lunes, 26 de noviembre de 2012

No es suficiente.










No es suficiente.

Rabjor entra en la gompa ante el silencio respetuoso de sus estudiantes, se sienta en el trono del dharma
y comienza la clase:
No es suficiente -dice.

Quizás llegamos a la meditación buscando una forma de relajación, una técnica para apaciguar la mente y reducir el estrés.
Y funcionó.
Y después de eso seguía funcionando.
Y quizás ahora ya no te enfadas tanto como antes, no le echas la culpa a los demás de tus propios problemas, has aprendido a practicar paciencia y ya no te quejas tanto cuando las condiciones no son cómodas o no se cumplen tus deseos.
Quizás ahora vives mejor y tienes más empatía, eres más eficaz y resolutiv@ en tu trabajo y en tu vida.
Y te cansas menos.
Quizás ahora no gastas tantas energías en pensamientos circulares obsesivos.
Y duermes mejor.
Has aprendido a adiestrar un poco tu mente.
Tienes menos necesidades, has desarrollado contentamiento y alegría
y ayudas mejor.

Viniste a relajarte y te ha cambiado la vida.

Y dices: el dharma funciona.
Se vive mejor con el dharma, sin duda
-esa ciencia de comprensión de la mente tan aguda y práctica.

Pero eso no es suficiente.

No te estanques.
Cuidado: no malinterpretes.
Que el dharma no te sirva para decir: se está bien aquí.
Samsara no es tan malo, después de todo.









Cuidado: no malinterpretes.
No te acomodes.
Porque esto no es suficiente.
Tenemos que seguir.

Tenemos que dar el salto -dice Rabjor.

El dharma no aparece en tu vida para enseñarte a "estar mejor".
El dharma aparece en tu vida para liberarte
(y entonces descubres que aquel "estar mejor" eran meras migajas).

Apareció para que sepas que puedes alcanzar la iluminación
en esta vida.
Que puedes despertar del sueño de la vigilia
en esta misma vida.

"Se está mejor" no es suficiente.
Ni siquiera "estar bien" es suficiente,
si puedes alcanzar en un instante
el gozo sublime
de la iluminación.

Y para ello no tienes que generar ansiedad
ni frustración
ni decepción
ni desánimo.
Simplemente hay que seguir practicando,
volver a la concentración de la meditación una y otra vez,
al gozo profundo que se hace cada vez más profundo
y más...
hasta que "te sorprendas".


PD: Gueshe-la dice: Un día te sorprenderás.








Sigue practicando y un día
te sorprenderás.







4 comentarios:

  1. El despertar de un segundo te muestra lo eterno.

    Un saludo Marié.

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  2. En efecto, no es suficiente. Y menos mal que es así. Siempre hay posibilidad de progreso, de mejora, de sorpresa.

    Me encanta tu blog.

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  3. Gracias por compartir. Y bienvenido.

    abrazo.

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