miércoles, 12 de agosto de 2020

Sobre el amor.





Le dijo:
Reconocerás el amor porque se proyecta en todas direcciones.
El amor nunca puede ser unipuntual ni exclusivo.
¿Y cuándo se trata del amor por una persona en particular?, le preguntó el amigo.
Entonces, lo reconocerás porque deseas su felicidad y su libertad tanto como las tuyas propias, con todas sus consecuencias.
Y también porque te gustaría tener a esa persona en tu vida "no importa en qué forma", como dice la canción.
Eso me resulta difícil aceptarlo -respondió él-. Me duele demasiado.
Ella nunca podría ser solo una amiga.

A veces aparece alguien en tu vida y ves su luz,
tienes la impresión de que ilumina tu escenario
y lo embellece.
Y se convierte en una persona muy significativa para ti,
con quien compartir, y crecer, y reír
(apunta este dato importante: la risa).
¿No la quieres en tu vida, ya sea en una forma u otra, pero presente?
Como pareja, amiga, madre o hermano, pero presente,
enriqueciendo tu existencia, celebrando.
Si pones otras condiciones,
quizás habría que llamarlo de otra manera.






De fondo, sonaban los boleros de Mayte Martín y Tete Montoliu,
mientras disfrutaban una botella de vino recién descorchada,
en la terraza, con la iglesia ya iluminada coronando la cima de la montaña,
y la luna que empezaba a decrecer.
Y por qué escuchas estas canciones de pasiones desatadas?, preguntó el amigo.
Flotaba en el aire el último tema del disco, "Tiempo de amar":
"No fue suerte ni casualidad
que al desafiar mi lógica
ha dado rienda suelta el alma,
finalmente, por amor...
Que toda la vida me espere un momento,
ahora es el tiempo de amar".
No siempre veo historias de amores personales -respondió ella.
De hecho, yo creo que no te enamoras de una persona sino de una experiencia.
Si te fijas en las letras de amor "físico",
muchas veces no difieren tanto de los poemas de amor "espiritual" de Teresa de Ávila,
Juan de la Cruz o Juliana de Norwich, Rumi o tantos otros.
Qué diferencia ves entre el "besar tu boca" de los boleros y el "tocar el nirvana"
o "casarse con Dios" de los textos místicos?
Al final, posiblemente buscamos la misma experiencia sagrada:
desaparecer.
Y confundirlo con la otra persona podría ser un profundo error.






Lo que nos atrae es la vivencia.
De disolución.
"In love we disappear", dice Leonard Cohen.
En mi experiencia, diría que es la mejor meditación en la muerte,
el Gran Gozo y la vacuidad.
Y la persona de la que "enamorarte" puede ser un camino perfecto
(pero, cuidado, también lleno de retos).
Pero no el único.
Lo que importa es no olvidar que no te enamoras de la persona
sino de la experiencia definitiva del amor.
Cuando desapareces.
Si se trata de una emoción que pone condiciones, o que se acaba,
o que discrimina,
quizás deberíamos llamarla de otra manera.
Algo que ver con el amor, quizás,
pero no es lo mismo.

No es lo mismo,
como dice la canción.





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