domingo, 19 de septiembre de 2010
Ligereza.
Querido amigo:
Ayer, mientras hablaba contigo sobre la cena con mi hermana
(y cómo, en el transcurso de una conversación, había pasado de la tristeza profunda a la alegría), recordé aquel artículo-epitafio
(o elegía, si quieres)
en el que el autor recordaba a la esposa recién fallecida de un colega, escritor como él, como una persona "ligera",
que aportaba "ligereza" a la vida.
Qué inspiración, pensé. Así quiero ser yo.
Alguien cuya presencia te ayuda a desdramatizar los grandes "dramas" de tu vida.
A soltar.
Esa presencia capaz de ayudarte a transformar
el profundo pesar
en una sonrisa,
en ese sentido del humor de sabiduría
que hacía decir a Sariputra:
"el samsara me hacer reír".
Esa conexión
con la sabiduría que todo ser
lleva dentro;
ésa quiero ser yo
de mayor.
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Voy a empezar a usar 'ligereza' como adjetivo para definir a las personas. Buena definición.
ResponderEliminarEso de pasar por distintos estados de animo durante una conversación larga suele pasar, me imagino que no todos podemos estar alegres las 24 horas del día, ni pretenderlo. Pero el sentido del humor siempre ayuda!
Ahora que he actualizado el mío, por fin, me paso por el tuyo en condiciones. :)
El sentido del humor siempre ayuda, Marina, sí.
ResponderEliminarAsí que vives por el Raval?
Si, cuando llegué a Bcn compartí piso en Ronda Sant Antoni, pero después me fui a Gràcia, unos 4 años, y ahora hace un año y pico que vuelvo a estar por aquí a bajo, cerca de la Boqueria... Algún dia dedicaré un post a eso! En mis últimos meses en Gràcia estaba agobiadisima y creo que he gané con el cambio. Aquí la gente vive de otra forma, aunque sea la misma ciudad. O simplemente soy yo que lo veo distinto.
ResponderEliminar¡Ay, Marié! ¿Pero qué más quieres tú saber? Ligera eres tú.
ResponderEliminarSeguro que tú has cambiado -eso no hay quien lo pare.
ResponderEliminarPero yo también aprecio mucho vivir entre la montaña y el mar, como disfrutar de dos pulmones añadidos en pleno centro de la ciudad.
Y no hablemos de cómo late la vida de barrio en estos barrios.
Así que ese vecino y su niño de 7 años que juega a la wii (en tu última entrada) me suenan... (?)
Un poquito más ligera que ayer, seguro,
ResponderEliminary espero que menos que mañana.
Estamos en lo mismo, no Emi?
Tengo curiosidad por saber cómo están las cosas por tu mandala, ya sabes...
Seguro que si. El niño hacia un año que no lo veía, desde que me tropecé con su primera incursión al mundo ciclista con dos ruedas... Enorme.
ResponderEliminarY su padre fue quién me guió hacía tu bloc hace 'siglos'. :)
La foto es preciosa.
ResponderEliminarLlama mi atención que, en el estrechamiento, la mano que ha adoptado la pose activa se muestre pasiva y la pasiva activa...
Toda una cascada de significados se agolpan entre mis emociones más lúcidas.
Y todo ello... regado por una etérea dulzura.
Parafraseando a Emi, poesía eres tú PazzaP.
ResponderEliminarGracias por compartir tu percepción de la foto
y tus lúcidas emociones.
Abrazo.