sábado, 15 de enero de 2011

10. La bodichita del rey.


(Del sánscrito, bodi: iluminación, chita: mente;
bodichita: la mente de la iluminación).


No existe una sóla forma de bodichita sino varias y, en cada caso, diversos niveles.

Desde un punto de vista, se puede decir que hay 3 tipos:

1. La bodichita del rey.
2. La bodichita del pastor.
3. La bodichita del barquero.


Despertar para poder ayudar a despertar.




1. Se dice que la bodichita del rey es la auténtica; es la que conocemos normalmente:
la mente que, movida por su amor a todos los seres, contempla su sufrimiento (presente y futuro)
y quiere ayudarles, liberarles permanentemente, y para ello decide alcanzar la iluminación.
"Ahora voy a trabajar para alcanzar la iluminación para liberar a todos los seres", es la consigna de la bodichita del rey.
Quiere iluminarse
y se pone a ello,
para ayudar a todos los seres.

Es posible que a ti, como a mí, te quede grande,
que te parezca que eso nos queda muy lejos
y hasta dudemos a veces de nuestra capacidad para cambiar
hasta tal punto.
O puede incluso que nuestra confianza (la fe) haga aguas.
Yo, que no sé esperar, a menudo creo que me siento más cerca de la bodichita del pastor
y hasta de la del barquero.
Y puede que ni eso. Pero sí puedo decir que, a menudo, me sirven mejor como referentes.


Compartir para que crezcas,
quizás más,

quizás mejor

que yo misma.























2. El pastor, o pastora, es la persona que primero recoge a todas sus ovejas, las refugia en un lugar seguro, las salva, las libera de los posibles peligros e inclemencias del tiempo,
y luego se refugia ella.
Primero libera a las ovejas y luego se libera ella misma.

Mientras que no estoy iluminada, para qué esperar?
Mientras estoy en el camino, aún puedo compartir mis limitadas experiencias (realizaciones) personales con otros seres y quién sabe si en el camino muchos de ellos sacarán mejor provecho que yo
de lo mismo. Y llegarán más lejos.
Es un poco como la bodichita del pastor, que desea ayudar todo lo que pueda a los demás seres y, quién sabe, cuando muchos de ellos estén a buen recaudo (liberados) quizás a mí me será más fácil llegar también.
En cualquier caso, en samsara, el mundo siempre será un mundo mejor con muchos más seres iluminados o, al menos, "crecidos", más ligeros y felices.


Cruza conmigo a la otra orilla.



















3. La bodichita del barquero es, quizás, más personal.
Yo, al menos (que no poseo ni de lejos una realización profunda de la ecuanimidad), la vislumbro con esas personas con las que surge una conexión más estrecha, ésas que llegan a mi vida y se suben a mi barca para hacer juntas el viaje a la otra orilla.
Es esa persona (o personas) con la que creces a la par en el viaje.
La alimentas y te alimenta y, así, avanzáis más y más,
cada vez más cerca de la otra orilla.
La bodichita del barquero es, de alguna manera, una profunda historia de amor.
Pero todas las bodichitas lo son.


La bodichita del rey no admite demora
ni excusas.


Aún así, y preferencias (tendencias) personales aparte, Rabjor dice que sólo existe una bodichita auténtica:
la bodichita del rey -que es la que de verdad te induce a cambiar.
A veces,
la humildad (yo no merezco, no puedo, no sé
ser el rey;
yo prefiero liberarme a la vez que los demás)
sólo esconde la pereza ante el cambio.
El egoísmo que no desea romper todos los barcos y aviones
(por si conviene volver a lo mismo),
soltar todos los lastres y cambiar
de verdad.
Renunciar
de verdad.

Todas las bodichitas son útiles y las hay de muchos tipos pero, al final, sólo una es verdadera, completa, definitiva:
la mente de la iluminación que va a por todas y se lo juega todo;
la que se lo cree de verdad y suelta todos los lastres ahora, ya, sin demora:
la bodichita del rey.


A por todas.

Enamórate y disfruta con la bodichita del barquero;
desarrolla generosidad, estimación y regocijo con la bodichita del pastor,
pero
no te engañes:
sólo la bodichita del rey te llevará
de verdad
y pronto
al puerto
que
dices
querer
llegar.


4 comentarios:

  1. > Marié, esta mañana por una causalidad entré a tu blog, llenandome Paz,
    > gracias a la Luz de tu Sabiduría compartida.
    > Agradecido te envío todas mis bendiciones.
    >
    > Xavier Zarazúa (aspirante a budista)
    > Desde la Ciudad de México

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  2. Gracias Xavier.
    Estás en tu casa, para compartir lo que desees compartir de tu práctica y de tu vida.

    Un abrazo y mis mejores deseos.

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  3. Joo.. es verdad...
    Siento que se trata de la "responsabilidad del propio cambio" ó la "responsabilidad de ser feliz", que es lo mismo...
    Yo soy responsable de Mi felicidad,
    no hay culpables ni responsables fuera...

    Comparto este video que me gusta mucho y habla de esto...
    "Por qué nos asusta tanto nuestra grandeza" (es copiar y pegar el enlace:)
    http://www.youtube.com/watch?v=R2kma3n03Qc&feature=related

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