lunes, 5 de noviembre de 2012

No te equivoques de refugio.










No tengas miedo.
Ése era el título del retiro de refugio de este fin de semana pasado.
Y, toma nota,
si no quieres tener miedo, sólo te protege el amor.
También puedes llamarle las 3 Joyas
-en detalle, en palabras budistas.
Pero para que nos entendamos, budistas y no budistas, contra el miedo sólo te protege el amor.
Hasta con los "espíritus ávidos" -esas fuerzas del mal invisibles, tan generadoras de sufrimiento.
Si hasta con las fuerzas del mal (hay quien las llama "magia negra"; en budismo se les denomina "proyecciones de la mente", propia, como cualquier otro miedo, apego o situación), si hasta con las fuerzas del mal sólo te protege el amor que ve en el otro un ser desesperado, desbordado por el sufrimiento, pidiendo a gritos un abrazo (no necesariamente manifiesto, basta imaginarlo) balsámico, que alivie sus profundas heridas de soledad.
Si hasta en las situaciones más temidas y con los seres más temidos (que sólo proyecta tu mente, no lo olvides) sólo vence el amor, sólo te protege el amor, imagínate en la vida diaria, con seres humanos tan iguales a ti, tan inofensivos (u ofensivos), como tú mism@.
Qué sentido tiene tanto miedo a perder?
Qué sentido tiene pelearse tanto por unas migajas de ganancias o pérdidas, esa ilusión?

La competitividad te altera, el amor te relaja.
Porque el amor te protege y ya no tienes miedo a perder.
Porque con amor, cada vez que gana el otro, tú ganas.
Cada vez que gana alguien, tú ganas.
Y así, siempre ganas.



Si al final todo esto es sólo una ficción virtual, una cadena de obstáculos (como las ilusiones de un mago) que ponen a prueba tu amor

y tu miedo.






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