lunes, 2 de mayo de 2011

El sufrimiento como trampolín; el disfrute como práctica; el Gran Gozo de la vacuidad como morada última.


















Pues sí, hermana (del alma).
Como te dije,
no estamos tan lejos
en nuestras percepciones.

El sufrimiento existe
-dices tú, y yo nunca te diría que no.
Pero los infiernos no
-y eso, hermana, permíteme que lo dude.
¿Acaso no percibes el drama, la tragedia
en cada una de las mentes humanas, incluida la propia?
¿No te asomas a la ventana del televisor, de vez en cuando?
¿No ves el dolor de los infiernos crueles, tan crueles,
que creamos en nuestra vida, tantas veces,
tan a menudo,
hasta destruirla,
hasta vivir en una hipnosis (a veces personal, a veces colectiva)
de sufrimiento
sin sentido?

Que nos separa?
Mi optimismo, dices.
Mis tendencias hedonistas -dice
mi amigo del alma.
(Sin duda no es casual que tú y él seáis como gemelos
del alma).


El sufrimiento, como aprendizaje.






OK.
Hay que aprender a afrontar el sufrimiento, dices
y yo estoy completamente de acuerdo.
Mi única puntualización enfatiza en el sufrimiento como aprendizaje.
Cuidado con aposentarse cómodamente en él
y en esa mirada triste, desencantada y escéptica.
El autoengaño del sufrimiento
como autoconocimiento
y morada
final.

El sufrimiento como camino, vale.
El sufrimiento que te espolea
para cambiar.
Por eso te hablo tanto y tan a menudo
de la catarsis.
Abrirse al sufrimiento, sin miedo,
pero no para quedarse en él.
Cómoda,
perezosamente,
sufriendo en un mundo duro y "cruel".













Yo abro los brazos al sufrimiento como trampolín.
Como autoconocimiento, sí, como conocimiento
y trampolín.
Utilizar el sufrimiento para liberarte del sufrimiento.
No para quedarte,
sumisa y derrotadamente,
en él.


Fuera de la zona de confort
del sufrimiento
soportable.


Qué aporta el budismo en todo esto?
La contemplación del sufrimiento, primero
(de los infiernos, si quieres),
directa, profundamente, sin escapismos, hasta que te rompa todas las corazas
y te saque de tu zona de confort
(del sufrimiento soportable)
para cambiar,
para cruzar la puerta al abismo.
La única manera de descubrir que hay más allá del abismo.







Y qué hay
al otro lado
del abismo?

Gran Gozo.


Vacuidad
y Gran Gozo.


Pero para experimentar el Gran Gozo hay que practicar el gozo
(a diario,
en la vida diaria).
Y para experimentar la vacuidad de manera directa
hay que experimentarla, primero, de manera "artificial",
es decir, conceptual.


Tu responsabilidad: ser feliz.

Hay que usar la mente conceptual para liberarse de la mente conceptual.

Hay que usar el sufrimiento para liberarse del sufrimiento.

Y hay que usar los objetos de apego para liberarse
del apego.

Geshe-la lo dijo:
No existe iluminación sin Gran Gozo.

Y, como te expliqué, hermana del alma,
Gueshe-la lo dijo
después de aquella iniciacion tántrica.
Dijo:
Ahora habéis adquirido una gran responsabilidad
(y algun@s nos echamos a temblar, recelos@s de ciertas exigencias difíciles de cumplir).
Ahora tenéis una gran responsabilidad, dijo,
y dijo:
Be happy.



Sé feliz.











Qué alivio, no?
Bonita responsabilidad,
fácil, agradable.




Y sin embargo te equivocas.
Porque es el compromiso más difícil de cumplir,
la tarea que requiere más esfuerzo,
más cambios
profundos.

Ser feliz implica una revolución.
Implica acabar con todos los engaños que nos mantienen atrapa@s en samsara.
Implica una valentía
y una constancia
y una fuerza
y una voluntad
de héroes y heroínas.

Ser feliz es la única,
la última
conquista.
Y nunca es fácil.


No te conviertas en un profesional del sufrimiento.

Hay grandes expert@s en soportar inmensas cargas de sufrimiento,
a menudo innecesario
o gratuito
pero no tant@s en el dominio del disfrute
sin apego.
En la práctica (a tu nivel, por minúscula que sea)
del gran gozo
de la vacuidad.

Es mucho más fácil instalarse en una moderada (o potente, depende del nivel de aguante y familiaridad de cada cual)
confortable,
zona de sufrimiento
crónico.

En ese autoengaño mortal.

6 comentarios:

  1. Gracias, Marié. Eres increíble.

    ¿Sabías que mi lema es: "Love, learn and enjoy"? Lo verás escrito en la parte inferior del blog si pasas la lupa por el mensaje. Proviene de un maravilloso discurso pronunciado por Steve Jacob hace años. Si tienes tiempo y no lo conoces, te recomiendo que lo escuches.


    http://escuchoatentamente.blogspot.com/2008/05/everything-else-is-secondary_20.html

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  2. Vaya, mi amiga del alma.

    Esperaba que fueras tú.

    No estamos tan lejos, verdad, hermana?

    Me paso por tu casa a ver lo que me cuentas...

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  3. Buenos dias Marie, leer este comentario ha sido como abrir una ventana y respirar una ráfaga de aire fresco, limpio. Gracias de todo corazón, por recordarnos que el sufrimiento puede ser solo un medio, que la finalidad última siempre es mejor en el gozo, para nosotros y para todos los demás. Esto que parece tan evidente lo olvidamos a cada momento, y la normalidad se convierte en esa situación de melancolía, de crisis, de drama o a veces de nihilismo. Sufrimiento está claro que sí, la vida nos lo trae en muchos momentos, pero si no nos coge desprevenidos sabremos canalizarlo, aprender de él y con él, para dejarlo pasar lo antes posible. Y cuando digo desprevenidos me refiero a ese estar en la vida “mustio” o como decía mi abuela “arrevenido”.
    Personalmente, eso es una de las cosas que me ha ofrecido la meditación, en mi aún corto recorrido por ella: consciencia de la mente de sufrimiento y deseo profundo de no acomodarme en esa zona de sufrimiento crónico.

    Be Happy!!!!!

    Cati

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  4. Gracias Cati, por pasarte por casa y dejar tus inspiradoras palabras.

    Tú y yo compartimos un club que no nos deja instalarnos cómodamente en el sufrimiento y no dejará de espolearnos (aunque duela) hasta sacarnos de esta zona de confort.

    Mientras tanto, no nos queda otra que practicar, cuando podamos, la alegría (y las oportunidades que nos brinda) vivir esta preciosa existencia humana.

    Hasta la tarde, compañera.

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  5. Yo tenia alguna amiga "profesional" del sufrimiento, hay gente que hace de eso un arte y que no pueden vivir sin sufrir por algo constantemente.

    Una pena porque por mucho que intentes hacerles entrar en razón y ver las cosas positivas no sabían, o no querian, hacerlo. Supongo que no es fácil si te acostumbras a vivir siempre bajo una nube gris.

    Besos!

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  6. Besos, Marina.
    Fue un gustazo verte la cara en tres dimensiones, por fin.
    Recuerda que en casa tienes siempre que quieras una infusión de jazmín y un plato de sopa -o lo que te apetezca.

    A cambio, me pones al corriente de ya sabes tú qué cosas.

    Un auténtico placer conocerte de forma "analógica".

    Y más gustazo aún que no te tire lo de ser una "profesional" del sufrimiento.

    Disfruta y suelta,
    como diríamos por aquí.

    Un abrazo.

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