domingo, 6 de mayo de 2018

Un instante eterno.







A veces la vida te besa en la mejilla.

Corre un aire suave en el terrado
y refresca la cara al sol y te transporta a otro lugar y otro tiempo.
A la experiencia de amor
(ningún objeto identificable, amor sin objeto).
Al mar, quizás, un mar nuevo, de visita.
Un ligero escalofrío. Se ha levantado viento, vamos a comer.

No es un sueño lúcido, es un sueño que brota en la vigilia.
El amor, el viaje de la vida.
Compartiendo el viaje de la vida.
Como un beso en la mejilla, y recuerdas que la vida es una hermosa experiencia.

Entras en el refugio del calor,
pides algo de comer y beber
y dejas espacio al silencio.
Un instante eterno.
Y luego miras a los ojos que tienes enfrente, en silencio, y sonríes.

La vida es una preciosa experiencia, a veces.





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