martes, 10 de enero de 2023

El bardo, la transición.

 


Otro día de retiro.
De cielo cubierto y plantas que bailan al viento, en los terrados.
La tórtola de paseo por la barandilla de hierro del balcón.
La gaviota planeando en el aire
al otro lado del marco de la puerta de madera y cristales.
El interactuar cotidiano de la pareja de al lado en el desayuno,
al otro lado de la pared.
Los sonidos del silencio.
Otro largo día de contemplación,
a ratos en intimidad con el dolor,
a ratos aligerada.
Vas y vienes, vienes y vas,
de ningún sitio a ningún sitio.
Este cuerpo que hasta ayer era cómplice y aliado,
tan frágil hoy, tan vulnerable.




De repente, las etapas se sucedían como bardos.
La noche de dolor (en vela, el movimiento, el frío y el calor)
por la mañana ya era solo un sueño.
Un sueño recurrente, es cierto.
El regreso anunciado, en cada partida.
Pero cuando tocaba un etapa de respiro experimentaba la libertad.
Y en esa confianza, aun en medio de la pesadilla,
reconocía la recuperación.
Cuando le preguntaban "cómo estás" respondía:
Creo que en proceso de recuperación.
La señal: la confianza.
Esta ola también pasará, ya está pasando,
aun cuando no lo perciba.
La adopción del presente, tan lleno.
Dicha y dolor. Miedo y confianza.
Todo aquí, tan presente.




La habían acompañado tres libros a lo largo de este encierro,
desde que empezó a tener energía para sumirse en la lectura, a ratos.

"Tal como vivimos, morimos", de Pema Chödrön,
que apareció oportunamente para acompañarla
en la investigación de esta pequeña muerte,
este bardo que le tocaba atravesar.
A comprender un poco, quizás, su inesperada caída.
Sus tendencias, sus miedos.

Luego apareció sobresaliendo en la montaña de libros sobre el tatami
un libro perdido,"Existir" (Robert Neuburger),
como respondiendo a un cúmulo de menciones y condiciones.
Y también la ayudó a comprender un poco mejor
el dolor de no "existir", cuando concierne a sus apegos.
Las viejas heridas como semillas, la contracción del miedo.

Finalmente, sintió que era el momento de mirar fuera del pozo,
de alimentar la fortaleza, la guerrera que llevaba dentro.
Y se tropezó con aquel librito, ya amarillento,
que compró en California (su paraíso de las artes marciales en una vida),
35 años atrás.
"Karate-Do. My Way of Life", de Gichin Funakoshi.
Su trampolín al zen, tanto años atrás.
Y así empezó a ver cobrar fuerzas a la guerrera caída.
El renacer del ave Fénix.
Aún las piernas debilitadas y el caminar tambaleante.
Pero ya en marcha.





5 comentarios:

  1. Mi querida Marié, mi querida amiga invisible. Tan lejos, y tan cerca. Me emociono hoy al leerte, me duele tu dolor. Y tu entrega siempre. Siempre derrochando sabiduría, y la inconmensurable generosidad para compartirla.
    Mi amiga invisible, mi guerrera. Tan lejos, y tan cerca.
    Siempre presente en mi vida, hace ya, muchos, muchos años. Y solo puedo darte las gracias, por tanta entrega.
    Nunca te he visto, nunca te escuchado, pero hoy me vuelves a hacer un regalo.
    Agua vertida en agua.
    Un afectuoso abrazo,
    Carolina

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  2. Muchas gracias por tu afecto, Carolina.
    Yo también te siento cerca. Tu presencia, de tanto en tanto, me recuerda que sigues estando aquí.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Me ha parecido tan bonito el mensaje de Carolina.
    Aunque no interactúo con frecuencia, estimo que visito regularmente el blog desde hace diez años. Y no me alcanzan las palabras para expresarte el agradecimiento por compartir tus experiencias. Imagino que de la misma forma llevas luz al camino de otros tantos más.
    Muchas gracias y fuerzas Marié. Un abrazo. Gabriela

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  4. Gracias Marie, tbn soy lectora recurrente del blog hace varios años y siempre me sorprende la sincronicidad de tus textos y lo que la vida me trae, leerte me ha ayudado muchas veces en situaciones concretas como un bálsamo, en el momento oportuno, llega para ayudar a sanar una herida concreta, tan ricos tus textos y que nos tocan de cerca y nos hacen tambalear de lo cotidiano. Gracias y muchos ánimos en estos momentos y siempre. Gracias por compartir tu sabiduria.

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