,
y tembló aún más al alzarse,
temblaba el avión por el impacto del viento.
Ella cerró los ojos.
Y se puso a meditar en la muerte, una vez más.
Pasó por su mente un desfile de imágenes:
las dos chicas jóvenes que reían al subir las escaleras, de la edad de su hija;
la señora con el bastón, que gritaba tanto;
la pareja de al lado, que se agarraban de la mano con fuerza, como si el otro fuera una tabla de salvación...
Tantas historias cabalgaban los asientos de este avión, tantos proyectos.
Tantas vidas podían truncarse en este vuelo.
Tantas se habían truncado en otros vuelos,
quizás en este mismo momento,
en algún lugar del mundo.
Aquí mismo.
Pensó en cómo podría ayudar a esas niñas a apaciguar su miedo, su llanto,
si esto se acabara ya.
No podría.
Pensó en su pareja, al otro lado de la línea, esperándola en el aeropuerto.
Cómo ayudarle a superar su dolor.
No podría.
Pensó en su madre, que ya no estaba en este mundo
-pero apareció igual
en este desfile de imágenes.
Abrió los ojos.
Giró la mirada a la ventanilla y vio el suelo de nuevo bajo el avión.
¿Tan mal se había puesto la cosa que habíamos vuelto a tierra, y ella ni siquiera se había dado cuenta?
Entonces comprendió que no, que ese suelo que veía era en realidad una base de nubes bajo un cielo claro, radiante, y, en el horizonte, el rojo ardiente del sol.
Una vez atravesada la tormenta, el cielo volvía a ser claro y vacío, apacible, ofreciendo a la contemplación un escenario de crepúsculo mágico, como un premio,
como una ofrenda.
A los seres sintientes.
Los seres sagrados nos ofrecían su ofrenda a los seres sintientes, por una vez.
Ella sospechó que siempre es así, en esta coreografía kármica:
un cielo apacible y claro más alla de la tormenta.
Siempre el cielo claro,
cuando pasan las tormentas, las nubes rosadas de algodón o grises de aguacero.
Siempre el cielo claro
y apacible
como telón de fondo.
ResponderEliminarQue hermosa exposición llevada hasta el límite,
conforme iba leyendo pareció que lo vivia...
Si cuando estas en esa tormento de nubarrones , en ese movimiento que te arrastra , si sientes la imparmanencia de todo...,aparece sin esperarlo un cielo hermosa, una bandada de pájaros , el amor que se abre en su corazón..., es el milagro de la vida con consciencia.
Un abrazo amiga.
Sí, eso es, amiga.
ResponderEliminarY si cuando sientes ese movimiento que te arrastra, la vida en juego, sientes el dolor de las demás personas arrastradas por el movimiento y que se juegan la vida, tu dolor personal, tu miedo egoísta desaparece, o se hace insignificante.
El amor te protege, siempre, en cualquier situación.
un abrazo, amiga.
He leído los tres últimos, que son desde que te dan la noticia. Muy bien explicado y con nivel.
ResponderEliminarNo he sabido encontrar lo que les ha podido llevar a tomar esta decisión. Ellos se lo pierden.
Tus acciones, tus obras, tu dedicación, tu colaboración, tus comentarios, tu amor, tu compasión, tu ayuda, ... y mil cosas más han sido siempre las correctas, has hecho lo correcto siempre. Y una vez más estas muy por encima de lo mundano estas a otro nivel que muchos queremos estar.
Un abrazo muy muy fuerte, mmmmmmmm