La meditación de tomar y dar resulta fácil cuando te encuentras fuerte, una especie de superheroína o superhéroe, un bodisatva que aspira a la mente de la iluminación (bodichita). Actúa como quien quieres llegar a ser y ya tienes la mitad del camino hecho.
Ante el sufrimiento del mundo, lo absorbes, lo haces tuyo, deseas de corazón liberarles de todo el dolor, lo visualizas y lo inspiras en forma humo negro que llevas al centro de tus pulmones, al corazón, y lo transformas en amor, que espiras. Devuelves el sufrimiento del mundo ahora transformado en amor.
¿Raro? ¿Falso? ¿Forzado? ¿Poco creíble? Todas las madres lo hemos hecho en algún momento con nuestras criaturas, de forma instintiva y natural, cuando sufrían un dolor de oído o de barriga, o algo peor. Llevas la mano al lugar del dolor, o los labios (le besas), o simplemente piensas en ella si está lejos, y deseas de corazón quitarle su mal, su enfermedad, hacerla tuya, afrontarla tú en vez de ella o él. Y el budismo te dice que desarrolles ese tipo de amor hacia todos los seres. Empieza imaginándolo. En eso consiste la meditación en tomar y dar. (Tomar el sufrimiento; dar el amor y la alegría).
Y no es tan fácil, especialmente cuando te sientes débil y vulnerable. Entonces, ante el dolor de alguien, imaginas que lo absorbes, y de repente aparece el ego pusilánime y se echa a temblar: no voy a poder, no quiero más sufrimiento, que se lo quede él, el suyo, que se lo quede.
Y Rabjor dice: ésa es la cara, la voz, de la estimación propia, protegiéndose, la armadura del corazón; pégale fuerte, suelta una bomba de amor y deja que estalle por los aires. Y verás como tu vida se hace más ligera, intensa, valiente, libre. La victoria sobre el dolor y la muerte.
Y es así.
Aceptar la derrota y ofrecer la victoria tiene mucho que ver con esto. Una práctica profundamente eficaz ante situaciones personales de dolor, dificultades o rabietas porque las cosas no son como quieres que sean.
Acepta la derrota (las dificultades, el malestar, lo no deseado) con amor y paciencia, como si aceptaras todo el dolor del mundo, o al menos la cuota que te toca. De esta manera, si no liberas a nadie de su dolor (si crees que no lo haces) al menos no causas más dolor en el mundo con tu no aceptación, provocando nuevos conflictos.
Con amor y paciencia
interior
(externamente, haz lo que debas hacer).
En eso consiste básicamente ofrecer la victoria: responder con amor y paciencia. Interiormente.
Externamente, haz lo que debas hacer, lo que resulte más beneficioso para la situación.
Con valentía.
Con la seguridad de quien hace lo que debe guiada por el amor.
Porque el amor es la única bandera que te permite encarar la vida con seguridad, libertad y valentía.
Porque el amor es la única bandera que te permite encarar la vida con seguridad, libertad y valentía.
Una bomba de amor, bonita metáfora.
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ResponderEliminarHola es la primera vez que entro en tú blog y me gusta. Soy una neófita en la religión budista y tampoco quiero convertirme pero sí me gusta su filosofia, aunque lo de aceptar la derrota reconozco que lo llevo un poco mal.
ResponderEliminarPodrías recomendarme algo para leer, para principiantes claro, sobre budismo.
Gracias
Es difícil recomendar a alguien que no conoces pero, si tienes oportunidad, prueba a ojear "Ocho pasos hacia la felicidad", o el "Nuevo manual de meditación", o bien "Transforma tu vida", los tres de Geshe Kelsang Gyatso, Ed. Tharpa. Quizás resulten un poco densos para ti, no sé.
ResponderEliminarTambién podrías asistir a un centro budista de tu ciudad, donde hagan las meditaciones guiadas, con lecturas de textos de los libros aplicadas a la vida cotidiana. Eso suele ser muy recomendable. Sales relajada, ligera y con una cierta comprensión de la experiencia de la paz mental.
Si me dices donde vives, quizás podría pasarte algua dirección.
Por otra parte, Manipa, no tienes que "convertirte" en nada que no quieras; quizás sólo te interese prácticar la meditación para descansar la mente (en el silencio interior), o bien para aprender a controlarla mejor (para detectar los pensamientos que te sabotean y no darles credibilidad) o incluso para disfrutar de agradables experiancias de expansión de la conciencia.
ResponderEliminarExperiencias de unión (con el cosmos), disolución (desidentificación del ego) y amor.
A veces, el concepto amor (tan manido) puede sonarnos casi a santurronería, pero estoy convencida de que es la clave que marca la diferencia entre una vida mediocre o con sentido.
Te agradezco muchos los libros que me recomiendas, empezaré por ahí y ya te iré comentando.
ResponderEliminarSoy una persona con mucho autocontrol de mí misma, se dirigir muy bien mi mente, aunque no soy capaz de dejarla en blanco, supongo que éso será una de las cosas mas complicadas y sí que me gustaría sabes descansar la mente que cuanto más mayor me hago menos la dejo descansar.
Gracias de nuevo.
Cómo decía Lochani?
ResponderEliminarSiéntate a meditar y siéntete como
cuando te vas a dormir,
arropadita,
vas desconectando interruptores
de los sentidos,
pensamientos,
y descansas en ese blanco-vacío,
en el umbral del sueño
pero sin dormirte,
disfrutando del mero descanso,
arropadita y en blanco...
¡Qué bien lo has descrito! Aunque hay que entrenar mucho y espantar la pereza, ya lo creo que merece la pena.
ResponderEliminar¡Tonglen es un instrumento muy poderoso! Una gran manera de utilizarlo en persona con alguien que es de corazón pesado es de abrazarlos y aspirar su dolor como usted expande el corazón con un aliento profundo y entonces exhala alegría y luz y el amor en el exhala. Yo lo he utilizado y cambios vistos, físicos, mentales y emocionales que son inmediatos y poderoso. También pararse y tener un espacio amoroso al permitir alguien sentarse en su sufrimiento es también un instrumento poderoso de transformative.
ResponderEliminarThanks, Peter.
ResponderEliminarI appreciate your effort writing Spanish -even with a translator.
And I appreciate you here, very much.
Please, keep in touch here.
Your words are allways enlightening.
And please, feel free to write in English -if you will be more often here.
ResponderEliminarIt's always worthy to make the efford to read you in your language.
¿Pereza, Emi?
ResponderEliminarQuizás.
O quizás, cuando una experimenta el profundo bienestar del descanso profundo y consciente, puede que la pereza se transforme y vayas buscando resquicios a lo largo del día para "volver a casa" (mientras esperas el autobús, en la cola del mercado, etc.) Un instante de desconexión en medio de cualquier actividad puede convertirse en un instante eterno de conexión con... Dios/Buda/el universo, llámalo como quieras.
Y ya no hay más pereza.
Todavía estoy en una fase en la que me cuesta esa desconexión -conectada con lo importante- así que necesito sentarme en mi zafu un buen rato antes si quiera de sentir que me libero de la tensión. La pereza es levantarse a las 6 de la mañana en vez de a las 6 y media para hacerlo. No siempre la tengo. Cuando lo necesito lo noto y entonces no hay cansancio que me lo impida.
ResponderEliminarVaya, Emi, lo tuyo es la práctica seria.
ResponderEliminarEso sí que tiene mérito-s.
A todo el mundo nos cuesta desconectar. Nos creemos tanto esta "realidad", que acabamos convirtiéndonos en esclav@s de nuestras percepciones.
Y encima creamos interpretaciones de la realidad que nos esclavizan más todavía.
Qué ligereza cuando una se libera de todo ese montaje mental, aunque sólo sea por un instante.
sublime! Es cierto, es justo lo que llamo inteligencia emocional :-)!!!
ResponderEliminarsaludos!!!
Yara
Sí, también se le puede llamar así.
ResponderEliminarInteligencia emocional,
protección (dharma) inteligente...
beso.
Hola! Amo esta enseñanza tan hermosa y poderosa pero no encuentro en dónde la leí por primera vez...Tendrás la referencia del texto que narra la anecdota del maestro que predicaba ceder la victoria como enseñanza principal?
ResponderEliminarNAMASTE