miércoles, 11 de febrero de 2009

Si sientes que se te rompe el corazón.


A veces
sientes que se te rompe el corazón.

Una actitud desagradecida que no te mereces,
un amigo que te falla.
La crisis
que deja en el paro a tu amiga, con una familia que mantener.
La crisis de los alimentos que mata a millones de personas en el mundo;
la desertización de parte del planeta, que mata de hambre y de enfermedad
y de tristeza.
Las miradas de esos niños y niñas, mujeres y hombres,
masas de personas refugiadas huyendo de la guerra, las bombas, las violaciones, la destrucción, dejando atrás todo lo que tienen;
esas miradas que apenas tienen 10 años y ya han visto tanto horror.
A veces sientes que se te rompe el corazón.

Deja que se te rompa el corazón -dice Rabjor con la sonrisa de los conquistadores.
No es el corazón lo que se rompe, es la coraza
de la estimación propia.
Deja que se rompa la coraza que la estimación propia crea para protegerse del dolor
y deja que tu corazón se libere,
blando, receptivo, con toda su naturaleza de amor.

6 comentarios:

  1. Què és això dels conqueridors?

    ResponderEliminar
  2. En la literatura budista se habla de l@s conquistador@s o l@s vencedor@s que han vencido a las perturbaciones mentales y se han liberado del sufrimiento.
    Yo ya veo la victoria en esas personas que van "venciendo" pensamientos y emociones destructivas poco a poco, paso a paso. Conquistando estados más amplios y profundos de conciencia.
    Y en ello siguen.
    Aunque no siempre lo consigan, en ello siguen.

    ResponderEliminar
  3. Realmente, sentirse mal no es más que una escapatoria, como no mirar. Eso no ayuda a nadie ¿verdad?

    ResponderEliminar
  4. Lochani dice que parte del problema es que siempre queremos estar bien, y si no, nos enfadamos.
    Es la estimación propia la que se empeña en que siempre hay que estar bien -una expectativa imposible que nos condena al sufrimiento inevitablemente, precisamente por eso, porque es imposible estar bien siempre, las 24 horas del día de cada día del año, en esta vida humana nuestra.
    Así que cuando toca estar mal, se está mal. Si duele, aprovechas para conectar con el Dolor, en mayúsculas. El Dolor, como una nube que envuelve el planeta. A ti o a mí nos caen unas gotas de vez en cuando, de esa misma nube que en Gaza, en la mirada de las niñas y niños refugiados o en la familia de al lado son nubarrones de tormenta. Pero el mismo dolor. Si conectas con el Dolor del mundo y lo haces tuyo, ese pequeño dolor tuyo se transforma en una gran experiencia mística.
    El dolor, como la alegría, son experiencias que pueden conectarnos con la gran compasión. Para qué perdérselas.

    ResponderEliminar
  5. Jo, dicho así Marié, hasta me entran ganas de experimentarlo.
    Marié, creo que te necesito. Todo lo que éstás diciendo en estas últimas entradas lo tenía yo leído, escuchado, reflexionado y sentido, pero, dicho por ti, penetra más a fondo. Gracias, guapa.

    ResponderEliminar
  6. Eso es porque estamos creciendo juntas, Emi. Vamos por el mismo camino. Y no somos las únicas.
    Disfruta del proceso.

    ResponderEliminar